¡CUIDAMOS LA PÚBLICA!

'

El estante de los CUENTOS

Iniciado por ChusCyL, 02 Abril, 2013, 22:34:22 PM

Tema anterior - Siguiente tema

0 Miembros y 1 Visitante están viendo este tema.

ChusCyL




Ocurrió que debajo del felpudo había una llave...... pequeña, un tanto oxidada y que parecía  como si se hubiera caído allí por un descuido de su dueña o porque, con el tiempo, nadie se hubiera acordado de ella.

Cuando la tuvo en sus manos le dio un vuelco el corazón. Sin ser llamados acudieron, con exquisita nitidez, cielos abiertos, palabras nocturnas, caricias inacabadas, terrazas y barandas, la embriagadora luz del verde... ¿Alguien, en algún lugar, tenía una cajita gemela a la suya?

Julia se quedó sentada en los escalones de la entrada de la casa, pensativa, y con la mirada perdida, recordando cuándo fue la primera vez que vio aquella caja. De eso hacía ya mucho tiempo. Tanto que a su mente no llegaban con claridad las imágenes y aparecían como en pequeños estallidos. Un día lluvioso, un viaje en coche con su madre, una casa desconocida, risas en el comedor y, al fin, ella. Inés..... Entonces las imágenes aparecieron  en cascada, una tras otra.

Inés, la pizpireta. Sucesos lejanos en el tiempo, pero intensos en los  recovecos de la memoria. ¡Qué curioso el destino!... La madre de Julia cosía para fuera  y aquel día, excepcionalmente, llevaron a un domicilio desconocido para ella el elegante traje que con tanto esmero había confeccionado. Inés les abrió la puerta. Le faltó tiempo para invitar a Julia al jardín mientras sus madres se dedicaban a los menesteres de la costura. Sí... un encuentro fortuito fue el inicio de una larga y hermanada amistad.

La cajita llegó un tiempo después... cuando pasadas varias semanas, Inés y Julia volvieron a encontrarse por casualidad. Julia buscaba un libro entre los estantes de la librería cuando se tropezó y casi cayó encima de la persona que estaba detrás de ella.

-¡Vaya! Lo siento. No alcanzaba bien y perdí el equilibrio. Perdón.
- No te preocupes, Julia, son cosas que pasan.

Julia se volvió a mirar con más detenimiento a la persona que le estaba hablando. Se había excusado de forma mecánica sin fijarse mucho en ella. Así que se quedó sorprendida cuando comprobó que a quien casi había pisado era aquella muchacha con la que estuvo hablando en el jardín sobre las posibilidades de que existiera vida en otros mundos. Inés.

¡Cuántas locuras, viajes, celebraciones y momentos convertidos en sorbos vitales!
Sucedió en una de esas acampadas, cuando menos lo esperaba. Recordaba de él muy poco, pero se reconocieron en cuanto se encontraron. Desaparecieron de sus respectivos grupos y formaron un par ajeno a las miradas. Suyos fueron el tiempo, el cielo y el amanecer. Viajaron sin desplazarse, hicieron un mundo a su medida...

Pestañeó varias veces. Miró el reloj. Volvió a parpadear y cerró el puño apretando la llave hasta hacerse daño. Permaneció con los ojos cerrados un ratito haciendo en ese gesto la maniobra de aterrizaje, recolocó la constante sacudida, se envolvió con sus brazos para sentir el calor del último abrazo  y, por enésima vez, acarició con ternura la vida guardada en lo que ya era un sueño antes de que la añoranza hiciera acto de presencia y la obligara a frenar de golpe para no estrellarse.

Dejó la llave en el mismo lugar donde la encontró. Quizá mañana... tuviera ganas de adentrarse de nuevo en ese pasado que tanto había disfrutado y tanto daño le causaba. No quería recordar pero no lo olvidaba. Siempre presente y, aún así, ausente. ¿Qué podía hacer ahora ya? Todo aquello quedaba lejos en su memoria como si fuera un telón de fondo.

