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La responsabilidad social frente a la caridad organizada

Iniciado por Albariza, 07 Septiembre, 2013, 01:43:05 AM

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jmcala

Vivo en un país en el que somos iguales ante la ley.

Ya está conseguido aquello que vino a legitimar el "feminismo". A partir de ahí, me parecen tan lamentables el feminismo como el machismo. Son, en mi opinión, sexismo puro y duro.

Desde que tengo uso de razón he convivido con mis compañeros y compañeras; estudiando, trabajando y viviendo. Es curioso pero siempre me llevo mejor con ellas en general. Pero no soporto que nadie venga a querer aleccionarme sobre cómo tienen que ser las cosas basándose en qué porta cada uno entre sus piernas.

Hay mujeres que buscan protección en otras personas, del mismo modo que hay hombres que también lo hacen. Esa forma de comportarse no es propia de sexo alguno. Hay mujeres que no dudan en dar un paso adelante y otras que no pierden tiempo en buscar un hueco en el que esconderse. Y también hay hombres así. Así somos las personas, todos, capaces de lo mejor y de lo peor en según qué momentos.

El comentario del compañero ha podido sonar machista pero creo que su intención ha sido otra. ¿Se le puede recriminar la forma? Seguro que sí pero, ¿quién de nosotros no ha hecho nunca un comentario ofensivo o despectivo hacia otros sin intención alguna? Estoy harto de escuchar expresiones como "que le den por culo a fulanito, aunque le guste", haciendo así referencia a la supuesta sexualidad del aludido. ¿Es este tipo de comentarios propio de vikingos? Pues no, son expresiones desafortunadas que en una u otra medida todos llegamos a padecer.

Albariza

Cita de: jmcala en 11 Septiembre, 2013, 07:16:15 AM
Ya está conseguido aquello que vino a legitimar el "feminismo".

¿Sí? ¿Seguro?


Público
8/03/2012


En la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, la desigualdad de género se manifiesta en todos los ámbitos de acuerdo con las estadísticas que muestran, por ejemplo, que el 38,2% de las mujeres ha dejado de trabajar durante más de un año tras nacer su hijo, frente al 7,4% de los hombres que lo ha hecho.

Las mujeres comienzan pisando fuerte en la etapa universitaria al obtener mejores calificaciones que los hombres, algo que no se traduce a la vida laboral, ya que son ellas las que ocupan la mayoría de los empleos a tiempo parcial, perciben menos salario y ocupan menos puestos de responsabilidad en las empresas y ámbitos de decisión.


Estos hechos son constatados por encuestas y estudios de organismos e instituciones como el Instituto Nacional de Estadística, en su publicación "Mujeres y Hombres en España", y el Ministerio de Educación en los datos que se exponen a continuación:


EDUCACIÓN

En las pruebas de acceso a la universidad, las mujeres son mayoría y, además, consiguen más aprobados: 55,7 por ciento por 44,3 por ciento.

El 54,1 por ciento de los estudiantes universitarios son mujeres y su presencia es mayoritaria en todas las ramas, excepto en las técnicas.

El rendimiento de las mujeres en los títulos de grado y máster supera en diez puntos porcentuales al de los hombres: el 71,4 por ciento frente al 61,8 por ciento.

El 61,1 por ciento de los lectores de tesis doctorales con menos de 34 años son mujeres.

A pesar de estas cifras, las mujeres sólo representan el 16,8 por ciento del total de catedráticos de universidad.


EMPLEO Y CONCILIACIÓN

Las mujeres cobran de salario medio anual un 22 por ciento menos que los hombres: 19.502 euros frente a 25.001 euros.

La tasa de riesgo de pobreza es mayor en el caso de las mujeres: 21,3 por ciento frente al 20,1 por ciento en el caso de los hombres.

El 15,2 por ciento de las mujeres tiene unos ingresos menores o iguales al salario mínimo interprofesional, que es de 641,2 euros al mes, en tanto que ese porcentaje se reduce al 5,6 en el caso de los hombres.

El 97,3 por ciento de las personas ocupadas a tiempo parcial por hacerse cargo del cuidado de los hijos de menos de 14 años son mujeres.

Entre los desempleados por hacerse cargo de los hijos el 82,2 por ciento son mujeres.

Para periodos superiores a un año, un 7,4 por ciento de hombres ocupados han dejado de trabajar después del nacimiento de su hijo, una cifra que se eleva al 38,2 por ciento en el caso de las mujeres.

A medida que aumenta el número de hijos de menos de 12 años disminuye la tasa de empleo femenino, pero no ocurre así en el caso de los hombres: la tasa en el caso de ellas pasa del 68,4 al 62,3 y en ellos se eleva del 79,3 al 82.

Las mujeres dedican de media diaria cuatro horas y 29 minutos al hogar y la familia y los hombres 2 horas y 32 minutos.

Una pensionista percibe al mes una media de 597,21 euros, mientras que la pensión media de un varón es de 971,92.


