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NUEVO ESTATUTO DEL DOCENTE NO UNIVERSITARIO. Selección del personal docente

Iniciado por Ab infinitum, 14 Septiembre, 2012, 17:38:23 PM

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Ab infinitum

Cita de: paula123 en 17 Septiembre, 2012, 00:23:24 AM
Me pierdo con el propósito del hilo.
Si lo que se quiere es tenernos de fuente de información de lo que prepara el PP es más fácil esperar, es díficil entrar en el cerebro de Wert...y de verdad que no me apetece, divagar encajando declaraciones que no dicen nada es perder el tiempo.
Para mí está claro que la formación para ser docente debe empezar en la Universidad no después de pasar una primera criba tipo MIR.
Existe un correo para enviar propuestas, que en teoría las leen en el Ministerio. Es más fácil escribir y esperar que respondan.
Pero que digan lo que van a hacer ya, que el que quiera firmar el manifiesto de Avazz que lo haga (es una propuesta más) y quien desee jugar a detectives también.
Harán lo que les de la gana, como hasta ahora, sin escuchar propuestas.

Se ha elaborado una propuesta para luchar por un sistema acceso justo a la Función Pública docente como alternativa al temido MIR. Se están recogiendo firmas para llevarla al ministerio:

http://www.avaaz.org/es/petition/Por_un_Sistema_de_Acceso_Justo_y_una_Educacion_Publica_de_Calidad/?fBBAsdb&pv=6

También se debería mandar el manifiesto que aparece debajo de "Por qué es Importante" a título personal  al Ministerio de Educación para tener más fuerza. Ese correo está disponible para enviar sugerencias al Anteproyecto de ley de la LOMCE.    Correo: calidadeducacion@mecd.es

También se ha creado un grupo en facebook para trabajar por esta causa:
http://www.facebook.com/groups/516754438351436/



De verdad que no lo entiendo....¿qué justicia busca tal sistema alternativo al "temido" MIR? ¿qué bueno y nuevo ofrece a futuros educandos? ¿busca tal modelo buenos docentes?

Yo pensaba que los que aquí escribíamos estábamos de acuerdo en que los modelos anteriores fueron malos y que, además, eran injustos. Conozco a personas que aprobaron los exámenes estudiando 10 temas y con programaciones y unidades didácticas copiadas o literalmente compradas en internet. ¿Y ahora se pretende, desde esta plataforma Avaaz formar una lista preferente con tales personas? Si queremos hacer más comprensible el Sistema de Selección, decididamente este no es el camino. Además, no hay cambio alguno, sino lo que se intenta es que todos los que aprobaron entren en una lista preferente...Y ¿qué se ofrece a los nuevos aspirantes que acaban de licenciarse, el antiguo modelo de selección con el que hoy día no está de acuerdo nadie que tenga verdaderamente interés en la educación de este país?

Concretamente, el único fin de tal apuesta es la de preservar al profesorado interino con años de experiencia, porque serían éstos los que ocuparían las primeras posiciones en la lista. Es, así pues, una mera acción sindicalista al margen de toda consideración educativa. Ese proyecto no tiene sentido educativo alguno y, sintiéndolo mucho, no creo que ningún partido político que gobierne pueda tomárselo en serio.

Hay que cambiar de modelo, esa es la cuestión. Y hay que cambiar el modelo con el único fin de ofrecer a futuros alumnos buenos educadores. Lo ideal es que en cada carrera universitaria ,con implicaciones en la docencia, se ofrecieran asignaturas optativas orientadas e inspiradas en cuestiones pedagógicas generales y particulares (relativas al área de conocimiento en cuestión). Pero en este momento esto es inviable, porque ya somos muchos los licenciados que no hemos tenido en nuestras respectivas carreras tal formación pedagógica. Esto, así pues, puede ser una fuerte apuesta para el futuro, pero en el presente es completamente absurdo: es un mero lamento poco fructífero. Luego, no queda otro camino que el de una formación pedagógica postuniversitaria. Y esto se puede hacer de muchas formas, pero si queremos algo verdaderamente realista, tendría que ser una formación de más de dos años, en un centro educativo, con una supervisión óptima, y siempre redundando en la posibilidad de que: si no sirves, si no vales, si no puedes ser profesor...entonces no tendrás la plaza. Tendría que ser un proceso claro, trasparente, sencillo y, por supuesto, remunerado.

Pero antes, por las razones que señalé en otra intervención, debe medirse el conocimiento científico de un licenciado sobre su propia materia. Y esto se puede hacer de muchas formas distintas:

1. Revisando el expediente académico de tal licenciado. Particularmente pienso que una persona con un expediente bueno, pongamos entre el 8 y el 10 de media, no tendría que volver a demostrar su conocimiento científico sobre la propia materia que ha superado suficientemente en sus años de licenciatura, sobre todo porque el nivel que impartiría en un colegio o instituto es infinitamente inferior. Además, tal persona también ha demostrado suficientemente aquellos valores que hacen de una sociedad un ente competitivo a nivel internacional. Pero esta opción restaría bastante a eso de "en igualdad de condiciones" en los procesos.

