¡CUIDAMOS LA PÚBLICA!

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O.T. VERSOS, PROSAS Y CANCIONES JARAMAGAS.

Iniciado por Aldeire, 21 Febrero, 2010, 19:54:22 PM

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Aldeire


LIBRE TE QUIERO


Durante algún tiempo el género documental ha vivido de una manera marginal al cine, mucho más inclinado a la ficción que al testimonio filmado. No siempre fue así. Las películas documentales de Murnau o de Flaherty – hoy ya clásicas-  gozaron del favor del público en su momento.  Recuerdo que en los cines franceses se anunciaban en el descanso "esquimales helados," unos polos con sabor a menta, apelativo que venía del documental de Flaherty Nanuk, el esquimal, una película fundadora del género. Ni los que vendían esos polos, ni los que los compraban, solían conocer el origen del nombre.

Hoy el documental vuelve con fuerza, compitiendo con la dudosa especie de los documentos televisivos, inmediatos, directos, contundentes. Es la mirada del creador la que hace que una información pase a otra categoría, a una región más rica, precisamente porque la realidad no se le impone, sino que elige lo que de ella quiere contar. Y así tenemos ahora la ocasión de contemplar la película de Basilio Martín Patino, Libre te quiero – título tomado de la canción de Amancio Prada, que suena una y otra vez en la cinta como único "comentario"-  Las imágenes muestran varios días de manifestaciones y acampadas en el corazón de Madrid, en la Puerta del Sol y aledaños, convertidos en plaza de discusión y resistencia por el movimiento ciudadano del 15-M. Las imágenes, sin comentarios en off, van creciendo a lo largo del metraje, hasta llegar a emocionar precisamente por lo que tienen de transparente, de alegría, de intensidad, de renovación. Lo que hacen los ciudadanos en la toma de la plaza y la manera en que las imágenes lo cuentan, pasan a ser una misma cosa. Ahí está la mirada. El sonido de la película es el sonido ambiente, sin que Patino añada opinión o glosa. La gente lo cuenta todo por sí misma. Pero allí se puede comprobar que la vida de la plaza no se interrumpe – como a veces se ha dicho- sino que las tiendas están abiertas y la gente entra y sale del Metro. Comidas, canciones, discusiones recomponen un ágora antigua y resucitada: la ciudad habitada de nuevo. El mensaje político contra los políticos está presente, claro está. Pero también hay otras muchas cosas que descubrirá el espectador atento.

El género documental ha desplegado muchas de sus posibilidades, innumerables, apenas exploradas. Las cámaras digitales hacen que el hecho mismo de grabar sea más discreto, más ágil, y que se pueda recoger mejor el fenómeno fílmico. El llamado documental de creación es producto del mestizaje del testimonio puro y duro y la recreación de la realidad con ciertas reglas o limitaciones. El que estas reglas aparezcan claras y manifiestas es importante, porque si no se corre el riesgo de que el testimonio esté falsificado, lo que daría paso a una realidad infectada. Para eso es mejor no hacer documental, sino hacer directamente ficción, es más decente.

El documental Libre te quiero, de Patino, es de corte clásico. El veterano director ha buscado la pureza de líneas.

En la otra punta de las maneras de filmar historias de hoy en día, he podido ver un documental de creación que seguramente va a dar la vuelta al mundo por los festivales y por la Red, y que además será de referencia obligada para cinéfilos, sobre todo para los que vayan a cultivar el documental como realizadores. El film se llama Mañana ( Federación Rusa. 2012) y su director, el ruso Andrey  Gryazev, es también el director de fotografía, guionista, montador y productor del mismo. ¿Se puede hacer algo más parecido al control que un escritor, por ejemplo, tiene sobre su obra? Mañana es una historia extrema, como extremosa es la sociedad rusa. Narra unas situaciones desesperadas, agónicas, desafiantes. Un grupo de artistas que viven al margen de casi todo lo respetable, se plantean hacer una manifestación artística muy radical: volcar coches de la policía, grabar las imágenes y difundirlas por Internet. No es una acción política, sino "gratuita." El arte por el arte, más allá de buscar cualquier justificación, incluida la que lo defiende o explica. En realidad, arte puede ser todo aquello que se reclama como tal, porque si no, ¿qué es? Gryazev enlaza con la tradición de los grandes nihilistas. Naturalmente, la reacción policial no se hace esperar, y los artistas son condenados a prisión. Podíamos concluir que los mejores clientes de este arte, los que más creen en él, son los jueces y policías. Todo está filmado en bruto, incluyendo la respuesta policial. ¿Es una reconstrucción? ¿Es un hecho real? Gryazev nos dice en los créditos que no tiene por qué haber sucedido así. Parece que fuera un documental sobre la realidad de mañana, según el título de la obra. Mientras tanto, lo que vemos es la propia película como un documental del futuro. Día tras día vamos viendo que el cine documental no ha hecho sino empezar a grabar nuestra historia.

