¡CUIDAMOS LA PÚBLICA!

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LA FUENTE DE LAS MUJERES.

Iniciado por Aldeire, 21 Enero, 2012, 19:01:46 PM

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Aldeire

Todavía me sigo riendo al recordar El Concierto, la película de Mihaileanu que narraba la recomposición de la orquesta del teatro moscovita Bolshoi depurada du- rante los últimos años del régimen soviéti- co. Una gran película que se llevó semanas en cartelera gracias, fundamentalmente, al boca a boca. Unos alabaron su capacidad para tratar un tema duro y escabroso con una gran humanidad. Otros sus "golpes", dignos de una gran comedia de Lubitsch. Baste decir "Le trou Normande" o "le tele- phone volateur" para que quienes la hayan visto esbocen al menos una sonrisa. Con ese antecedente no deja pasar un día para ver La fuente de las mujeres.

La historia es ahora muy diferente. Bueno, en realidad, no tanto. Las protagonistas están tan puteadas por el poder, el de antes y el de ahora, como el director de orquesta obsesionado por Tchaikovski. La acción se sitúa en una aldea norteafricana en las que las mujeres deben ir por el agua a una fuen- te situada en sus afueras. Hasta que un día, algunas se cansan y plantean que porquéno lo hacen también los hombres. Muchos de ellos en paro por la sequía que pasan el día en el bar (lo que daría la razón el in- quilino del Ritz, el político Durán i Lleida, y le conectaría con la visión del más rancio fascismo español sobre la consideración "mora" de Andalucía). Así que, al no obte- ner respuesta, deciden protagonizar una huelga de sexo. Una especie de adaptación de la "huelga de vientres" que proponía el neomalthusiano Bulffi hace más de cien años para frenar la miseria obrera. A partir de ahí se desarrolla una comedia de cos- tumbres que termina con el triunfo de las reivindicativas.

Llama la atención de la película la capacidad de Mihaileanu para captar la situación con una gran cantidad de matices. Rumano de origen y desarrollado cinema- tográficamente en Francia es capaz de huir de clichés y desarrollar la historia con todas
las complejidades que tiene la vida en cual- quier sociedad. No hay sólo información documental o un buen guión sino también la capacidad humana del realizador parasumergirse en la historia y hacerla suya. Por supuesto también está su capacidad. El resultado es una más que creíble e in- teligente historia que huye del buenismo y la superioridad occidental para ofrecernos un sardónico relato sobre las des- igualdades sociales y de género. Algo no tan fácil de conseguir aunque lo parezca tras ver La fuente de las mujeres. Y eso que bordea campos minados. Como la utiliza- ción del folklore o la propia cuestión del papel de la mujer en la cultura musulma- na. Asunto ambos que darían para algo más que el espacio de estos comentarios. Sobre todo el segundo. Recordemos lo dicho sobre la superioridad occidental recordando (¡ay, Echegaray!) que una de cada cinco mujeres de la Unión Europea ha sufrido algún tipo de maltrato.
Como suele ocurrir en estos casos – también en la comentada el mes pasado El chico de la bicicleta- estas películas funcionan de cara al espectador si se pro- duce la identifificación de los actores con sus papeles y las intenciones de guionis-tas y director. En líneas generales así ocu- rre en ésta. Se le podrá reprochar en todo caso que se escude en la fábula para ocultar una excesiva bonhomía y acaramelamiento. Sobre todo porque ya Aristófanes había planteado el asunto cuatro siglos antes de que comenzáramos nuestro calendario y existen antecedentes "reales" de algo similar en Colombia.

De todas formas, Radu Mihaileanu es capaz de sortear tanto el melodrama, como la antropología (en su peor concepción) y el buenismo. Su franca sensibilidad, al retratar personajes y situaciones, le alejan de esos peligros. Y eso que reco- nozco que, posiblemente, alguien capaz de ponerse en situación en ese mundo (el musulmán) mejor de lo que puedo hacerlo yo seguramente encontrará razones para irritarse por el trato que recibe. La cuestión para mí es que hubiera opuesto modelos. No lo hace y es justo rebelarse contra la desigualdad y la opresión, del tipo que sea, que se ejecute en nombre de los principios que sean, cristianos, bu- distas, musulmanes, materialistas. No hay estado o religión bueno. En todo caso lo habrá menos malo. Pero nada más.