2. A través de una fase de oposición donde se demuestren tales conocimientos científicos. Y esto se puede hacer de muchas formas, que bien pueden reducirse a dos por el método: aquellas que consideran el azar como un factor determinante en la destreza científica, y aquellas que lo eliminan de un plumazo. Si hay que competir para obtener una plaza en igualdad de condiciones, sería un contrasentido mantener un sistema donde el azar jugara un papel determinante. Justo por ello, tendría que existir un sistema que presentara claramente cuáles son los contenidos estrictos que los aspirantes tienen que demostrar que saben. Y después, tendría que evaluarlos sin apelación alguna al azar. Por ello, en el MIR de los médicos se hace un tipo test de 225 preguntas que abarca todo el conocimiento adquirido en la licenciatura de medicina y, la verdad, creo que no les va tan mal. Los test son muy criticables por muchos motivos, pero muestran mayor objetividad y eliminan mejor el azar que el desarrollo de un tema elegido entre 4 de un temario de 80 temas. A mi no se me ocurre una forma mejor y realista de competir en igualdad de condiciones.   
Pero no hay que poner el acento en el test, pues esto sólo se propone para competir en igualdad de condiciones, para comprobar de una manera clara, sencilla y objetiva -Y CONTRASTABLE- que unos licenciados poseen conocimiento científicos suficientes sobre su materia. El acento habría que ponerlo en una siguiente fase que suprima las carencias pedagógicas en los años de licenciatura. Tendría que haber una nueva fase práctica dentro de un instituto durante unos años y que se evaluara continuamente, teniendo muy presente que superar tal fase SERÍA decisiva para obtener el puesto.

Yo creo que la vocación de un docente debe aspirar a mejorar la educación de su territorio, pese a quien le pese y caiga quien caiga....

Un saludo!

bobastra

Ten cuidado: con estas ideas, o te linchan o te ignoran.  anaidpreocupados Yo te muestro mis respetos y digo que comparto contigo muchas de tus consideraciones sobre lo que debiera ser el futuro sistema de acceso. De un sistema similar al MIR, lo que más le interesa al Ministerio es la rentabilidad económica de un cuerpo de profesores en prácticas con sueldos de becario. Por esta razón,  que creo de peso, apunto a que la fase de prácticas del nuevo sistema de acceso irá por ahí. El otro día escuché a uno que sabe de esto y dijo, más o menos, lo siguiente:

Al ministerio no le preocupan ni el temario ni el tipo de examen, pues ellos no tienen que estudiarlo ni resolverlo. Será uno u otro, ni mejor ni peor. En cambio, el sistema de acceso gira sobre una sóla cuestión: la de optimizar el gasto en personal y la de formar convenientemente a los profesores del futuro desde un punto de vista práctico y real (las aulas), más que desde un punto de vista teórico, alejado a menudo de la realidad.

Yo huelo a MIR, pero en lo que a la fase de prácticas se refiere. El tipo de examen es pecata minuta. Temas, test, prácticas de cada especialidad, prueba oral, etc.,eso no es lo importante para ellos. La verdadera formación-selección se hará in situ y permitirá ahorrar dinero de las arcas públicas. Yo me pongo en la mentalidad de Wert y del PP y veo que prefieren un examen dificil a uno fácil para acceder a la fase de prácticas, pero lo que verdaderamente les preocupa es organizar un sistema más eficaz y barato que el de las interinidades. Esto me parece coherente con la forma de actuar y pensar del gobierno actual.



JCA

Ab infinitum, considero que los interinos con tiempo de servicio deben tener un trato especial, ¿O es que la experiencia no es un grado?

Por otra parte es muy facil ver los toros desde la barrera, es decir con tú plaza , tranquilito y a vivir que son dos días.

La empatía es una virtud cada día más escasa.

Pero claro aquí estamos para debatir un siatema educativo de calidad. Pues bien , empecemos por volver a examinar a todos los funcionarios de carrera, a ver que saben de sus materias. ¿que dicen por ahí? Ahh que la experiencia es importante. Y yo digo que también pero para todos.

paula123

Cita de: bobastra en 17 Septiembre, 2012, 14:37:55 PM
Ten cuidado: con estas ideas, o te linchan o te ignoran.  anaidpreocupados Yo te muestro mis respetos y digo que comparto contigo muchas de tus consideraciones sobre lo que debiera ser el futuro sistema de acceso. De un sistema similar al MIR, lo que más le interesa al Ministerio es la rentabilidad económica de un cuerpo de profesores en prácticas con sueldos de becario. Por esta razón,  que creo de peso, apunto a que la fase de prácticas del nuevo sistema de acceso irá por ahí. El otro día escuché a uno que sabe de esto y dijo, más o menos, lo siguiente:

Al ministerio no le preocupan ni el temario ni el tipo de examen, pues ellos no tienen que estudiarlo ni resolverlo. Será uno u otro, ni mejor ni peor. En cambio, el sistema de acceso gira sobre una sóla cuestión: la de optimizar el gasto en personal y la de formar convenientemente a los profesores del futuro desde un punto de vista práctico y real (las aulas), más que desde un punto de vista teórico, alejado a menudo de la realidad.

Yo huelo a MIR, pero en lo que a la fase de prácticas se refiere. El tipo de examen es pecata minuta. Temas, test, prácticas de cada especialidad, prueba oral, etc.,eso no es lo importante para ellos. La verdadera formación-selección se hará in situ y permitirá ahorrar dinero de las arcas públicas. Yo me pongo en la mentalidad de Wert y del PP y veo que prefieren un examen dificil a uno fácil para acceder a la fase de prácticas, pero lo que verdaderamente les preocupa es organizar un sistema más eficaz y barato que el de las interinidades. Esto me parece coherente con la forma de actuar y pensar del gobierno actual.