MANUEL GUTIÉRREZ ARAGÓN.

ChusCyL

Las voces del Extremo

LA EXPLOSIÓN

De entre toda la palabrería
de autoconsumo pseudorrevolucionario,
me molesta, sobre todo,
cuando me dicen que soy una subjetividad.

No sé qué cojones de pasividad
hay en ese término,
no lo entiendo,
prefiero ser una intensidad,
una pasión,
un goce que estalla
o que podría estallar,
volver a comenzar,
dejar la resistencia pasiva,
el exilio interior,
la supervivencia...

podría volver a comenzar lo inaudito,
lo excepcional,
lo que nunca ocurrió podría llegar

en el ahora

cuando la sociedad
no es más que un argumento
con que justifican sus desmanes
los que dicen representarla,

en el ahora

cuando el movimiento obrero
no es más que un instrumento del Estado
para la desactivación de los trabajadores,

ahora

que la violencia estatal
se ha vuelto preventiva,

ahora

que la magistratura y la policía
hablan del derecho de injerencia
y los médicos de psiquiatrización
y medicamentosis social.

Nuestro tiempo es el ahora:

estallar

aquí, ahora

en donde estamos,
en el nombre de un vivir
que no tiene nombre
sino común presencia
de su cumplimiento,

aquí, ahora,

cuando somos presencia,

desde abajo,
en lo local de esta globalización acabada,

estallar

anónimos, cualquieras, indistintos,

estallar en archipiélagos, constelaciones, colectivos,
cuerpos y cuerpos en acelerada e invisible circulación
de afectos conspirativos,
de ternura crítica que celebra

la huelga humana,

el fin del trabajo alienado,
el fin de las víctimas,
el fin de la guerra que nos hace

el Capital.

Vamos, volar no es imposible,
aquí,
ahora

estalla.

Antonio Orihuela


Iam tempus est agi res

ChusCyL


Exceso - "Niebla y Hollín" (Videoclip Oficial)

Que carguen los pueblos caricias y alambres
en fardos de amor
que llenen sus ojos con noche y estrellas
que mueran palabras de arena, resquicios
de amargo dolor
que rieguen con sueños sus pies de madera
que brille al albor una dulce mirada
de nostalgia serena
que lloren de pena grillete y cadenas
que siembran sonrisas humildes en tierras
donde reinan ausencias
que amordazan y niegan el sol a la vida
y si al despertar nos brindan las mañanas
aromas de lirio mezcladas con barro
que lancen al aire los niños miguitas de pan
quien quiera que intente comprar con monedas
miradas que llenan de luz las aceras
repletas de pasos vacios que quieran hablar
no se bate el latir de mi pecho en tu boca
ni se ensucia mi mano delante de ti
ni mi voz me abandona
no se enhebran mis venas con niebla y hollin
porque tengo un ejercito entero de versos que añoran
colgarse del aire y morir
cuando caigan estrellas de un cielo acabado
como lluvia a la tierra
seremos la voz que destierra las penas


anaidbesos anaidbesos anaidbesos


Iam tempus est agi res

Aldeire


Mañana hace 102 años que nació Miguel Hernández. He pasado la tarde leyendo sus poemarios, emocionada, y cada vez me sabe mejor su maestría. Moderno hasta rabiar, es decir, clásico.

De El hombre acecha:


LOS HOMBRES VIEJOS


I


Nacen puestos de gafas, y una piel de levita,
y una perilla obscena de culo de bellota,
y calvos, y caducos. Y nunca se les quita
la joroba que dentro del alma les explota.

