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Lomloe: La mala educación

Iniciado por CortoMaltes, 21 Agosto, 2023, 01:52:37 AM

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Arturo80

Pues usted escribe muy bien y estoy totalmente de acuerdo con lo que dice. Desde mi humilde punto de vista, si hay alguien que le contradice, es porque no ama la educación y el auténtico saber, y sólo quiere enrevesar para el ocultar sus carencias.
Cita de: CortoMaltes en 21 Agosto, 2023, 01:52:37 AM
Si no lo digo, reviento. Como tantos colegas profesores, me encuentro en el trance de elaborar la programación didáctica para este curso aciago, lidiando con el imperativo legal de la LOMLOE, y les juro que no puedo más.

Pongo en antecedentes a los lectores para que nadie se llame a engaño: no busquen ninguna intencionalidad partidista en estas opiniones, pues me considero una persona de ideas progresistas que, supuestamente, debería estar de acuerdo con esta ley (pero va a ser que no); tampoco soy ningún novato ni hablo sin conocimiento de causa: después de casi 35 años de experiencia como docente en Educación Secundaria, me he tenido que tragar todas las reformas educativas que se han sucedido desde la LOGSE, cada una peor que la anterior hasta llegar a esta cosa llamada LOMLOE, un engendro pseudo‑pedagógico, disruptivo, fuera de quicio, que se me antoja ya puro delirio lisérgico; tampoco me tengo por idiota ni creo tener menos sesera que los redactores de la ley, y a pesar de ello no comprendo nada, ni jota, del galimatías que inunda sus páginas, escritas en esa jerga retorcida y tramposa, neolengua casi orwelliana, tan de moda entre los iluminados que se dicen pedagogos; y aún digo más, como activista en defensa del Patrimonio y del Medio Ambiente me ha tocado manejar numerosos textos legales y normativos complejos, planes de ordenación urbana, evaluaciones de impacto ambiental y expedientes de todo tipo que, sin embargo, he sido capaz de comprender y contestar con argumentos: ¿Cómo puede ser que una ley educativa, la que afecta al desempeño de mi profesión, me resulte completamente incomprensible? ¿Cómo es que después de 35 años dando clase me vea incapaz de redactar una programación y, todavía peor, de poder aplicarla? ¿No les parece que algo huele mal en todo esto? Apenas me sirve el consuelo de compartir esta frustrante sensación con otros compañeros profesores, pero lo cierto es que no conozco a ningún colega que sepa verdaderamente de qué va esta ley, y aquellos que admiten entender algo se deshacen como un azucarillo en cuanto les formulas alguna pregunta mínimamente comprometida, también los supuestos ʺexpertosʺ, entregados enseguida a la verborrea hueca de la norma como quien repite las consignas de una secta.

Si no me creen, ármense de valor y prueben a leer el texto legal. Ya les advierto que hay que tener estómago. Encontrarán perlas como las ʺCompetencias claveʺ, las ʺCompetencias específicasʺ, los ʺDescriptores operativosʺ, los ʺSaberes básicosʺ, las ʺSituaciones de aprendizajeʺ, los ʺProyectos interdisciplinariosʺ, los ʺIndicadores de logroʺ, las ʺEvaluaciones de diagnósticoʺ o los ʺPerfiles de salidaʺ, arcanos de pomposo significante y abstruso significado con las patas bien cortas: ¿Entienden ustedes algo de todo esto? Yo tampoco. Pero no se trata sólo de una sustitución de ʺpalabrosʺ sobre los escombros de leyes anteriores, aunque no deja de ser curioso que aquellos ʺEstándares de aprendizaje evaluablesʺ, aquellas ʺRúbricasʺ, aquellas ʺPonderacionesʺ y otras ocurrencias neoliberales de la ley derogada (la ridícula LOMCE o Ley Wert), que hasta hace bien poco eran la repera limonera y fueron defendidas por sus acólitos como lo más de lo más en innovación educativa, ya sean restos de un naufragio, chatarra conceptual, pasto del olvido.