+1 lo que interesa es un sistema que se nutra de gente preparada a precio de coste y que por supuesto sea más barato que el actual.
Está claro que el sistema actual se debería cambiar empezando por la formación de los futuros docentes desde la Universidad. Ab infinitum puede no ser viable a corto plazo pero es necesario, y no es un mero lamento es una propuesta insisto necesaria. Esta formación debería incluir también prácticas en los centros. En países que se supone nos siguen se lleva haciendo esto desde hace más de 40 años. Seguido de pruebas objetivas, con un sistema de evaluación que siga criterios objetivos y que las calificaciones resultantes puedan ser comparadas siguiendo esa objetividad.Primero un test+segundo prueba de habilidades, las dos contanto lo mismo.El sistema actual como bien dices Ab infinitum es nefasto y el azar decide más que el conocimiento del opositor.
Estoy de acuerdo con bobastra, las pruebas les traen al fresco, lo que importa es tener una masa trabajadora low cost que se pueda renovar cada 2 años sin ningún tipo de derecho adquirido. A ver si resulta que para elegir a los mejores creamos empleados de usar y tirar. Si esto se propone desde la empresa privada a muchos se le pondrían los pelos de punta. Un MIR tiene un acceso muy difícil con la prueba, suponiendo que además de esta primera se pasara una segunda basada en habilidades pedagógicas y se entrara en el sistema, después qué? 2 años de docente interno residente sin opción de conseguir plaza porque transcurrido ese tiempo debes "revalidar" tus conocimientos.
Estoy de acuerdo con un sistema que elija a los mejores pero no a costa de mermar los derechos de esos trabajadores. Ojo con lo que se propone, por supuesto que debemos avanzar por una educación de calidad pero no a costa de usar y tirar a los que trabajan. Si no son los mejores que no entren en el sistema, pero que si entran después de un sistema adecuado, el que sea, no se les obligue a salir porque su entrada en el sistema tenga fecha de caducidad, si eran los mejores hace 2 años deberían ser "más mejores" después de haber pasado esa fase de prácticas de docente interno.


Ab infinitum

Cita de: JCA en 17 Septiembre, 2012, 17:23:44 PM
Ab infinitum, considero que los interinos con tiempo de servicio deben tener un trato especial, ¿O es que la experiencia no es un grado?


Lo que me pregunta JCA es tan problemático que no se me ocurre otra forma que contestarlo retóricamente: ¿Es que los interinos no han tenido ya ese trato especial que señalas? ¿2008? ¿2010? Pero más: ¿bolsas preferentes? ¿prioridad de la experiencia respecto a cualquier otra variable en la colocación en las bolsas? ¿firmita en los exámenes de oposición y al siguiente año vacante...?

¿Es la experiencia un grado? Sí lo es; pero además, desde el punto de vista de los aspirantes -entiéndaseme bien-: Es un chollo.

Y por darle un toque de ironía a todo esto:

Y en democracia hay que ser justo y también solidarios. Si los interinos que aún quedan fueran justos y solidarios, valores que deberían portar y deberían trasmitir a sus alumnos, deberían exigir con todas sus fuerzas que ahora, en los 4 años sucesivos, se le diera la vuelta a la tortilla y, por tanto, se invirtiera el orden de prioridades en futuros modelos de oposiciones. Particularmente:

1. Si anteriormente a 2008 la fase de oposición valía un 70% (o más) y la de concurso un 30%, y a partir de 2008 esta situación se flexibiliza para ayudar a interinos a conseguir plaza hasta proponer un 60 fase de oposición y un 40% fase de concurso, yo creo que desde una perspectiva solidaria y justa, los interinos debería exigir al gobierno central que creara un instrumento normativo que ofreciera un 80% fase de oposición y un 40% fase de concurso.

2. Siguiendo con el espíritu solidario y justo respecto a los aspirantes, los interinos debería recoger firmas para que, dentro de la fase de oposición (y teniendo en cuenta que en 2008 y en 2010 la distribución de puntuación en las pruebas era de Parte A: 4ptos, Parte B1: 3ptos, Parte B2:3ptos), la distribución de puntuación en esta fase en las próximas 2 convocatorias fuera inversa a la anterior, es decir: Parte A: 6 ptos; Parte B1: 2ptos, Parte B2: 2ptos.

3. Pero además, deberían exigir que, en las próximas dos convocatorias, se pudiera suprimir la Parte A de la oposición, dando la mayor puntuación, a aquellos que puedan demostrar al menos 1 año de su licenciatura donde hubieran alcanzado una media aritmética entre 9 y 10.

4. Por último, deberían reunirse con los sindicatos para que éstos hicieran presión al gobierno hasta conseguir que la fase de méritos en las dos próximas convocatorias quedara de esta forma: Experiencia docente previa: máx 4 ptos; Formación académica: Máx. 7 puntos

Eso sería ser justos y solidarios unos con otros, pertrechar eso de la igualdad de oportunidades, empatía, sensibilizarse con el otro, ofrecer un horizonte climático de justicia y solidaridad entre compañeros....TODO LO DEMÁS ES UN CUENTO CHINO MANDARÍN.

Ab infinitum

Cita de: JCA en 17 Septiembre, 2012, 17:23:44 PM
Ab infinitum, considero que los interinos con tiempo de servicio deben tener un trato especial, ¿O es que la experiencia no es un grado?


Lo que me pregunta JCA es tan problemático que no se me ocurre otra forma que contestarlo retóricamente: ¿Es que los interinos no han tenido ya ese trato especial que señalas? ¿2008? ¿2010? Pero más: ¿bolsas preferentes? ¿prioridad de la experiencia respecto a cualquier otra variable en la colocación en las bolsas? ¿firmita en los exámenes de oposición y al siguiente año vacante...?

¿Es la experiencia un grado? Sí lo es; pero además, desde el punto de vista de los aspirantes -entiéndaseme bien-: Es un chollo.