Pedos con barbacana, ceremoniosos pedos,
de su senil niñez de polvo enlevitado,
pasan a la edad plena con polvo entre los dedos,
sonando a sepultura y oliendo a antepasado.

Parecen candeleros infelices, escobas
desplumadas, retiesas, con toga, con bonete:
una congregación de gallardas jorobas
con callos y verrugas al borde del retrete.

Con callos y verrugas, y coles y misales,
la dignidad del asno se rebela en la enjalma,
mirando estos cochinos tan espirituales
con callos y verrugas en la extension del alma.

Alma verruguicida, callicida la vuestra.
Habéis nacido tiesos como los monigotes,
y vivís de puntillas, levantando la diestra
para cornamentar la voz y los bigotes.

Saludáis con el ano, no arrugáis nunca el traje,
disimuláis los cuernos con laureles de lata.
No paráis en la tierra, siempre vais de viaje
por un pais de luna maquinal, mentecata.

Nacéis inventariados, morís previa promesa
de que seréis cubiertos de estatuas y coronas.
Vais como procesados por el sol, que procesa
aquello que señala delito en las personas.

Os alimenta el aire sangriento de un juzgado,
de un presidio siniestro de abogados y jueces.
Y concedéis los pedos por audiencia de un lado,
mientras del otro lado jodéis, meáis a veces.

Herís, crucificáis con ojos compasivos,
cadáveres de todas la horas y los días:
autos de poca fe, pastos de los archivos,
habláis desde los púlpitos de muchas tonterías.

Nunca tenga que ver yo con estos doctores,
estas enciclopedias ahumanas, aplastantes.
Nunca de estos filósofos me ataquen los humores,
porque sus agudezas me resultan laxantes.

Porque se ponen huecos igual que las gallinas
para eructar sandeces creyéndose profundos:
porque para pensar entran en las letrinas,
en abismos rellenos de folios moribundos.

Sentenciosas tinajas vacías, pero hinchadas,
se repliegan sus frentes igual que acordeones,
y ascienden y descienden, tortugas preocupadas,
y el corazón les late por no sé qué rincones.

No se han hecho para estos boñigos los barbechos,
no se han hecho para estos gusanos las manzanas.
Sólo hay chocolateras y sillones deshechos
para estas incoherencias reumáticas y canas.

Retretes de elegancia, cagan correctamente:
hijos de puta ansiosos de politiquerías,
publicidad y bombo, se corrigen la frente
y preparan el gesto de las fotografías.

Temblad, hijos de puta, por vuestra puta suerte,
que unos soldados de alma patética deciden:
ellos son los que tratan la verdadera muerte,
ellos la verdadera, la ruda vida piden.

La vida es otra cosa, sucios señores míos,
más clara, menos turbia de folios, de oficinas.
Nadan radiantemente sus cuerpos en los ríos
y no usan esa cara de múltiples esquinas.

Nunca fuisteis muchachos, y queréis que persista
un mundo aparatoso de cartón estirado,
por donde el cartón vaya paticojo y turista,
rey entre maniquíes de pulso congelado.

Venís de la Edad Media donde no habéis nacido,
porque no sois del tiempo presente ni del ausente.
Os mata una verdad en el caduco nido:
la que impone la vida del siempre adolescente.

Yo soy viejo: tan viejo, que el primer hombre late
dentro de mis vividos y veintisiete años,
porque combato al tiempo y el tiempo me combate.
A vosotros, vencidos, os trata como a extraños.


II



Trapos, calcomanías, defunciones, objetos,
muladares de todo, tinajas, oquedades,
lápidas, catafalcos, legajos, mamotretos,
inscripciones, sudarios, menudencias, ruindades.

Polvos, palabrería, carcoma y escritura,
cornisas; orinales que quieren ser severos,
y se llevan la barba de goma a la cintura,
y duermen rodeados de siglos y sombreros.

Vilmente descosidos, pálidos de avaricia,
lo que más les preocupa de todo es el bolsillo.
Gotosos, desastrosos, malvados, la injusticia
se viste de acta en ellos con papel amarillo.

Los veréis adheridos a varios ministerios,
a varias oficinas por el ocio amuebladas.
Con el sexo en la boca canosa, van muy serios,
trucosos, maniobreros, persiguiendo embajadas.

