¡CUIDAMOS LA PÚBLICA!

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ELECCIONES DEL 24 DE MAYO

Iniciado por RM, 10 Abril, 2015, 21:08:35 PM

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RM

Yo lo que veo es que el cambio y la regeneración no se limita a la izquierda tradicional y a muchos de sus mensajes y que hay propuestas y mensajes  que la izquierda tradicional no las hace,no las hace bien  o no las hace de tal manera que las asuma la gente corriente.

Si la gente sigue votando a partidos que han demostrado ya que son un fraude con hechos probados(PP,PSOE,IU) ¿por qué no va a apostar por un nuevo partido que puede(o puede que no )sea un fraude?.Y me refiero a Podemos o a Ciudadanos.

Los partidos tradicionales están haciendo  cosas que antes no hacían forzados por:15 M,Podemos,Ciudadanos o UPyD.Por mucho fraude que puedan ser.


RM

Un par de ejmplos:

Dos consejeros del PP en Madrid han dimitido hoy.

Chaves y Griñán van de retirada.

Si no existieran Podemos o Ciudadanos y siguiéramos con lo de antes(PP o Psoe),no habríamos visto nada de ésto, seguirán diciendo los del PPSOE que hasta que hubiera sentencia no dimite ni Dios.


respublica

Ya era hora...

La dirección de IU Madrid dimite en bloque tras el "fracaso sin precedentes" el 24-M


Aunque el motivo es en realidad otro:

La mayoría de IU apoya romper con su federación madrileña

Tras la guerra interna de los últimos meses y el desastre electoral del 24-M, la próxima batalla interna será por desfederar IU-CM y recuperar a parte de la militancia que abandonó para trabajar en las candidaturas de unidad popular por las que aboga Alberto Garzón.

- Cuando todos piensan igual, ninguno está pensando -

respublica



Alberto Garzón


En los últimos meses, miles de personas corrientes han dedicado innumerables esfuerzos a constituir las llamadas candidaturas de unidad popular en muchas ciudades del país. Protagonistas, ritmos, códigos políticos y hasta nombres y logotipos han variado de un lugar a otro. Los resultados, naturalmente, han sido igualmente dispares.

En la mayoría de las plazas electorales, por lo general municipios pequeños y medianos, ni siquiera se llegó a intentar porque no había con quién unirse. En muchos otros espacios los intentos acabaron empantanados en rocosas negociaciones entre distintos partidos, corrientes, facciones e intereses, derivando casi siempre en varias candidaturas enfrentadas entre sí. Y en pocos sitios, muy pocos, se concluyó con candidaturas que aglutinaban a la totalidad de los sujetos políticos contestatarios del territorio en cuestión. En definitiva, los procesos no han sido nada fáciles y han estado cruzados por ingentes obstáculos de distinta naturaleza (jurídicos, materiales, metodológicos... pero casi nunca, por cierto, político-programáticos).

Tras los resultados y con este complejo puzzle es fácil que cada cuál encuentre un hábil argumento con el que justificar una prejuiciosa posición sobre la unidad popular o sobre el tipo de unidad popular necesaria. Y eso ocurre incluso aunque se trabaje con votos y, por lo tanto, con números que conceden a nuestras ideas la siempre elegante apariencia de rigurosidad. Pero los economistas bien sabemos que los datos pueden siempre torturarse hasta que confiesen lo que nos apetece. Y aquí no es distinto, sea la lente morada, verde o roja.

¿Fue AhoraMadrid, Barcelona en comú o la Marea Atlántica la demostración de que la Unidad Popular es el instrumento para ganar las ciudades para la gente? Pues depende. Y a veces a esa duda seguirá una interminable lista de comparaciones y argumentos rocambolescos que, por lo que estoy viendo, tiene más de ingeniería social que de análisis político. Unos dirán que lo de AhoraMadrid era por la fuerza del liderazgo de Carmena; otros que ese liderazgo no existió en Coruña; otros que Zaragoza en común sacó los mismos votos que Podemos; otros que IU en Zamora consiguió en solitario un 30%; otros que Podemos sacó en Cádiz un 29% y Cádiz en Común un 8%; otros que si Ganemos Córdoba e IU Córdoba hubieran ido unidas se hubiese ganado la alcaldía... No faltarán argumentos o excusas para lo que sea.