    No, la LOMLOE es mucho peor que cambiar de nombres o de secta, es una trama perversa de conceptos imbricados, relacionados, entrelazados, ramificados, retorcidos hasta lo enfermizo, un maremágnum perpetrado por malos tecnócratas y peores pedagogos que el docente se verá obligado a seguir a pies juntillas a la hora de calificar a sus alumnos y que le llevará a manejar miles de datos sobre decenas y decenas de aspectos, a cual más pintoresco y variopinto, muy lejos de la verdadera educación. Valga como ejemplo la estimación realizada por una compañera, profesora de Tecnología, en la que demuestra lo que le aguarda a quien se someta al dictado de la ley: en esa misma materia, tal docente acabará manejando hasta 81.600 calificaciones por trimestre (han leído bien: ochenta y una mil seiscientas notas parciales), a razón de 680 cada estudiante, como resultado de multiplicar los 34 descriptores operativos por 20 criterios de evaluación y por 120 alumnos. Ni el estajanovista más convencido y canalla se atrevería a exigir semejante estupidez, así que comprenderán que, sólo por este motivo, la LOMLOE ya es tan inoperante como inaplicable, por mucho que se empeñen los ideólogos lumbreras que la han elaborado. Por cierto, no estaría de más que todos supiéramos quiénes son y a qué se dedican, aparte de parir leyes imposibles como esta, pues sería un dato crucial para cuando haya que reunir un buen equipo docente (y decente) capaz de redactar una ley educativa cabal y duradera: cualquiera menos ellos en tal equipo, desde luego.

Hasta ahora me he referido únicamente a cuestiones nominales y cuantitativas, pero en lo que se refiere a lo cualitativo, a ese anhelo social por la calidad de la enseñanza, me temo que la LOMLOE también hace aguas: se menosprecia el conocimiento y se sustituye por ese mantra intangible de las ʺcompetenciasʺ sin atender a lo importante. Spoiler: se avecina otro naufragio como el de las leyes anteriores, o incluso peor. En una reciente entrevista en El Confidencial, la profesora Irene Murcia explicaba este absurdo en términos coloquiales (¡sin utilizar la funesta neolengua de los pedagogos!) para decir que, gracias a la nueva ley, nuestros ʺcompetentesʺ alumnos quizá alcancen a hacer la ʺOʺ con un canuto, pero ignorando qué es la ʺOʺ y sin saber qué es un canuto. Tómenlo como símil de lo que está por venir en la formación de nuestros chavales, porque así será el futuro, amigos: ¿Y para este viaje a ninguna parte tendremos que manejar tantos miles de datos y consideraciones? ¿Para tan magro resultado hemos de prescindir de lo que de verdad importa? ¿En esta miseria educativa vamos a gastar sus impuestos y los míos?
Descriptores imposibles

Para que vean el nivel de sinsentido al que llega la nueva norma, les muestro un ejemplo mínimo de lo que se ha previsto para quienes hayan conseguido hacer la ʺOʺ con el canuto tras la devaluada ESO pasando de curso en curso como si de verdad hubieran aprendido algo. Según nuestros lumbreras leguleyos, al acabar el Bachillerato y sólo en relación con una de las ocho competencias clave (concretamente la ʺCompetencia en conciencia y expresiones culturalesʺ), uno de los seis descriptores operativos asociados establece que el alumno debería demostrar que ʺPlanifica, adapta y organiza sus conocimientos, destrezas y actitudes para responder con creatividad y eficacia a los desempeños derivados de una producción cultural o artística, individual o colectiva, utilizando diversos lenguajes, códigos, técnicas, herramientas y recursos plásticos, visuales, audiovisuales, musicales, corporales o escénicos, valorando tanto el proceso como el producto final y comprendiendo las oportunidades personales, sociales, inclusivas y económicas que ofrecenʺ.