Le costaba desprenderse de ella, parecía como si la mano se negara a soltarla. Así que se quedó indecisa mirando al suelo, su mano, la llave y su mano de nuevo, abierta y en lo que parecía un gesto de petición de ayuda.
La duda se tornó en decisión y la mano se cerró sobre la llave como si fuera su prisionera. "No hay marcha atrás, esta vez no" pensó Julia mientras salía escaleras abajo con determinación.

Estaba segura; aún así lo comprobó al llegar a casa. Eran idénticas. Limpió cuanto pudo la herrumbre que la intemperie y el olvido habían dibujado en ambas caras. No la colocó junto a la suya. No por ahora. La envolvió en papel de seda, la ató con una cinta en cuyo extremo colocó una etiqueta en la que había escrito "Búscame en el viento" y le hizo un sitio encima de sus nortes y sus arenas; entre cometas, doradas piedras y poemas a la luz de la luna –borracha de mapas y de geografía-. Cerró la cajita y la guardó de nuevo.
¿Que venía después? Lo de siempre. Coche, carretera, música, pensamientos... un cóctel arriesgado, pero le sentaba bien conducir y respirar la paz de aquel lugar. Allí paseaba entre los árboles, escuchaba el refrescante transitar del arroyo, dejaba la mirada perdida en la inmensidad del horizonte y Julia se quedaba con Julia a solas.

Pasado un tiempo -no importaba cuánto-, inspiró profundamente, se puso en pie y regresó al coche.




[Oiga, no dejo una foto del mal estado en que se encuentran porque puede herir tu sensibilidad - más lectores no habrá ¿verdad?-  ::)  anaidburla  anaidsacalengua
Tengo bayetas y estropajos a tu disposición, y dónde jalearlos ¿hace? anaidrisa anaidrisa anaidrisa ]

Iam tempus est agi res

kermit



Ocurrió que debajo del felpudo había una llave...... pequeña, un tanto oxidada y que parecía  como si se hubiera caído allí por un descuido de su dueña o porque, con el tiempo, nadie se hubiera acordado de ella.

Cuando la tuvo en sus manos le dio un vuelco el corazón. Sin ser llamados acudieron, con exquisita nitidez, cielos abiertos, palabras nocturnas, caricias inacabadas, terrazas y barandas, la embriagadora luz del verde... ¿Alguien, en algún lugar, tenía una cajita gemela a la suya?

Julia se quedó sentada en los escalones de la entrada de la casa, pensativa, y con la mirada perdida, recordando cuándo fue la primera vez que vio aquella caja. De eso hacía ya mucho tiempo. Tanto que a su mente no llegaban con claridad las imágenes y aparecían como en pequeños estallidos. Un día lluvioso, un viaje en coche con su madre, una casa desconocida, risas en el comedor y, al fin, ella. Inés..... Entonces las imágenes aparecieron  en cascada, una tras otra.

Inés, la pizpireta. Sucesos lejanos en el tiempo, pero intensos en los  recovecos de la memoria. ¡Qué curioso el destino!... La madre de Julia cosía para fuera  y aquel día, excepcionalmente, llevaron a un domicilio desconocido para ella el elegante traje que con tanto esmero había confeccionado. Inés les abrió la puerta. Le faltó tiempo para invitar a Julia al jardín mientras sus madres se dedicaban a los menesteres de la costura. Sí... un encuentro fortuito fue el inicio de una larga y hermanada amistad.

La cajita llegó un tiempo después... cuando pasadas varias semanas, Inés y Julia volvieron a encontrarse por casualidad. Julia buscaba un libro entre los estantes de la librería cuando se tropezó y casi cayó encima de la persona que estaba detrás de ella.

-¡Vaya! Lo siento. No alcanzaba bien y perdí el equilibrio. Perdón.
- No te preocupes, Julia, son cosas que pasan.

Julia se volvió a mirar con más detenimiento a la persona que le estaba hablando. Se había excusado de forma mecánica sin fijarse mucho en ella. Así que se quedó sorprendida cuando comprobó que a quien casi había pisado era aquella muchacha con la que estuvo hablando en el jardín sobre las posibilidades de que existiera vida en otros mundos. Inés.