Aldeire

Se me olvidó el enlace a la recomendación anterior:

En número 385 del periódico CNT:






Aldeire


Reglas de juego para los hombres que quieran amar a las mujeres.

I

El hombre que me ame
deberá saber descorrer las cortinas de la piel,
encontrar la profundidad de mis ojos
y conocer lo que anida en mí,
la golondrina transparente de la ternura.

II

El hombre que me ame
no querrá poseerme como una mercancía,
ni exhibirme como un trofeo de caza,
sabrá estar a mi lado
con el mismo amor
conque yo estaré al lado suyo.

III

El amor del hombre que me ame
será fuerte como los árboles de ceibo,
protector y seguro como ellos,
limpio como una mañana de diciembre.

IV

El hombre que me ame
no dudará de mi sonrisa
ni temerá la abundancia de mi pelo,
respetará la tristeza, el silencio
y con caricias tocará mi vientre como guitarra
para que brote música y alegría
desde el fondo de mi cuerpo.

V

El hombre que me ame
podrá encontrar en mí
la hamaca donde descansar,
el pesado fardo de sus preocupaciones,
la amiga con quien compartir sus íntimos secretos,
el lago donde flotar
sin miedo de que el ancla del compromiso
le impida volar cuando se le ocurra ser pájaro.

VI

El hombre que me ame
hará poesía con su vida,
construyendo cada día
con la mirada puesta en el futuro.

VII

Por sobre todas las cosas,
el hombre que me ame
deberá amar al pueblo
no como una abstracta palabra
sacada de la manga,
sino como algo real, concreto,
ante quien rendir homenaje con acciones
y dar la vida si es necesario.

VIII

El hombre que me ame
reconocerá mi rostro en la trinchera,
rodilla en tierra me amará
mientras los dos disparamos juntos
contra el enemigo.

IX

El amor de mi hombre
no conocerá el miedo a la entrega,
ni temerá descubrirse ante la magia del enamoramiento
en una plaza llena de multitudes.
Podrá gritar -te quiero-
o hacer rótulos en lo alto de los edificios
proclamando su derecho a sentir
el más hermoso y humano de los sentimientos.

X

El amor de mi hombre
no le huirá a las cocinas,
ni a los pañales del hijo,
será como un viento fresco
llevándose entre nubes de sueño y de pasado,
las debilidades que, por siglos, nos mantuvieron separados
como seres de distinta estatura.

XI

El amor de mi hombre
no querrá rotularme y etiquetarme,
me dará aire, espacio,
alimento para crecer y ser mejor,
como una Revolución
que hace de cada día
el comienzo de una nueva victoria.

G. Belli


ChusCyL

#4
anaidbesos

Gracias, mi niña guapa, estás hoy que te sales

Estoy viva como fruta madura...

Estoy viva
como fruta madura
dueña ya de inviernos y veranos,
abuela de los pájaros,
tejedora del viento navegante.

No se ha educado aún mi corazón
y, niña, tiemblo en los atardeceres,
me deslumbran el verde, las marimbas
y el ruido de la lluvia
hermanándose con mi húmedo vientre,
cuando todo es más suave y luminoso.

Crezco y no aprendo a crecer,
no me desilusiono,
ni me vuelvo mujer envuelta en velos,
descreída de todo, lamentando su suerte.
No. Con cada día, se me nacen los ojos del asombro,
de la tierra parida,
el canto de los pueblos,
los brazos del obrero construyendo,
la mujer vendedora con su ramo de hijos,
los chavalos alegres marchando hacia el colegio.

Si.
Es verdad que a ratos estoy triste
y salgo a los caminos,
suelta como mi pelo,
y lloro por las cosas más dulces y más tiernas
y atesoro recuerdos
brotando entre mis huesos
y soy una infinita espiral que se retuerce
entre lunas y soles,
avanzando en los días,
desenrollando el tiempo
con miedo o desparpajo,
desenvainando estrellas
para subir más alto, más arriba,
dándole caza al aire,
gozándome en el ser que me sustenta,
en la eterna marea de flujos y reflujos
que mueve el universo
y que impulsa los giros redondos de la tierra.

Soy la mujer que piensa.
Algún día
mis ojos
encenderán luciérnagas.

Gioconda Belli
Iam tempus est agi res

ChusCyL

De la mujer al hombre

Dios te hizo hombre para mi.
Te admiro desde lo mas profundo
de mi subconsciente,
con una admiracion extraña y desbordada.
Que tiene un dobladillo de ternura.