Los veréis sumergidos entre trastos y coños
internacionalmente pagados, conocidos:
pasear por Ginebra los cojones bisoños
con cara de inventores mortalmente aburridos.

Son los que recomiendan y los recomendados.
La recomendación es su procedimiento.
Por recomendación agonizan sentados
donde la muerte cómoda pone su ayuntamiento.

Cuando van a acostarse, se quitan la careta,
el disfraz cotidiano, la diaria postura.
Ante su sordidez se nubla la peseta,
se agota en su paciencia la estatua más segura.

A veces de la mala digestión de estos cuervos
que quieren imponernos su vejez, su idioma,
que quieren que seamos lenguas esclavas, siervos,
dependen muchas vidas con signo de paloma.

A veces son marquesas íntimas de ambiciones,
insaciables de joyas, relumbronas de trato:
fracasadas de título, caballares de acciones,
dispuestas a llevar el mundo en el zapato.

Putonas de importancia, miden bien la sonrisa
con la categoría que quien las trata encierra:
políticas jetudas, desgastan la camisa
jodiendo mientras hablan del drama de la guerra.

Se cae de viejo el mundo con tanto malotaje.
Hijos de la rutina bisoja y contrahecha,
valoran a los hombres por el precio del traje,
cagan, y donde cagan colocan una fecha.

Van del hotel al banco, del hotel al paseo
con una cornamenta notable de aire insulso.
Es humillar al prójimo su más noble deseo,
y el esfuerzo mayor le hacen meando a pulso.

Hemos de destrozaros en vuestras legaciones,
en vuestros escenarios, en vuestras diplomacias.
Con ametralladoras cálidas y canciones
os ametralllaremos, prehistóricas desgracias.

Porque, sabed: llevamos mucha verdad metida
dentro del corazón, sangrando por la boca:
y os vencerá la férrea juventud de la vida,
pues para tanta fuerza tanta maldad es poca.

La juventud, motores, ímpetus a raudales,
contra vosotros, viejos exhombres, plena llueve:
mueve unánimemente sus músculos frutales,
sus máquinas de abril contra vosotros mueve.

Viejos exhombres viejos: ni viejos tan siquiera.
La vejez es un don que cederá mi frente,
y a vuestro lado es joven como la primavera.
Sois la decrepitud andante y maloliente.

Sois mis enemiguitos: los del mundo que siento
rodar sobre mi pecho más claro cada día.
Y con un soplo sólo de mi caliente aliento,
con este soplo dicté vuestra agonía.











Albariza

1

No confundir, somos poetas que escribimos desde la clandestinidad en que vivimos. No somos, pues, cómodos e impunes anonimistas: de cara estamos contra el enemigo y cabalgamos muy cerca de él, en la misma pista . Y al sistema y a los hombres que atacamos desde nuestra poesía con nuestras vidas les damos la oportunidad de que se cobren, día tras día .

Roque Dalton, Poemas Clandestinos


2

Roque Dalton, alumno de Miguel Mármol en las artes de la resurrección, se salvó dos veces de morir fusilado. Una vez se salvó porque cayó el gobierno y otra vez se salvó porque cayó la pared, gracias a un oportuno terremoto. También se salvó de los torturadores, que lo dejaron maltrecho pero vivo, y de los policías que lo corrieron a balazos.
Y se salvó de los hinchas de fútbol que lo corrieron a pedradas, y se salvó de las furias de una chancha recién parida y de numerosos maridos sedientos de venganza.
Poeta hondo y jodón, Roque prefería tomarse el pelo a tomarse en serio, y así se salvó de la grandilocuencia y de la solemnidad y de otras enfermedades que gravemente aquejan a la poesía política latinoamericana. No se salva de sus compañeros. Son sus propios compañeros quienes condenan a Roque por delito de discrepancia. De al lado tenía que venir esta bala, la única capaz de encontrarlo.

Eduardo Galeano, Memoria del fuego III: El siglo del viento
La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.