Y por darle un toque de ironía a todo esto:

Y en democracia hay que ser justo y también solidarios. Si los interinos que aún quedan fueran justos y solidarios, valores que deberían portar y deberían trasmitir a sus alumnos, deberían exigir con todas sus fuerzas que ahora, en los 4 años sucesivos, se le diera la vuelta a la tortilla y, por tanto, se invirtiera el orden de prioridades en futuros modelos de oposiciones. Particularmente:

1. Si anteriormente a 2008 la fase de oposición valía un 70% (o más) y la de concurso un 30%, y a partir de 2008 esta situación se flexibiliza para ayudar a interinos a conseguir plaza hasta proponer un 60 fase de oposición y un 40% fase de concurso, yo creo que desde una perspectiva solidaria y justa, los interinos debería exigir al gobierno central que creara un instrumento normativo que ofreciera un 80% fase de oposición y un 40% fase de concurso.

2. Siguiendo con el espíritu solidario y justo respecto a los aspirantes, los interinos debería recoger firmas para que, dentro de la fase de oposición (y teniendo en cuenta que en 2008 y en 2010 la distribución de puntuación en las pruebas era de Parte A: 4ptos, Parte B1: 3ptos, Parte B2:3ptos), la distribución de puntuación en esta fase en las próximas 2 convocatorias fuera inversa a la anterior, es decir: Parte A: 6 ptos; Parte B1: 2ptos, Parte B2: 2ptos.

3. Pero además, deberían exigir que, en las próximas dos convocatorias, se pudiera suprimir la Parte A de la oposición, dando la mayor puntuación, a aquellos que puedan demostrar al menos 1 año de su licenciatura donde hubieran alcanzado una media aritmética entre 9 y 10.

4. Por último, deberían reunirse con los sindicatos para que éstos hicieran presión al gobierno hasta conseguir que la fase de méritos en las dos próximas convocatorias quedara de esta forma: Experiencia docente previa: máx 4 ptos; Formación académica: Máx. 7 puntos

Eso sería ser justos y solidarios unos con otros, pertrechar eso de la igualdad de oportunidades, empatía, sensibilizarse con el otro, ofrecer un horizonte climático de justicia y solidaridad entre compañeros....TODO LO DEMÁS ES UN CUENTO CHINO MANDARÍN.

Ab infinitum



  Lo que me pregunta JCA es tan problemático que no se me ocurre otra forma que contestarlo retóricamente: ¿Es que los interinos no han tenido ya ese trato especial que señalas? ¿2008? ¿2010? Pero más: ¿bolsas preferentes? ¿prioridad de la experiencia respecto a cualquier otra variable en la colocación en las bolsas? ¿firmita en los exámenes de oposición y al siguiente año vacante...?

¿Es la experiencia un grado? Sí lo es; pero además, desde el punto de vista de los aspirantes -entiéndaseme bien-: Es un chollo.

Y por darle un toque de ironía a todo esto:

Y en democracia hay que ser justo y también solidarios. Si los interinos que aún quedan fueran justos y solidarios, valores que deberían portar y deberían trasmitir a sus alumnos, deberían exigir con todas sus fuerzas que ahora, en los 4 años sucesivos, se le diera la vuelta a la tortilla y, por tanto, se invirtiera el orden de prioridades en futuros modelos de oposiciones. Particularmente:

1. Si anteriormente a 2008 la fase de oposición valía un 70% (o más) y la de concurso un 30%, y a partir de 2008 esta situación se flexibiliza para ayudar a interinos a conseguir plaza hasta proponer un 60 fase de oposición y un 40% fase de concurso, yo creo que desde una perspectiva solidaria y justa, los interinos debería exigir al gobierno central que creara un instrumento normativo que ofreciera un 80% fase de oposición y un 40% fase de concurso.

2. Siguiendo con el espíritu solidario y justo respecto a los aspirantes, los interinos debería recoger firmas para que, dentro de la fase de oposición (y teniendo en cuenta que en 2008 y en 2010 la distribución de puntuación en las pruebas era de Parte A: 4ptos, Parte B1: 3ptos, Parte B2:3ptos), la distribución de puntuación en esta fase en las próximas 2 convocatorias fuera inversa a la anterior, es decir: Parte A: 6 ptos; Parte B1: 2ptos, Parte B2: 2ptos.

3. Pero además, deberían exigir que, en las próximas dos convocatorias, se pudiera suprimir la Parte A de la oposición, dando la mayor puntuación, a aquellos que puedan demostrar al menos 1 año de su licenciatura donde hubieran alcanzado una media aritmética entre 9 y 10.

4. Por último, deberían reunirse con los sindicatos para que éstos hicieran presión al gobierno hasta conseguir que la fase de méritos en las dos próximas convocatorias quedara de esta forma: Experiencia docente previa: máx 4 ptos; Formación académica: Máx. 7 puntos

Eso sería ser justos y solidarios unos con otros, pertrechar eso de la igualdad de oportunidades, empatía, sensibilizarse con el otro, ofrecer un horizonte climático de justicia y solidaridad entre compañeros....TODO LO DEMÁS ES UN CUENTO CHINO MANDARÍN.

loliu

Cita de: Ab infinitum en 18 Septiembre, 2012, 10:31:36 AM


  Lo que me pregunta JCA es tan problemático que no se me ocurre otra forma que contestarlo retóricamente: ¿Es que los interinos no han tenido ya ese trato especial que señalas? ¿2008? ¿2010? Pero más: ¿bolsas preferentes? ¿prioridad de la experiencia respecto a cualquier otra variable en la colocación en las bolsas? ¿firmita en los exámenes de oposición y al siguiente año vacante...?

¿Es la experiencia un grado? Sí lo es; pero además, desde el punto de vista de los aspirantes -entiéndaseme bien-: Es un chollo.