Así, con un par. Se ve que los redactores se vinieron arriba y, como suele decir mi hermana, se tiraron el pedo más alto que el culo, ebrios de lo suyo hasta el infinito y más allá. Miren ustedes, soy profe de Dibujo con formación en Bellas Artes (licenciatura), estudios de Diseño (un curso), de Geografía e Historia (cuatro cursos de la antigua licenciatura) y de doctorado en Arquitectura en su última fase (algún día acabaré la tesis), he trabajado como ilustrador y participado como actor y escenógrafo en varias formaciones teatrales; pues bien, con esa mochila vital a cuestas les aseguro que ni de lejos conseguiría demostrar mi competencia en tal ʺDescriptor operativoʺ, y no es más que uno de los seis exigibles para una sola de las ocho competencias clave establecidas. Pues así con todo: multipliquen y resuelvan ustedes la cantidad de disparates que nos veremos obligados a evaluar si cumplimos la legalidad vigente, por no mencionar el tiempo que tales cuestiones van a consumir: estupor en la redacción de las programaciones didácticas, desconcierto en la práctica docente del día a día y muchas horas extra en casa para no avanzar ni de aquí a la esquina. Viva la educación ʺmodernaʺ.
Intromisión

Por otra parte, la nueva ley es un verdadero insulto a la inteligencia y a la capacidad de los docentes, pues constituye una intromisión inaceptable en la libertad metodológica del profesor: ¿por qué ha de ser mejor seguir el dictado de estos pedagogos ensimismados y sus ocurrencias teóricas, ajenas a la compleja dinámica de las aulas, que el buen hacer de quienes llevamos décadas enseñando, es decir, constatando la eficacia de nuestro trabajo?, ¿dónde quedó aquello del librillo del maestrillo y la libertad de cátedra? Sólo pedimos que nos dejen trabajar honestamente, sin la tiranía de la burocracia, sin injerencias dimanadas de la supuesta superioridad moral e intelectual de los (malos) pedagogos, sin el corsé de una ley mal planteada, insensata, excesiva y sectaria.

La nueva ley educativa es imposible de aplicar y todos lo saben (todos menos los lumbreras de la secta, supongo), pero casi nadie se atreve a decirlo dentro del rebaño. Pertenezco a dos sindicatos progresistas y nadie dice ni mu, otro rebaño dócil ante una ley absurda y desquiciada (si esto sigue así, me tendré que dar de baja y donar el importe de mis cuotas sindicales a alguna oenegé menos acomodaticia).

    En mi opinión, lo único decente que se puede hacer con esta colección de sandeces legislativas llamada LOMLOE es retirarla cuanto antes y llevar a reciclar el papel en el que se ha impreso. No tengo muy claro que el profesorado necesite ninguna ley para hacer bien su trabajo; es más, nuestros alumnos llevan aprendiendo lo que debían aprender gracias a que sus profesores cumplieron con esa responsabilidad, aun en contra de las leyes nefastas que se han sucedido durante décadas, pero si finalmente nos arremangamos para elaborar un marco educativo coherente y útil a la sociedad (exactamente lo contrario de lo que ofrece la LOMLOE y su mala, malísima educación), dejemos a los pedagogos entretenidos con sus cosas, absortos en sus torrecitas de marfil trinando la neolengua, y contemos con quienes saben educar de verdad: los profesores bien fajados, con muchos cursos a sus espaldas y enorme experiencia humana lejos de excrecencias lingüísticas como las ʺCompetencias claveʺ, las ʺCompetencias específicasʺ, los ʺDescriptores operativosʺ, los ʺSaberes básicosʺ, las ʺSituaciones de aprendizajeʺ, los ʺProyectos interdisciplinariosʺ, los ʺIndicadores de logroʺ, las ʺEvaluaciones de diagnósticoʺ, los ʺPerfiles de salidaʺ y otros inescrutables desatinos.