Aldeire


Hablar con Roque era como vivir más intensamente, como vivir por dos. Ninguno de sus amigos olvidará las historias acaso míticas de sus antepasados, la visión prodigiosa del pirata Dalton, las aventuras de los miembros de su familia; y otras veces, sin mayor deseo pero obligado
por la necesidad de defender un punto de vista, el recuerdo de las prisiones, de la muerte rondando, de la fuga al alba, de los exilios, de las vueltas, la zaga del combatiente, la larga marcha del militante.

Julio Cortázar.



DALTÓNICA

Pulgarcito de poeta
que se escapa y me cosquilla
tan alegre tan sin silla
tan de amores torrenciales
tan sin fin.

Alegría de una tierra
que se quita las fronteras
se desnuda las caderas
las volcánicas centrales
de la luz.

Yo lo vi
yo lo vi, yo lo vi, yo lo vi,
el año 32 él no vivía
y yo lo vi,
contando sus historias
de futuro iba entre mil,
yo lo vi, yo lo vi, yo lo vi.

Pobrecitos los poetas
ven visiones son daltones
donde hay huesos ven marrones
territorios prometidos
como un sol.

Tan bracito su poesía
se levanta en los sensuales
laberintos marsupiales
y reparte polen rojo
se abre en flor.

Yo lo vi,
yo lo vi, yo lo vi, yo lo vi,
era el año 2000 ya él no vivía
y yo lo vi
la muerte equivocada lo llevó
y él anda aquí,
yo lo vi, yo lo vi, yo lo vi.

Pulgarcito de poeta
que se escapa y me cosquilla
tan alegre tan sin silla
tan de amores torrenciales
tan sin fin.

Crece armado de esperanza
desentierra lo perdido
le hace un hijo de sonido
al silencio de ese pueblo
que es maestro de sus sueños
que se escapa y nos cosquilla
tan sin miedo tan sin silla
tan amado tan armado
tan de todos
salvador.

Daniel Viglietti.



ROQUE ESTABA CASADO CON LA REVOLUCIÓN.

A Roque Dalton yo lo recuerdo riendo. Flaco, de un blanco pálido, huesudo, narizón como yo, y siempre riendo. No sé por qué siempre te recuerdo riendo, Roque Dalton. Un revolucionario reidor. No es que los revolucionarios sean especialmente serios ni mucho menos, pero es que él era un revolucionario especialmente reidor. Se reía en primer lugar de él mismo. Se reía de cosas ridículas de El Salvador, y siempre estaba hablando de El Salvador y es que quería muchísimo a su país, Pulgarcito. Se reía de la burguesía salvadoreña naturalmente, y nos hacía reír a todos. Se reía de los jesuitas con los que se había educado y en cuyo colegio había «perdido la fe» (también se reía de esta expresión) para entrar al Partido Comunista y también se reía de cosas de su Partido Comunista (pero de todos modos era su partido).

Contaba historias fantásticas de El Salvador que parecían inventadas pero eran ciertas. A un hombre lo tuvieron preso por varios años en una cloaca cubierto de cucarachas. Cuando lo sacaron de allí estaba loco, y las cucarachas ya no le disgustaban en absoluto, se sonreía beatíficamente
y para él estar lleno de cucarachas era como estar lleno de mariposas. Roque Dalton una vez estuvo preso y lo iban a fusilar. Además iban a hacer creer al Partido que él era un informador y un agente de la CIA para que no lo consideraran como mártir. Esa noche, aunque él no tenía fe en Dios, oró, se arrodilló en su celda y oró. La «suerte loca» -decía él- hizo que esa noche hubiera un terremoto y se cayeran las paredes de la cárcel, y él se escapó. Cintio Vitier, Fina y yo nos reíamos de él diciéndole que nosotros dábamos otro nombre a lo que él llamaba «suerte loca», y él también se reía.

Roque Dalton estaba siempre de buen humor a pesar de los horrores que había pasado, y de los horrores que lo esperaban por delante y que
él adivinaba. El compromiso de Roque Dalton con la revolución era como un compromiso matrimonial. Su destino fue no sólo cantarla sino
también dar la vida por la revolución.

Ahora, en 1980, él está encarnado en muchas vidas, está resucitado en la insurrección de El Salvador. Está siempre riendo, a pesar de las masacres, a pesar del llanto. Está riendo porque está triunfante. Es como si hubiera triunfado ya. Roque Dalton pronto será parques infantiles, escuelas, hospitales, será sus poemas escritos antes y muchos otros poemas por venir. Roque Dalton será un pueblo reidor y feliz de roque daltons.