¡Cuántas locuras, viajes, celebraciones y momentos convertidos en sorbos vitales!
Sucedió en una de esas acampadas, cuando menos lo esperaba. Recordaba de él muy poco, pero se reconocieron en cuanto se encontraron. Desaparecieron de sus respectivos grupos y formaron un par ajeno a las miradas. Suyos fueron el tiempo, el cielo y el amanecer. Viajaron sin desplazarse, hicieron un mundo a su medida...

Pestañeó varias veces. Miró el reloj. Volvió a parpadear y cerró el puño apretando la llave hasta hacerse daño. Permaneció con los ojos cerrados un ratito haciendo en ese gesto la maniobra de aterrizaje, recolocó la constante sacudida, se envolvió con sus brazos para sentir el calor del último abrazo  y, por enésima vez, acarició con ternura la vida guardada en lo que ya era un sueño antes de que la añoranza hiciera acto de presencia y la obligara a frenar de golpe para no estrellarse.

Dejó la llave en el mismo lugar donde la encontró. Quizá mañana... tuviera ganas de adentrarse de nuevo en ese pasado que tanto había disfrutado y tanto daño le causaba. No quería recordar pero no lo olvidaba. Siempre presente y, aún así, ausente. ¿Qué podía hacer ahora ya? Todo aquello quedaba lejos en su memoria como si fuera un telón de fondo.

Le costaba desprenderse de ella, parecía como si la mano se negara a soltarla. Así que se quedó indecisa mirando al suelo, su mano, la llave y su mano de nuevo, abierta y en lo que parecía un gesto de petición de ayuda.
La duda se tornó en decisión y la mano se cerró sobre la llave como si fuera su prisionera. "No hay marcha atrás, esta vez no" pensó Julia mientras salía escaleras abajo con determinación.

Estaba segura; aún así lo comprobó al llegar a casa. Eran idénticas. Limpió cuanto pudo la herrumbre que la intemperie y el olvido habían dibujado en ambas caras. No la colocó junto a la suya. No por ahora. La envolvió en papel de seda, la ató con una cinta en cuyo extremo colocó una etiqueta en la que había escrito "Búscame en el viento" y le hizo un sitio encima de sus nortes y sus arenas; entre cometas, doradas piedras y poemas a la luz de la luna –borracha de mapas y de geografía-. Cerró la cajita y la guardó de nuevo.
¿Que venía después? Lo de siempre. Coche, carretera, música, pensamientos... un cóctel arriesgado, pero le sentaba bien conducir y respirar la paz de aquel lugar. Allí paseaba entre los árboles, escuchaba el refrescante transitar del arroyo, dejaba la mirada perdida en la inmensidad del horizonte y Julia se quedaba con Julia a solas.

Pasado un tiempo -no importaba cuánto-, inspiró profundamente, se puso en pie y regresó al coche. Era la llave, no había duda. ¡Cuánto tiempo había estado esperando aquello!  Y, ahora que había sucedido, no estaba segura de qué hacer. Tanto tiempo planeando el encuentro, las posibles respuestas, las posibles decepciones, los futuros acuerdos o desacuerdos.... ¡Cuántas situaciones imaginadas! No era tiempo de dudar. Debía superar sus miedos y arriesgarse. Si no lo hacía corría el riesgo de quedarse atrapada en esa especie de limbo que no le satisfacía en absoluto.

Y ocurrió que.... El viento la buscó..... pero ésa es otra historia. Fin.




Ea, para que no me rajes más..... qué neuronas ni qué leches!!! Y déjate de bayetas... que ya me las conozco y no tengo ganas de más  anaidsacalengua anaidsacalengua anaidsacalengua anaidsacalengua  anaidsacalengua anaidsacalengua anaidsacalengua anaidsacalengua anaidsacalengua anaidsacalengua anaidsacalengua
Tú te crees que la gente pierde el tiempo leyendo a dos locas?? Pues no. Tienen otras cosas que hacer ..... por eso me encanta el recreo.....cejasnena cejasnena cejasnena cejasnena cejasnena cejasnena cejasnena cejasnena cejasnena cejasnena

Anyway the wind blows...