Y entonces se demostrará que para garantizar una educación excelente a nuestras generaciones más jóvenes sólo se necesitan cuatro cosas: una buena relación de contenidos socialmente consensuados, distribuidos en materias (el temario de toda la vida: ¡adquirir conocimiento no es pecado, oiga!), aunque sin olvidar las destrezas, las actitudes y los valores; unos criterios de evaluación y de calificación precisos y sencillos de aplicar (nunca este laberinto atroz de la LOMLOE); una ratio razonable para atender a la diversidad (muy por debajo de los treinta alumnos por grupo: quince, por ejemplo) y suficiente asignación presupuestaria para dotar de medios al profesorado (no se pueden esperar resultados finlandeses o coreanos con presupuestos de la fallida Senegambia, ustedes ya me entienden). Y poco más: se lo juro por lo más sagrado –por la sagrada buena educación– con la perspectiva que dan 35 años de brega en este oficio.

Así pues, ¿volvemos a las barricadas para desactivar esta ley absurda o seguimos en el redil perfeccionando las diversas competencias del balido?

Artículo de opinión de José Muñoz Domínguez.
Profesor de dibujo

https://www.acueducto2.com/lomloe-la-mala-educacion/

Enric

Aparezco para recordar a todos los docentes que pasen por aquí que al ser funcionarios (interinos o de carrera) estamos obligados a aplicar la legislación, por poco que nos guste, estamos obligados a conocer la legislación (es decir, a leerla, estudiarla, intentar comprenderla), y que todo eso viene en la nómina a final de mes. Que si no queremos aplicar la ley, si no queremos hacer el esfuerzo de comprenderla, o si no nos gusta, siempre podemos llamar a RRHH y decir que no nos pasen la nómina ya, y buscar otra ocupación que sí nos realice.

No lo digo por nadie en concreto, que nadie me salte, es que llevo mucho tiempo a funcionarios con toda la cara diciendo que ellos no aplican tal o cual cosa, que ellos (y ellas) no le van a dedicar atención a eso o aquello, ya sea porque no les gusta o por que se indignan, o por lo que sea. Pero luego la nómina no les suele indignar tanto.


Profe_de_geh

Compañero, el debate es sano y sobre esta ley deberíamos debatir. Aplicarla sí, debatir sobre ella y exponer q nos parece también es nuestra obligación como servidoras publicas.


Cita de: Enric en 21 Agosto, 2023, 12:48:47 PM
Aparezco para recordar a todos los docentes que pasen por aquí que al ser funcionarios (interinos o de carrera) estamos obligados a aplicar la legislación, por poco que nos guste, estamos obligados a conocer la legislación (es decir, a leerla, estudiarla, intentar comprenderla), y que todo eso viene en la nómina a final de mes. Que si no queremos aplicar la ley, si no queremos hacer el esfuerzo de comprenderla, o si no nos gusta, siempre podemos llamar a RRHH y decir que no nos pasen la nómina ya, y buscar otra ocupación que sí nos realice.

No lo digo por nadie en concreto, que nadie me salte, es que llevo mucho tiempo a funcionarios con toda la cara diciendo que ellos no aplican tal o cual cosa, que ellos (y ellas) no le van a dedicar atención a eso o aquello, ya sea porque no les gusta o por que se indignan, o por lo que sea. Pero luego la nómina no les suele indignar tanto.
Docente siempre en lucha

godob

Cita de: Enric en 21 Agosto, 2023, 12:48:47 PM
Aparezco para recordar a todos los docentes que pasen por aquí que al ser funcionarios (interinos o de carrera) estamos obligados a aplicar la legislación, por poco que nos guste, estamos obligados a conocer la legislación (es decir, a leerla, estudiarla, intentar comprenderla), y que todo eso viene en la nómina a final de mes. Que si no queremos aplicar la ley, si no queremos hacer el esfuerzo de comprenderla, o si no nos gusta, siempre podemos llamar a RRHH y decir que no nos pasen la nómina ya, y buscar otra ocupación que sí nos realice.