Cuando algunos afirmamos que «la Unidad Popular es el único camino» estamos siendo ciertamente rotundos. Pero para explicarlo adecuadamente conviene añadir cuatro cuestiones relevantes. La primera, ¿a qué llamamos realmente Unidad Popular? La segunda, ¿para quién es el único camino? La tercera, ¿hacia dónde nos dirige ese camino? La cuarta, ¿cuál es el método de la Unidad Popular? Todas ellas son preguntas que me parecen esenciales.

En primer lugar porque la Unidad Popular no es una herramienta de comunicación política o una marca electoral. Es, muy al contrario, un instrumento político para transformar la sociedad. Y en tanto que la sociedad no se transforma únicamente mediante las elecciones, la Unidad Popular es algo más amplio que un acuerdo para conformar candidaturas electorales. La Unidad Popular son las mareas en defensa de los servicios públicos, las huelgas generales o las movilizaciones populares para detener desahucios. En todos esos momentos políticos hay transversalidad de actores (varios partidos, sindicatos o gente no adscrita a organizaciones) y en todos ellos hay fines políticos y medios enfocados desde la unidad. La hipótesis que subyace es que no es posible transformar la sociedad sólo ganando las elecciones o sin una ciudadanía activa que ejerce su papel continuamente. De ahí que una de las muchas y grandes enseñanzas que ofreció Ada Colau durante la gestación de Barcelona en comú fue la explícita intención de «luchar juntos en las instituciones lo que antes se había luchado juntas en las calles».

En segundo lugar, porque conviene desvelar al beneficiario de la Unidad Popular. Al fin y al cabo, lógicamente uno puede dudar de si quien sale verdaderamente favorecido con un proceso de Unidad Popular es el pueblo, como ente abstracto, o por el contrario el sujeto que recibirá el acta de concejal o de diputado. O incluso las formaciones que, en aras de la unidad, salvan su existencia electoral o mejoran sus ingresos económicos. De la misma forma que puede negarse la Unidad Popular exactamente por las mismas razones. Tanto da. A estas últimas posibilidades solemos llamarlas tacticismo, es decir, una toma de decisiones empujadas no por convicciones sino por razones de índole no esencialmente política.

Pero, en ausencia del siempre bochornoso tacticismo, ¿quién se beneficia de la Unidad Popular? A mi juicio, la gente corriente y sencilla. Los de abajo, la base explotada de un sistema político y económico diseñado para el saqueo y el expolio. Quienes organizándose políticamente pueden evitar la consolidación de un orden social regresivo dirigido por una minoría social. Es decir, quienes tienen en su mano evitar la consolidación del neoliberalismo como proyecto económico, social y civilizatorio. Sin Unidad Popular, sin mareas y sin candidaturas populares, el capitalismo se reajustará sobre la base de nuevas y dolorosas medidas contra la gente y el medio ambiente. No hace falta mirar al horizonte puesto que ya está sucediendo tal reajuste, entrando en un escenario de precariedad estructural. Esos son los retos ante los que la Unidad Popular es la respuesta. Así las cosas, la Unidad es necesaria no para las formaciones políticas y sus miembros, como maquinarias burocráticas o burócratas, sino para la gente y sus aspiraciones de vivir bien.

En tercer lugar, la Unidad Popular tiene objetivos políticos y no meramente electorales. Es decir, si hay que frenar al neoliberalismo y, además, construir otro mundo necesario y posible, necesitamos entender que no vale con aspiraciones mediocres -tanto electorales como no electorales. Dicho de otro modo, la Unidad Popular no aspira a conquistar el 20% del electorado sino a representar a la mayoría social y ser instrumento de cambio real. Eso significa que un 5%, 10% o 20% es siempre insuficiente. Del mismo modo que es contraproducente convertir lo que es un movimiento político y social en una maquinaria electoral. Estas son las críticas que siempre, desde mi militancia más activa, he realizado sin descanso a la deriva institucionalizada de IU.

Así las cosas la Unidad Popular se define en torno a un marco político-programático del que se está hablando muy poco. ¿Cómo van a poder resistir las candidaturas de unidad popular la reacción del poder económico? ¿qué tipo de coordinación popular necesitamos para desarrollar nuestros proyectos rupturistas? ¿cuál es la política de alianzas de una fuerza rupturista en un marco como el actual? ¿con qué cuadros y personas con preparación se cuenta para todo el proyecto? Todas estas preguntas, que son las verdaderamente cruciales, están demasiado abandonadas en beneficio de los cálculos electoralistas.