Y por darle un toque de ironía a todo esto:

Y en democracia hay que ser justo y también solidarios. Si los interinos que aún quedan fueran justos y solidarios, valores que deberían portar y deberían trasmitir a sus alumnos, deberían exigir con todas sus fuerzas que ahora, en los 4 años sucesivos, se le diera la vuelta a la tortilla y, por tanto, se invirtiera el orden de prioridades en futuros modelos de oposiciones. Particularmente:

1. Si anteriormente a 2008 la fase de oposición valía un 70% (o más) y la de concurso un 30%, y a partir de 2008 esta situación se flexibiliza para ayudar a interinos a conseguir plaza hasta proponer un 60 fase de oposición y un 40% fase de concurso, yo creo que desde una perspectiva solidaria y justa, los interinos debería exigir al gobierno central que creara un instrumento normativo que ofreciera un 80% fase de oposición y un 40% fase de concurso.

2. Siguiendo con el espíritu solidario y justo respecto a los aspirantes, los interinos debería recoger firmas para que, dentro de la fase de oposición (y teniendo en cuenta que en 2008 y en 2010 la distribución de puntuación en las pruebas era de Parte A: 4ptos, Parte B1: 3ptos, Parte B2:3ptos), la distribución de puntuación en esta fase en las próximas 2 convocatorias fuera inversa a la anterior, es decir: Parte A: 6 ptos; Parte B1: 2ptos, Parte B2: 2ptos.

3. Pero además, deberían exigir que, en las próximas dos convocatorias, se pudiera suprimir la Parte A de la oposición, dando la mayor puntuación, a aquellos que puedan demostrar al menos 1 año de su licenciatura donde hubieran alcanzado una media aritmética entre 9 y 10.

4. Por último, deberían reunirse con los sindicatos para que éstos hicieran presión al gobierno hasta conseguir que la fase de méritos en las dos próximas convocatorias quedara de esta forma: Experiencia docente previa: máx 4 ptos; Formación académica: Máx. 7 puntos

Eso sería ser justos y solidarios unos con otros, pertrechar eso de la igualdad de oportunidades, empatía, sensibilizarse con el otro, ofrecer un horizonte climático de justicia y solidaridad entre compañeros....TODO LO DEMÁS ES UN CUENTO CHINO MANDARÍN.
Hay que tener en cuenta que la mayoría de los interinos que existen ahora obtuvieron la interinidad precisamente en 2008 y 2010, ya que la mayoría de interinos de antes obtuvieron plaza. Es decir, en estas convocatorias cuelainterinos, había muy pocas posibilidades de sacar plaza si no eras interino.
Compitieron en condiciones muy adversas, y muchos que merecían plaza quedaron en la bolsa de interinos.
Es lógico entonces pensar, que si alguien entró de interino con unas condiciones muy duras para los aspirantes, quiera que ahora sigan esas condiciones duras para los aspirantes. Y él o ella querrá las condiciones favorables que hubo para los interinos en su momento.
Pero tranquilo, que pronto ya no existirán los interinos.


respublica

En la entrevista del pasado jueves en los desayunos de TVE al ministro, en concreto a partir de 1:04:55, la entrevistadora pregunta por el sistema de acceso aludiendo al Informe McKinsey y el ministro dice que está absolutamente de acuerdo con él y que su objetivo es llevar a la docencia a los estudiantes más brillantes, lo cual se plasmará en la nueva ley de Estatuo Docente que llevarán en este período de sesiones al parlamento.

Para entender mejor el Informe McKinsey adjunto un pequeño resumen de sus conclusiones.


Saludos.




Organizado por el Foro Interdisciplinar Rafael Termes, del IESE de Madrid, tuvo lugar el día 24 de enero una jornada titulada "Claves para un sistema educativo excelente: cómo equiparar nuestra estructura educativa a las mejores del mundo", en la que se analizaron las conclusiones del Informe McKinsey. La principal conclusión de este Informe a partir de la comparación de los 10 mejores sistemas educativos del mundo (Finlandia, Corea del Sur, Japón o Canadá...), es que el nivel educativo de un país depende de la formación, motivación y aprendizaje permanente de sus profesores.

El informe PISA se ha convertido en la principal obra de referencia sobre calidad de enseñanza en el mundo. Al suministrar resultados académicos normalizados, permite comparaciones internacionales que dan pistas sobre qué funciona y qué no funciona en educación. Sin embargo, las claves del éxito (o del fracaso) no se descubren a primera vista. Según el Informe publicado por la consultora McKinsey —How the world's best performing schools systems come out on top—, el dinero no es decisivo. Australia, que ha triplicado el gasto por alumno desde 1970, no consigue alcanzar a Singapur, que gasta menos que la mayoría de los países. Estados Unidos está en el tercio inferior de la clasificación pese a que desde 1980 casi ha doblado el gasto por alumno y ha bajado el número de alumnos por profesor a un mínimo histórico. En cambio, Corea del Sur está entre los cuatro primeros países en todas las pruebas, con unas aulas muy nutridas. Y si los chicos finlandeses son los primeros en lectura y en ciencias, y los segundos en matemáticas, no es porque se pasen el día estudiando: de hecho, tienen menos horas de clase que sus coetáneos de otros países.

El "misterio" parece estar en que los factores decisivos para la calidad de la enseñanza no son fácilmente cuantificables. El estudio de McKinsey ("How the world's best performing schools systems come out on top") concluye que los rasgos comunes a los países que encabezan la tabla PISA (Hong Kong, Finlandia, Corea del Sur, Japón, Canadá) son estos tres: contratan a los mejores profesores, les sacan el máximo partido e intervienen en cuanto los resultados de los alumnos empiezan a bajar. No es precisamente una revelación: ¿es que no hacen justamente eso todos los países? El caso es que no, dice el Informe McKinsey.