No lo digo por nadie en concreto, que nadie me salte, es que llevo mucho tiempo a funcionarios con toda la cara diciendo que ellos no aplican tal o cual cosa, que ellos (y ellas) no le van a dedicar atención a eso o aquello, ya sea porque no les gusta o por que se indignan, o por lo que sea. Pero luego la nómina no les suele indignar tanto.
Mi único compromiso es con el alumno.
Y desde luego haré todo lo posible para que aprenda saltandome lo que haga falta.
La ley está para crear cabezas huecas.


respublica

A propósito de todo esto, recomiendo una pausada y atenta lectura:

Regreso al pasado: el discurso reaccionario en la educación


Saludos.

- Cuando todos piensan igual, ninguno está pensando -

respublica

Y otra más:

El discurso rojipardo en educación

- Defienden la 'cultura del esfuerzo', meritocrática y neoliberal hasta la médula. Su discurso excluye conceptos como capital cultural y social, expectativas de éxito o fracaso e igualdad de oportunidades.


Saludos.

- Cuando todos piensan igual, ninguno está pensando -

respublica

Cita de: godob en 21 Agosto, 2023, 13:25:09 PM
Mi único compromiso es con el alumno.

Suponiendo que fuese cierto, que no lo es, porque no tienes un contrato de trabajo con ningún alumno, ¿tú decides qué es mejor para ese alumno?

De ser así, todos podríamos hacer lo que nos diera la gana.

Lo cierto es que como funcionarios públicos, de carrera o interinos, todos tenemos la obligación de conocer la legislación vigente en nuestro ámbito de actuación, y actuar conforme a ella.


Saludos.

- Cuando todos piensan igual, ninguno está pensando -



godob

Cita de: respublica en 21 Agosto, 2023, 14:28:33 PM
Cita de: godob en 21 Agosto, 2023, 13:25:09 PM
Mi único compromiso es con el alumno.

Suponiendo que fuese cierto, que no lo es, porque no tienes un contrato de trabajo con ningún alumno, ¿tú decides qué es mejor para ese alumno?

De ser así, todos podríamos hacer lo que nos diera la gana.

Lo cierto es que como funcionarios públicos, de carrera o interinos, todos tenemos la obligación de conocer la legislación vigente en nuestro ámbito de actuación, y actuar conforme a ella.


Saludos.
Lo que decido es no engañar a mis alumnos proponiendo que sin esfuerzo no se llega a ningún lado.
En los artículos que has puesto se retuerce de forma indigna el concepto de esfuerzo para unirlo a la ultraderecha
y a los tiempos de Franco, como si yo, obviamente que debo ser de derechas o ultraderechas no quisiera que mis
hij@s y mis alumn@s no tengan las mismas oportunidades.
Apropiarse del discurso social y de oportunidades para sólo aquel que sigue las directrices de la nueva pedagogía es lo
más perro que me he echado a la cara.
Y sí, sé lo mejor para mis alumnos, y es que aprenden que hay que esforzarse, porque es lo que se van a encontrar
después en todos sitios.
Y no, no quiero que trabajen 12 horas seguidas como pone el artículo, manipulando las opiniones para colgarnos a
todos los que vemos la vergüenza que supone no enseñar a los alumnos que hay que trabajar, como los apestados
de derechas que queremos dar clases como en los 70.
Y sí, tengo en cuenta todo sus problemas en casa, si no tienen un espacio para trabajar o si sus familias tienen
problemas de todo tipo.
No! Yo uso tecnología, metodologías nuevas, trabajos en grupo, pero con TRABAJO!!! LO ENTIENDES?
y soy de izquierdas, pero no gilipollas.
A mis hijos quiero que le enseñen a partirse la cara para aprender, no que le diviertan como los payasos de circo.
No hay mejor manera de crear igualdad de oportunidades que enseñando a ESFORZARSE, lo que no significa que se traten a todos de igual manera como nos quieres hacer creer.
El cuento de si no estás conmigo eres de ultraderecha está ya muy manido.
Saludos

Tizzy

Muy bueno el artículo del tal José Muñoz. La Lomloe es una indefendible castaña para cualquiera que se dedique a esto y no esté profundamente ideologizado.


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