En cuarto lugar, la Unidad Popular ha de construirse desde abajo y de forma participativa. No podría ser de otra forma si hablamos de movimientos de democracia radical. Ahí los ecos muy actuales del 15-M, pero también de la Comuna de Paris. Sin embargo, los diseños concretos de los mecanismos pueden variar en función de contextos y realidades políticas. Lo que sí que no cabe es la vieja idea del "Frente Único por la Base", que traducido al lenguaje coloquial es algo así como "la unidad popular soy yo". Esa desastrosa idea fue dominante en los partidos comunistas de los años veinte y treinta, hasta que el fracaso estrepitoso hizo cambiar de estrategia. En España fue Bullejos quien, como secretario general del PCE, mantuvo hasta 1932 una posición dogmática y sectaria para impedir negociaciones con otras fuerzas políticas. Para Bullejos el PCE era en sí mismo la Unidad Popular. El fracaso de las izquierdas en las elecciones de 1933 –sólo un diputado por el PCE, y además en heterodoxa candidatura de unidad malagueña- catalizó los cambios y ya en 1936 cristalizó el Frente Popular. Al fin y al cabo, la Unidad Popular se construye desde la autonomía de todos los participantes y los socialistas no iban a entrar en la "Unidad Popular" del PCE bajo los aparatos del propio PCE.

Ahora bien, ¿por qué he querido hacer estas aclaraciones? Me parecía honesto señalar que los retos ante los que nos enfrentamos son tan grandes que requieren de la generosidad, el trabajo y el ánimo de todos nosotros. Y que eso comienza con hacer análisis adecuados y, en la medida de lo posible, desprovistos de juicios preestablecidos.

Para mí Ahora Madrid, Zaragoza en Común, la Marea Atlántica o Barcelona en comú sí son constataciones de que la Unidad Popular es el instrumento necesario. Y creo eso mismo porque han logrado romper el juego tradicional del bipartidismo, responsable político de la situación actual y del giro neoliberal. Me importa bien poco que las candidaturas de Unidad Popular hayan sacado más o menos votos que las de Podemos o IU en solitario. No me parece ese el debate.

Lo que me preocupa es que en las autonómicas no haya existido esa ruptura y que ninguna fuerza contestataria haya superado el 14% de votos de media. Pues ese voto político es el que puede trasladarse fácilmente a unas elecciones generales. Significativamente supondría abrir la puerta a un parlamento más plural pero también a un gobierno igualmente comprometido con la oligarquía y sus intereses. No obstante, me interesa, y mucho, lugares donde la suma generosa de esfuerzos ha irrumpido en el escenario o directamente ha roto el dominio del bipartidismo. Y eso ha ocurrido en bastantes municipios a través de las candidaturas de unidad popular. Pues es allí donde me parece que se ha interiorizado gran parte de las ideas anteriores, y donde muy especialmente se han superado los patriotismos de siglas por el patriotismo de clase, fracción de clase o como cada uno quiera llamar a las subjetividades compartidas que nacen de condiciones materiales compartidas.

Pienso, en consecuencia, que trabajar en esta idea de Unidad Popular de cara a unas elecciones generales puede romper la perversa dinámica actual –que es económica antes que política. Ello implica asumir que existirán muchas dificultades, enormes quizás, pero es que no hay alternativa si no queremos ver en unos años todos nuestros sueños carbonizados. Si no se consigue, efectivamente muchas organizaciones con las que la gente sencilla se siente por lo general muy bien representada seremos competidores electorales. Los resultados serán mejores o peores para cada una de las organizaciones, y mucho tiempo falta para definir esos espacios en liza, pero me temo que serán malos sin duda para la población en general. Una oportunidad histórica que podría perderse y de la que nos lamentaríamos enormemente en el futuro.

Lo hemos dicho otras veces: no nos jugamos las próximas elecciones sino las próximas generaciones. Y estar a la altura pasa, a mi juicio, por pensar políticamente. No es cuestión de sustituir una maquinaria electoral por otra o unos concejales por otros. Se trata de Política con mayúsculas. La que nos afecta a nuestras vidas sencillas.

- Cuando todos piensan igual, ninguno está pensando -


RM

respublica:

Yo no tengo ningún inconveniente en lo de la unidad popular;pero ya te comenté  que en mi ciudad los  partidarios de la misma(Podemos,Equo e IU)la consiguieron llevando 4 candidaturas a las municipales.Está visto que todos consideran la  unidad particular en torno a ellos.

javi_24

Los cambios que se están produciendo, incluso en Andalucía, son gracias a Podemos y Ciudadanos. IU lo único que hizo, al menos en Andalucía, entrar en el reparto de sillones, montones de altos cargos puestos a dedo. Podemos y Ciudadanos están forzando la dimisión de muchos corruptos, y otro estilo de hacer política.