Todo el mundo está de acuerdo en que los profesores son la pieza clave; en palabras de un funcionario coreano "La calidad de un sistema educativo no puede ser mejor que la de sus profesores". Según estudios hechos en Estados Unidos, según The Economist, si se toman alumnos de capacidad media y se los encomienda a profesores del 20% mejor valorado del cuerpo, acaban dentro del 10% con mejores notas; si se los pone con profesores del 20% más bajo, acaban entre los de peores notas.

Pues bien, en Estados Unidos los profesores proceden, por término medio, del tercio de graduados universitarios con más bajas calificaciones. Y algo semejante ocurre en muchos otros países. En cambio, Corea del Sur recluta a los profesores de primaria del 5% de los mejores graduados, y Singapur y Hong Kong, del 30% mejor. Y el secreto no está en la paga, pues no les ofrecen salarios por encima de la media, mientras que los países donde los profesores cobran más (Alemania, España y Suiza) no destacan en calidad.

Para conseguir a los mejores hay que ser muy selectivo, pero no de cualquier manera. Muchos países forman a gran número de candidatos entre los que después hacen una criba, por ejemplo mediante una oposición para entrar en la enseñanza pública. Los países con mejores resultados siguen otro método. Limitan las plazas en las escuelas de magisterio a la demanda real de profesores, y gastan mucho más en la formación de los que ingresan. Así ocurre, sobre todo, en Finlandia y Singapur; también en Corea del Sur, pero solo con los profesores de primaria, que tienen que prepararse durante cuatro años en alguna de las doce universidades con facultad de Educación. En cambio, los profesores de secundaria coreanos pueden venir de cualquier universidad o college entre el total de 350, y cada año salen 11 licenciados nuevos por cada vacante. Esto ilustra, dentro de un mismo país, la diferencia entre los dos sistemas: en Corea, los profesores de primaria tienen gran prestigio, y los de secundaria no están bien considerados.

Ahora viene la segunda clave: una vez conseguidos graduados brillantes para incorporarse a la enseñanza, tienen que aprender a ejercerla bien. Los países con mejor calidad de enseñanza facilitan abundante formación práctica a los recién llegados a la carrera docente y fomentan la formación permanente para todos. Por ejemplo, en Singapur, los profesores noveles reciben la tutela de colegas experimentados que se nombran con ese fin en todas las escuelas; y todos tienen 100 horas anuales para formación. En Finlandia, los profesores se distribuyen en equipos para que colaboren: supervisan mutuamente sus clases y tienen una tarde libre a la semana para preparar las lecciones juntos.

El tercer rasgo distintivo de los países con mejores resultados está en lo que hacen cuando las cosas van mal. Lo primero es detectar los problemas, y se diría que para eso es necesario evaluar periódicamente a los alumnos con exámenes normalizados: así se ve cómo va el sistema escolar entero y se descubren las zonas o escuelas donde baja el nivel académico. Pero el Informe McKinsey no se declara a favor ni en contra de ese método porque no le encuentra relación clara con la calidad. La red escolar pública de Boston, una de las mejores de Estados Unidos, hace un examen anual a todos los alumnos; pero eso mismo se hace, aunque no todos los años, en lugares con peor calidad de enseñanza, como Inglaterra y Gales, donde además se hacen públicos los resultados. En cambio, Finlandia ha prescindido casi por completo de los exámenes nacionales y no publica los resultados de las inspecciones. Cualquiera que sea la manera en que se descubren los males, los países destacados intervienen pronto y siempre. Finlandia es número uno en profesores dedicados a los alumnos que se quedan atrás: hasta uno de cada siete docentes en algunas escuelas; de modo que allí, en un año normal, uno de cada tres alumnos reciben clases individuales de apoyo. Singapur imparte lecciones extras al 20% de los alumnos más retrasados, con el consiguiente trabajo extra para los profesores.

Las tesis del Informe McKinsey parecen casi triviales, y sin embargo van contra algunos supuestos implícitos de la política educativa. Así, es corriente creer que "no es posible conseguir los mejores profesores sin pagar salarios altos; que los profesores en países como Singapur gozan de elevado estatus debido a los valores confucianos; o que los alumnos asiáticos se portan bien y atienden a las clases por razones culturales", escribe The Economist. En comparación, "las tesis de McKinsey parecen optimistas: conseguir buenos profesores depende de cómo se los selecciona y se los forma; la docencia puede ser una opción atractiva para los mejores graduados universitarios sin necesidad de pagar una fortuna; y que hay remedio para las escuelas y los alumnos que se quedan rezagados si se aplican las medidas adecuadas".

- Cuando todos piensan igual, ninguno está pensando -

respublica

Cuando hace un año el anterior ministro estaba trabajando en el nuevo acceso tipo MIR, que al final se quedó sólo en el cambio de temario, el PP fijó su postura y quizás eso nos pueda dar alguna pista de por donde van a ir ahora y para ello adjunto un artículo de agosto del año pasado, que además plantea el interrogante de qué pasaría con los interinos, por lo que espero sea de interés.

Saludos.




El País; 03/08/2011

Llega el 'PrIR': profesor interno residente

Las actuales oposiciones no garantizan ni buenos maestros ni la calidad de la enseñanza
- Crecen las voces que proponen un MIR educativo
- Lo que se discuten son los modelos y su coste


J. A. AUNIÓN


Se ha repetido hasta la saciedad en los últimos años: el elemento clave e insoslayable para la calidad de la educación es un buen profesor, muchos buenos profesores. Así que, si se quiere mejorar la enseñanza, conviene asegurarse de que se elige a los mejores (posibles) para hacer ese trabajo, cosa que el actual sistema de oposiciones, al parecer, no garantiza. "Llámese MIR, año de prueba o periodo de prácticas, es esencial que la selección del profesorado no se limite a su capacidad de memorizar unos temas para una oposición, ni tampoco a la acumulación de años de interinidad que nadie evalúa con seriedad, sino que abarque un periodo inicial y suficiente de trabajo sobre el terreno. Hay que salvar a los alumnos de los malos profesores cuando todavía hay tiempo", señala Mariano Fernández Enguita.