Ernesto Cardenal.



PREFIERO LA CHIFLADURA A LA SERIEDAD

Vine a saber de Roque Dalton en el verano del '84, unos días después de mi arribo al campamento para refugiados políticos de Moheda, en el sur de Suecia. En aquel verano, de pronto quedé condenado a escuchar todos los días y a todo volumen, el Poema de Amor, interpretado por un
grupo salvadoreño que tocaba canciones de protesta, cuyas letras rayaban las fronteras del panfleto. Con este poema aprendí que la palabra guanaco era sinónimo de salvadoreño y que un buen verso se podía lograr con palabras sencillas, que expresaran hechos cotidianos.
Sin embargo sería años más tarde cuando habría de comprender la esencia de la poesía de Roque, quien a pesar de la influencia nerudiana,
contradice el método del poeta chileno y propone en cambio "una poesía que, en lugar de cantar, plantee los problemas, los conflictos, las ideas,
que son muchísimo más eficaces que los himnos, para hacer que el hombre cobre conciencia de sus problemas en la lucha de liberación de
nuestros pueblos".

Con el paso de los días sentí necesidad de saber sobre la vida del poeta y su obra. Me daba vergüenza no saber nada del que escribió los versos más politizados de nuestro continente. Entonces, me contaron mis vecinos salvadoreños que Roque había pertenecido a un grupo guerrillero (fanático y extremista) liderado por un joven lampiño, ambicioso y egoísta, y que por discrepancias políticas del poeta con el dirigente, éste ordenó ajusticiar a Roque en nombre del pueblo y de la revolución. Cuando supe esto, Roque Dalton dejó de ser para mí el poeta del lenguaje directo, para convertirse en un símbolo político, que habría de asociar para siempre con los dolores que el sectarismo de nuestras izquierdas nos han causado. El frío final de Roque me recordó los ajusticiamientos que varias organizaciones de mi patria, llevaron a cabo contra sus militantes y que luego justificaron en comunicados o en video-cassettes enviados a los noticieros. Y todo porque era necesaria la "erradicación del revisionismo en nuestras filas" o, porque era imperante la "limpieza de infiltrados" o, porque ya era hora de acabar con las "desviaciones ideológicas antagónicas a la línea del Partido". En fin...

El primer libro que adquirí del inmolado poeta lo compré en la ciudad de Lund, en una librería que llevaba su nombre. Era un poemario de carátula negra con letras rojas: Taberna y otros lugares. Debajo de las letras había dos fotografías suyas, la primera de perfil y la segunda de frente. Después me enteré, que esas fotos le fueron tomadas por la policía la segunda vez que lo llevaron preso. El mismo Roque recuperaría más tarde esas fotos del archivo policial. En el prólogo del libro se cuenta una anécdota que le pasó en Chile. Terminada la secundaria, Roque se fue a estudiar a una universidad de Santiago. En esos días, llegó a Chile el pintor Diego Rivera. Entonces intentó entrevistarlo, sin saber a ciencia cierta quién era ese hombre con figura de vástago e hinchado como un batracio. La entrevista hubiera sido posible si no es porque el muralista mexicano le pregunta primero a Roque:

-¿Cuántos años tienes?
-Dieciocho.
-¿Has leído algún libro de Marx?
-No.
-Entonces tienes dieciocho años de ser un imbécil. (...)

Hoy, en 1997 se cumplirán 22 años de su muerte absurda. Durante este tiempo, alrededor de cien mil salvadoreños entregaron a la fuerza,
sus huesos a la tierra. Esa fue la cuenta de cobro que pasó la guerra.
Esa cifra hubiera sido al menos objeto de una línea más en el «Poema de Amor», si Roque existiera, si en el río de nuestra esperanza no se
hubieran orinado tantos canallas. Pero no, en El Salvador, en el Pulgarcito de América nada ha pasado. "La vida no es muy seria en sus
cosas", escribió un día Juan Rulfo. Tal vez por ello, el poeta Roque Dalton prefería la chifladura a la seriedad.

Víctor Rojas.