ChusCyL


Y ocurrió que.... El viento la buscó..... pero ésa es otra historia. Fin

(O no)
Iam tempus est agi res

ChusCyL

 anaidaplausos anaidaplausos anaidaplausos anaidaplausos anaidaplausos anaidaplausos anaidaplausos anaidaplausos anaidaplausos anaidaplausos

Para ti  anaidbesos anaidbesos anaidbesos anaidbesos anaidbesos

Para todas las que dejasteis aquí vuestro cuento Odri, albam, piliki, gimenosa, m.jesús, Julia  anaidbesos anaidbesos anaidbesos anaidbesos anaidbesos

Y para usté, caballeroanaidbesos anaidbesos anaidbesos

Gracias a los que pasan por aquí a leerlos (por si acaso hay alguien  :D


Feliz verano, provechoso descanso


Iam tempus est agi res

kermit

Gatita, gatita.... Espero que no estuvieras pensando en mi cuando viste esto y me lo enviaste..... anaidburla anaidburla anaidburla anaidburla anaidburla anaidburla anaidburla anaidburla anaidburla
Que una es torpe informática pero no tanto.... Yo lo hubiera enviado en una caja con embalaje de pompitas !!! anaidrisa anaidrisa anaidrisa anaidrisa anaidrisa anaidrisa anaidrisa anaidrisa anaidrisa anaidrisa anaidrisa anaidrisa


Typing - A Habitual Aniboom Animation by Daniel Erhart
Anyway the wind blows...

kermit

Tal vez este cuento esté bien.... no lo encuentro en formato pdf ni en nada.... Sólo este "aperitivo"

http://barquitosdepapelaladeriva.wordpress.com/2012/08/20/mi-abuelo/

Buen día....  anaidbesos anaidbesos anaidbesos anaidbesos anaidbesos anaidbesos
Anyway the wind blows...

kermit

Anyway the wind blows...

kermit



Recomiendo este libro para todas aquellas personas que sean "poco afortunadas" en esto de las artes manuales (entre las cuales me incluyo...torpe, torpe, torpe).
Se sigue bien el dibujo porque está en dos colores y se ve claramente cuál es un lado y cuál otro. Y los dibujos están claros.

Yo he conseguido hacer los primeros.... Y si yo lo he conseguido..... Cualquiera puede!!!!

(He hecho un Pingü....  cejasnena cejasnena cejasnena cejasnena cejasnena)
Anyway the wind blows...

kermit

Hoy también voy a hacer una recomendación....

Por favor, la próxima vez que se me ocurra recomendar algún otro libro de manualidades..... NO ME HAGAIS NI CASO...... anaidrisa anaidrisa anaidrisa anaidrisa anaidrisa anaidrisa anaidrisa anaidrisa anaidrisa anaidrisa anaidrisa

Maldita papiroflexia ..... anaidburla anaidburla anaidburla anaidburla anaidburla anaidburla............ Ya me he atascado en la paloma  >:( >:( >:( >:( >:( >:( >:( >:( >:(
Anyway the wind blows...

kermit


"Alguien había dejado el grifo abierto. Pero el dueño de la casa nunca volvió; quién sabe dónde había ido a parar... al final sucedió, que el agua, de tanto acumularse, rebosar y desparramarse por todas partes, hizo nacer un hombre: alto, azul, transparente y cristalino".



Él sólo pretende ayudar, buscar su lugar en el mundo, en ese mundo que sin conocerlo ya lo juzga, lo ignora o rechaza. Pero como en la vida misma el tiempo pone las cosas en su sitio y es ese tiempo el que hará que todos confíen en él y comprendan que no es peligroso...


           

     

Parece interesante y me gustan las ilustraciones.... Alguien lo ha leído??

Anyway the wind blows...


¡CUIDAMOS LA PÚBLICA!

'