El catedrático de Sociología de la Complutense hace referencia a la propuesta que en los últimos meses ha repetido en varias ocasiones el candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, que consiste en trasladar de alguna manera a la educación un sistema que ha dado mucho prestigio a la sanidad española: el MIR (Médico Interno Residente), que consiste en cuatro o cinco años de especialización tras un examen nacional que te acreditan como médico especialista. Con ese membrete, se accede a una plaza pública por concurso de méritos.

La idea de adaptar la fórmula a la educación, desde otro punto de vista y, según parece -la propuesta de Rubalcaba aún no tiene mucho detalle-, con otras concreciones, también ha llegado desde dirigentes del PP.

"Creo que es importante que se tome conciencia de que enseñar es una de las actividades humanas más complejas. Que la sociedad, a través de las medidas de su Administración, dé un mensaje claro de que quiere a los mejores, me parece bien. Ya es hora de que cuando se reúne una familia alguien diga: 'Juanito ha conseguido ser profesor', con el mismo orgullo que ahora dice 'ha conseguido ser médico o ha conseguido ser juez", señala la profesora de Psicología de la Educación de la Autónoma de Madrid Elena Martín.

Planteado el deseo, la cuestión es cómo hacerlo. En cuanto a la propuesta de Rubalcaba, aún quedan muchos detalles por cerrarse -se hará en su programa electoral-, pero fuentes socialistas ya adelantan que irá más allá, "en la exigencia", que la reforma de las oposiciones que el Ministerio de Educación está intentando sacar adelante antes de que termine la legislatura.

La gran novedad de este proyecto es que se daría mucho mayor peso a una formación práctica de un año en un colegio o instituto, la cual sería determinante en el proceso de oposición para un puesto en la escuela pública. Al final de ese periodo, los aspirantes tendrían que enfrentarse a una última prueba ante un tribunal. Ese año, el aspirante sería un docente en prácticas con sueldo (aún sin determinar): la mitad de la jornada la dedicará a dar clase y la otra mitad a seguir formándose.

De lo que no dice nada la propuesta ministerial es del examen nacional del que ha hablado Alfredo Pérez Rubalcaba. Un examen que, dependiendo de cómo se haga, puede levantar ampollas en algunas comunidades si sus Gobiernos consideran que les están detrayendo competencias; ahora, cada autonomía organiza libremente sus oposiciones y establece los exámenes.

Tanto para Luis Castillejo como para Antonio Redero, responsables de enseñanza pública de CC OO y UGT, respectivamente, el MIR no se puede trasplantar sin más a la educación, y el único margen que ven es precisamente ese, el de mejorar las prácticas para hacer algo parecido al periodo de especialización médico.

En cualquier caso, la insistencia en la parte práctica puede dar a entender también cierta desconfianza en la formación inicial del profesorado -otra clave de la mejora de la enseñanza- que precisamente acaba de reformarse hace muy poco. La carrera universitaria de Magisterio para convertirse en profesor de infantil y primaria ahora es de cuatro años, en lugar de los tres que tenía antes. En cuanto a la secundaria, después de estudiar alguna carrera sobre una disciplina concreta (Filología, Matemáticas, Química, etcétera) hay que estudiar un máster de un año, en lugar del antiguo y totalmente devaluado CAP, un cursillo de unos meses que, a pesar de sus constantes críticas, se mantuvo en vigor casi cuatro décadas. En ambos casos, se ha dado mucho mayor peso a las prácticas de los alumnos en los nuevos currículos.

Aunque se supone que esto mejorará la formación inicial, los problemas siguen estando presentes. "Magisterio arrastra el problema de ser una carrera poco demandada, lo que baja la nota de corte y el nivel. Y el máster debe hacer frente a la idea de muchos alumnos y algunos profesores de que ha de ser un trámite, con el aprobado asegurado", dice Fernández Enguita.

Así, la idea en la que está trabajando el equipo de Rubalcaba también toca la formación inicial, aunque de momento no está del todo perfilado cómo. De hecho, la propuesta que llega desde el PP, impulsada por dos antiguos altos cargos del Ministerio de Educación con los Gobiernos populares, Eugenio Nasarre y Francisco López Rupérez, es básicamente reforzar la formación inicial con un modelo que se parece mucho al MIR.

Consistiría en que, tras estudiar la carrera (bien Magisterio, bien sobre alguna materia concreta) se accedería mediante un examen a Centros Superiores de Formación del Profesorado dependientes de las universidades. En ellos habría númerus clausus, es decir, ofrecerían un número limitado de plazas en función de la previsión de las necesidades futuras de maestros (tanto las plazas de Medicina como las de MIR siguen este modelo). Una vez en estos centros, los estudiantes tendrían que superar un año de formación y luego otros dos de prácticas, también remuneradas, en un centro escolar. Al final de ese proceso se obtendría, si se aprueba, un diploma de aptitud, una certificación que te permitiría ejercer como maestro.

Y solo entonces, los docentes que quisieran trabajar en la pública se someterían a una evaluación final que, de aprobarla, les conseguiría una plaza de funcionario. El resto podría trabajar en la privada, que supone en torno al 33% del sistema educativo español. De ese porcentaje, la mayor parte cobra de las arcas públicas, pues trabajan en escuelas concertadas, es decir, subvencionadas y, en teoría, completamente gratuitas para el alumno. Así, su sistema de contratación es similar al de cualquier otra empresa.