Aldeire


REPARTO DE COSA AJENA EN EL MERCADO DE LOS LADRONES

Nos han dicho que el Poder Ejecutivo
es el Primer Poder
y que ese Poder Legislativo que se reparten
un grupo de sinvergüenzas fraccionado en "Gobierno" y "Oposición"
es el Segundo Poder
y que la prostituida (pero siempre Honorable)
Corte Suprema de Justicia
es el Tercer Poder.

La prensa y la radio y la TV de los ricos
se autonombran el Cuarto Poder y desde luego
marchan tomadas de la mano con los primeros tres poderes.

Ahora nos salen con que la juventud nuevaolera
es el Quinto Poder.
Y nos aseguran que por sobre todas las cosas y todos los poderes
está el Gran Poder de Dios.

"Ya están todos los poderes repartidos
-nos dicen a manera de conclusión-
no hay ya poder para nadie más
y si alguien opina lo contrario
para eso está el Ejército y la Guardia Nacional".

Moralejas:

1) El capitalismo es un gran mercado de poderes
donde sólo comercian los ladrones
y es mortal hablar del verdadero dueño
del único poder: el pueblo.

2) Para que el verdadero dueño del Poder
tenga en sus manos lo que le pertenece
no deberá tan sólo echar a los ladrones del Templo Comercial
porque se reorganizarían en los alrededores:
por el contrario, deberá derribar
el mercado sobre las cabezas de los mercaderes.

Roque Dalton.


ChusCyL


Que todo lo aquí dicho conste en
ACTA

En nombre de quienes lavan ropa ajena
(y expulsan de la blancura la mugre ajena).
En nombre de quienes cuidan hijos ajenos
(y venden su fuerza de trabajo
en forma de amor maternal y humillaciones).
En nombre de quienes habitan en vivienda ajena
(que ya no es vientre amable sino una tumba o cárcel).
En nombre de quienes comen mendrugos ajenos
(y aún los mastican con sentimiento de ladrón).
En nombre de quienes viven en un país ajeno
(las casas y las fábricas y los comercios
y las calles y las ciudades y los pueblos
y los ríos y los lagos y los volcanes y los montes
son siempre de otros
y por eso está allí la policía y la guardia
cuidándolos contra nosotros).
En nombre de quienes lo único que tienen
es hambre explotación enfermedades
sed de justicia y de agua
persecuciones condenas
soledad abandono opresión muerte.
Yo acuso a la propiedad privada
de privarnos de todo.

Roque Dalton

Preciosidades. Lo que traéis también.  anaidbesos anaidbesos
Iam tempus est agi res

ChusCyL

Lloverá. A cántaros

Pablo Guerrero - A cántaros


A abrir la calle. A tapar la calle.
A vivir la calle.
A soñar la calle.
A tomar la calle.


A tapar la calle - Pablo Guerrero
Iam tempus est agi res

ChusCyL


Tú, cuya mano me ha bañado
de un fuego transparente las espaldas,
cuyos ojos en claros naufragios hundieron
algunos principios elementales de mi alma,
tú eres mi patria.

Tú, que no tienes apellido,
que no sé si eres pájaro o si alcándara,
que de todos tus brazos las letras de plomo
cayéndose han ido, como si fueran nueces vanas,
tú eres mis padres
y mi patria.

Tú, que ni tú te acuerdas dónde
tendiste a orear las nubes blancas,
que de tantos amores que tienes confundes
el nombre de todos los días de cada semana,
tú eres mi Dios
y mis padres
y mi patria.

Tú, que tan dulcemente besas
que el cielo bocabajo se volcaba,
y que no se sabía de quién ya la lengua,
de quién la saliva, de puro sabrosa y templada,
tú eres mis leyes
y mi Dios
y mis padres
y mi patria.

Tú, que apacientas calaveras
por las praderas de la verde África
y a los rojos leones les echas de pasto
las rosas de leche de luna de Nuruquimagua,
tú eres mi ejército
y mis leyes
y mi Dios
y mis padres
y mi patria.

Eres mi ejército y mis leyes
y mi Dios y mis padres y mi patria,
y el ejército y Dios y las leyes y todas
las patrias y padres se creen que tú no eres nada:
que no eres nada.

Agustín García Calvo


Iam tempus est agi res


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