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respublica

¿Qué es exactamente lo que ha conseguido o esté consiguiendo Podemos?

No se han presentado a las municipales pero han formado listas para dividir a la izquierda y que al final todo siga igual, o bien con un alcalde del PP o del PSOE. La única excepción son las listas de unidad popular de las grandes capitales y Galicia, pero se han negado a ello en Andalucía y en todos los demás sitios.

Con un 14 % no son alternativa de gobierno en ninguna comunidad autónoma ni van a influir en el gobierno. Sólo van a apoyar al PSOE y luego quedarse 4 años en el parlamento criticando sin conseguir nada, porque el líder de la oposición es el PP.

En cambio Ciudadanos sí me parece que está consiguiendo ser visto como un partido que contribuye a la regeneración, con humildad y manteniendo el mismo discurso en todos lados y tanto ante el PSOE como ante el PP, por lo que habrá dejado atrás el lastre de que podría ser la marca blanca del PP y así atraerse también a votantes de centroizquierda.


Saludos


- Cuando todos piensan igual, ninguno está pensando -

RM

Te recuerdo que IU en mi ciudad ha sido culpable de la desunión popular en las municipales presentándose sóla.

El PCE e IU llevan décadas en el parlamento criticando ,lo mismo que le criticas a Podemos y para una vez que forman parte del gobierno la cagan.

Ciudadanos también ha dicho que no participará en gobiernos igual que Podemos.


Uleti

Cita de: respublica en 06 Junio, 2015, 18:35:44 PM
¿Qué es exactamente lo que ha conseguido o esté consiguiendo Podemos?

No se han presentado a las municipales pero han formado listas para dividir a la izquierda y que al final todo siga igual, o bien con un alcalde del PP o del PSOE. La única excepción son las listas de unidad popular de las grandes capitales y Galicia, pero se han negado a ello en Andalucía y en todos los demás sitios.

Con un 14 % no son alternativa de gobierno en ninguna comunidad autónoma ni van a influir en el gobierno. Sólo van a apoyar al PSOE y luego quedarse 4 años en el parlamento criticando sin conseguir nada, porque el líder de la oposición es el PP.

En cambio Ciudadanos sí me parece que está consiguiendo ser visto como un partido que contribuye a la regeneración, con humildad y manteniendo el mismo discurso en todos lados y tanto ante el PSOE como ante el PP, por lo que habrá dejado atrás el lastre de que podría ser la marca blanca del PP y así atraerse también a votantes de centroizquierda.


Saludos

¿De dónde sacas el 14% de Podemos? Yo los cálculos que tengo en las elecciones en las que se ha presentado de forma homogénea, que han sido las autonómicas, no llega al 12,5%. Díme de dónde sacas los datos para revisar los míos.

No, ni con 12,5% ni con 14% se toma el cielo por asalto. El porcentaje ha oscilado entre el 20%, cerca del 21% -si no recuerdo mal- en Aragón y el 7,99% de Extramadura. En Aragón es un resultado bueno y la excepción.

En cuanto a marcas blancas... con el resultado obtenido en las municipales del PSOE, empeorando el de 2011 y la actitud el que se va a convertir en una marca blanca es el PSOE pero de Podemos y vemos como a Podemos, que ya he dicho una y otra vez que es la casta de la casta, la casta del PSOE no sólo no le molesta sino que se ve que le emociona a Pablo Manuel.

RM

uleti:

Sacar en un año de vida el 12% o el 14% yo lo veo como un éxito para ellos,aunque tú lo veas muy negativo.

Si la gente sigue votando al PP o al Psoe habrá que dialogar,negociar o pactar con ellos a la fuerza, por mucha casta que sean.La gente está diciendo que siga el PPSOE pero no como hasta ahora sino condicionados por Ciudadanos y Podemos.

¿O es que según tú Ciudadanos o Podemos no tienen que dialogar con la casta?

Entonces iríamos a un escenario de ingobernabilidad,como en Andalucía.

También IU hablo pestes del Psoe y gobernó con él y el PP ha hablado pestes de Ciudadanos y ahora negocia con ellos;así que la crítica es para todos no para los de Podemos.

La gente hemos dicho que queremos que los de la casta y los nuevos hablen y negocien y es lo que están haciendo todos.


¡CUIDAMOS LA PÚBLICA!

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