En Europa conviven ambos modelos en la enseñanza pública. "En la mitad de los países europeos los profesores son funcionarios, aunque solo en una minoría de estos países su nombramiento es vitalicio: Francia, España, Portugal, Grecia y Suiza", explica un reciente informe de FETE-UGT sobre el acceso a la profesión en el continente. En la otra mitad, los docentes de la escuela estatal son contratados según la legislación laboral. Y en algunos, como Bélgica, Alemania y Países Bajos, conviven las dos fórmulas.

En España, el modelo funcionarial no está en cuestión (ningún poder público ni partido mayoritario ha propuesto cambiarlo), así que, cómo hacer esas oposiciones más efectivas para que se elija a los mejores cobra todavía más importancia, pues se trata de obtener una plaza vitalicia.

Antonio Redero, de UGT, considera que, más allá de las concreciones de su puesta en marcha, la filosofía de la iniciativa de Rupérez y Nasarre y la de Rubalcaba "comparten una misma filosofía". Lo que ocurre, continúa, es que nadie sabe a qué atenerse, porque otros dirigentes autonómicos del PP, como los de Madrid y Murcia, señalan un camino muy distinto.

Sea como sea, si triunfase la idea del MIR educativo en cualquiera de sus versiones, parece que la clave, según los especialistas, sería ese periodo de prácticas o "residencia", es decir, que se hiciera bien, lo cual es bastante caro -es precisamente uno de los puntos por los que está flaqueando el máster de secundaria-.

"Me temo que [el MIR educativo] puede ser una idea que se quede como otras en el intento si no se ponen las condiciones, y las condiciones son muy costosas. Los profesores noveles tienen que tener gran parte de su jornada dedicada a estas actividades de formación, y por tanto supervisada. Esto significa que no cubren un cupo de interino [los profesores sin plaza fija que van tapando huecos en función de las necesidades]. Además, es esencial la pieza del mentor o tutor que le acompaña en su formación. Y esto de nuevo quiere decir liberar al tutor muchas horas en el centro (más dinero). Por otra parte, hay que establecer el criterio por el que se eligen los tutores, formarles y recompensarles. Si no se hace con estos mimbres, no es fácil que sirva. La investigación ha puesto claramente de manifiesto que el primero o los dos primeros años son esenciales para definir la identidad del docente. Si no se les acompaña en este periodo, la acción se los come", dice Elena Martín.

La profesora de la Autónoma de Madrid se refiere también a la otra gran dificultad práctica del cambio de modelo de oposición: la gran bolsa de docentes interinos que, aunque se ha reducido mucho en los últimos años, aún se mantiene. Estos profesores pasaron una oposición, pero no consiguieron plaza. De ese modo, engrosan una bolsa de docentes a los que se va llamando cuando los fijos no dan para cubrir las necesidades. Son unos 65.000; en 2006 eran 74.000.

¿Qué pasaría con ellos? "El modelo MIR es incompatible con los interinos", advierte Luis Castillejo. Además, una de las tentaciones de ese modelo sería cubrir con los profesores "residentes" necesidades que hoy cubren los interinos, pero pagándoles mucho menos. "Está por ver el salario que tendría un profesor residente y la duración de la residencia. Si la idea es fijar salarios muy reducidos para estos jóvenes profesionales, puede suponer un alivio a corto plazo para las arcas del Estado, pero resulta contradictorio con el objetivo de querer atraer a los mejores profesionales", advierte el profesor de la Universidad de Barcelona Álvaro Choi.

En un momento en el que la legislatura languidece, muchos dudan de que el proyecto del Ministerio de Educación para reformar las oposiciones salga adelante. Pero el MIR educativo, pase lo que pase en las próximas elecciones y a pesar de los inconvenientes, tiene quien lo defienda.





Formación inicial y acceso en Europa

- España. Para ejercer como profesor de infantil y primaria hay que estudiar la carrera de Magisterio, de cuatro años. Para secundaria, hay que pasar por alguna carrera sobre una disciplina concreta (Filología, Matemáticas, Química, etcétera) y estudiar un máster de un año. Para ejercer en la escuela pública hay que hacer una oposición.

- Finlandia. La profesión tiene mucho prestigio en este país nórdico. Solo los mejores estudiantes logran acceder a la carrera de profesor en las universidades. Después, cada director de escuela e instituto público (la privada es residual) contrata a los profesores como si fuera un jefe de recursos humanos.

- Francia. Después de obtener una licenciatura de tres años en alguna materia (Filología, Matemáticas, etcétera) deben completar dos en los Institutos Universitarios de Formación de Maestros (IUFM), tanto para primaria como para secundaria. Es difícil entrar en estos institutos, así que se utilizan como criterio las notas de la carrera y, a veces, entrevistas personales. Para conseguir una plaza en la escuela pública y convertirse en funcionario hay que hacer una oposición.

- Inglaterra. Hay varias formas de conseguir la acreditación de profesor, la más común es muy parecida a la de España: una carrera de Magisterio para primaria, y una carrera de una materia y luego un año de formación didáctica para secundaria. Para la escuela pública, la administración local o el consejo escolar del centro son quienes contratan. Los docentes son empleados públicos, pero no funcionarios (no tienen garantizado su empleo). Los contratos son indefinidos o temporales.

- Italia. Para infantil y primaria se estudia una carrera de cinco años, con prácticas desde 2º. Para secundaria, una de cinco cursos y, después, otro año más de prácticas. En la pública son funcionarios. Hay contratos fijos y temporales. El 50% de los puestos permanentes se cubren con oposición y la otra mitad a través de listas de candidatos ordenados en función de sus notas.

- Cuando todos piensan igual, ninguno está pensando -


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