Tus problemas, tus cosas
me intrigan, me interesan
y te observo
mientras discurres y discutes
hablando del mundo
y dandole una nueva geografia de palabras.

Mi mente esta cavada para recibirte
para pensar tus ideas
y darte a pensar las mias;
te siento, mi compañero, hermoso
juntos somos completos
y nos miramos con orgullo
conociendo nuestras diferencias
sabiendonos mujer y hombre
y apreciando la disimilitud
de nuestros cuerpos.

Gioconda Belli

Iam tempus est agi res

ChusCyL

Iam tempus est agi res

w. Matilda

Cita de: Aldeire en 21 Enero, 2012, 21:04:40 PM




Un placer pasar por aquí, leer y disfrutar.


PS: ¡Qué curioso! Conozco -en el sentido más sencillo del término- a la autora del cuadro: Paloma Pájaro. Tengo colgado en mi salón otra de sus obras.


w. Matilda


Dejo mi aportación (que no es mía ;)... pues sólo soy su humilde mensajera)


SI DIOS FUERA MUJER...

Si dios fuera mujer Mario Benedetti

Buenas noches, Chus. Buenas noches, Aldeire.

Aldeire


Violencia de género, violencia estructural.

Fede de los Ríos.


Desde Helena de Troya a Eva la del Paraíso, desde el divertido politeísmo hasta el atosigante monoteísmo, el relato mítico siempre la describe cagándola en el momento más inoportuno. Pobre Paris y pobre Adán. Por aquella, miles de griegos y troyanos perdieron sus vidas; por ésta, todos venimos a este mundo en pecado, el «original», un pecado mortal que condena a los no bautizados en la fe cristiana al fuego eterno.

¿Quién, si no, en la huida de los malos, siempre, hállese en verde pradera o árido pedregal, indefectiblemente se tuerce el tobillo? La mujer, ese ser tonto y torpe de nacimiento. La Mujer, en singular, construida por el discurso patriarcal del que fue creado por Dios a su imagen y semejanza. Es decir, con falo. Por cierto... ¿Qué hará Dios con su polla?

El imaginario masculino no ha sufrido grandes transformaciones. Pese al cambio formal de algunas leyes -conquista de la lucha feminista-, en el ámbito de lo real los usos y costumbres están marcados a fuego por el proceso de aprendizaje de nuestros roles de género. Nosotros no lloramos y ellas, las que visten de rosa, han de dejarse salvar aunque al principio no quieran y, para ello, sea necesario forzarlas.

Si en el siglo XIX el paradigma burgués femenino, como relata la literatura de la época, podía resumirse en ser dama en el salón, reina en la cocina y puta en la cama, ámbitos privados donde las mujeres de la clase dominante estaban presentes, en el XX, con nuevos medios de comunicación como el cine y la televisión, un abanico de posibilidades, en apariencia mayor, se abren para las que soportan medio cielo: damisela en apuros, femme fatale, puta redimida, mater amantísima, neumática pornostar con múltiples orificios a rellenar, anoréxica modelo o ingenua chica sexy deseosa de chico un poquito malo. Vive como quieras, pero en función del deseo de Él.

Nuestras autoridades parecen asombradas por el número de asesinadas por sus novios, maridos o ex maridos. La violencia de género persiste entre adolescentes que han crecido con la coeducación, nos dicen. ¿Qué coeducación? ¿La de entregarles un tríptico y darles charlas donde informarles que insultar a los negros, escupir a los homosexuales y pegar a las mujeres es una cosa muy fea? Mientras por televisión anuncian un muñeco que hace cacas y mocos para delicia de una sonriente niña y se identifican con los participantes de «Mujeres y Hombres y Viceversa» o cualesquiera de los llamados realitys, donde una serie de idiotas morales son introducidos en una casa, isla, corral o lo que sea para demostrar el extremo de decadencia y sexismo al que puede llegar un ser humano.

Vuelven los cómodos tacones de 15 centímetros que te hacen más esbelta para los hombres. Si el maquillaje es fundamental para acudir al instituto, si las tetas, aun de silicona, son imprescindibles para lograr el Paraíso, si la cosificación de la mujer resulta necesaria para lograr la visibilidad ante el varón y lo importante, desde Dios hasta el fútbol, es cosa de hombres, pueden ustedes condenar cada crimen o agresión las veces que quieran.


¡CUIDAMOS LA PÚBLICA!

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