PUESTOS DE RESPONSABILIDAD

De los trece ministros del Gobierno, cuatro son mujeres.

De los diecisiete presidentes autonómicos y dos de las ciudades autonómicas de Ceuta y Melilla, cuatro son mujeres.

Los presidentes del Congreso y del Senado son hombres.

De los 350 diputados de la cámara baja, 131 son mujeres, el 37,4 por ciento.

En el Senado, de 265 senadores, 91 son mujeres, es decir, el 34,3 por ciento.

Sólo el 11,5 por ciento de los consejeros en las empresas que cotizan en el Ibex-35 son mujeres.

En el Consejo General del Poder Judicial las mujeres ocupan el 35 por ciento y en el Tribunal de Cuentas representan un 7,1 por ciento.

En las Reales Academias el porcentaje de mujeres es del 9,6 por ciento.
La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.


jmcala

Dejé la casa donde vivíamos para trasladarme con mi mujer a la otra parte de Andalucía durante un curso académico. Tuve que dejar la academia en la que trabajaba.

Dejé mi puesto de trabajo para cuidar de mi primer hijo, lo hice encantado y pasé dos años viéndolo crecer.

He estado tres años dando clases en el nocturno para que mis hijos, aún pequeños, pudiesen estar con uno de sus padres si caían enfermos. Tengo que decir que no me gusta nada de nada la educación de adultos.

¿Dónde me sitúa esto en las encuestas? En el centro en el que estoy hay un montón de profesoras que tienen reducción horaria. ¿Cobran menos que yo? Claro, porque trabajan menos. ¿Es eso discriminatorio? En absoluto, porque ellas lo han decidido libremente. Y me atrevo a afirmar que lo han decidido libremente del mismo modo que lo decidí yo porque en España, a día de hoy, nadie te puede obligar a hacerlo.

Del mismo modo que una mujer es libre para hacer con su vida lo que quiera debe ser libre para apechugar con ello. Tengo una amiga que trabajó desde muy joven, tuvo problemas para quedarse embarazada y cuando logró tener a su primera hija decidió que dejaba de trabajar. Luego vino la segunda y ha seguido trabajando en su casa, con su familia. Ahora no hay forma de encontrar trabajo; ¿de quién es la culpa? De la situación actual, por supuesto. Pero ella decidió en libertad y ahora le toca aguantar con una consecuencia indeseada.

A principio del siglo XXI ocurrió un fenómeno muy curioso: las grandes empresas empezaron a tener problemas para renovar los puestos directivos que iban quedando vacantes porque, tanto hombres como mujeres, empezaban a considerar que era mucho más importante la vida personal que la laboral. La noticia estaba en que los hombres se habían "sumado" a esa tendencia.

Yo tengo muy claro que no seré nunca nada que me suponga estar 10 horas diarias fuera de mi casa. Paso olímpicamente de ese tipo de vida laboral. Puedo trabajar esas horas, pero estando en mi casa, al cuidado de mis hijos, riñendo si tengo que hacerlo o parando para atender cualquiera de sus demandas. Es lo que he decidido para mí y los míos. Gano unos 750 euros menos al mes que compañeros míos que decidieron currar para una refinería. ¿Tienen ellos la culpa de que yo sea el que gano menos?

respublica


- Cuando todos piensan igual, ninguno está pensando -


respublica

Cita de: Albariza en 11 Septiembre, 2013, 11:37:42 AM
Cita de: jmcala en 11 Septiembre, 2013, 07:16:15 AM
Ya está conseguido aquello que vino a legitimar el "feminismo".

¿Sí? ¿Seguro?

Cada andaluza realiza trabajo doméstico por valor de 30.237 euros al año

Este trabajo también revela que las mujeres dedican dos horas y media cada día más que los hombres al cuidado del hogar y la familia


SEVILLA, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -


   Un estudio refleja que cada mujer andaluza realiza trabajo doméstico por valor de 30.237 euros al año. La consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, ha presentado este jueves esta investigación, realizada por el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) y el Departamento de Economía, Métodos Cuantitativos e Historia Económica de la Universidad Pablo de Olavide. Se trata del primer análisis que determina el valor económico del trabajo de cuidados que mujeres y hombres realizan para el sostenimiento de los hogares y el bienestar de la sociedad. 

   El estudio 'El trabajo de cuidados de mujeres y hombres en Andalucía. Medición y Valoración', dirigido por la profesora de la UPO Lina Gálvez, también revela que el trabajo en el ámbito doméstico aporta a Andalucía "una riqueza no contabilizada de 167.500 millones de euros anuales, cifra que está muy por encima del PIB andaluz generado por el trabajo remunerado (140.000 millones en 2012) y de la que 104.800 millones (el 62,5%) serían aportados por las mujeres", ha señalado la consejera, quien ha precisado que en concreto, cada mujer andaluza realiza anualmente de forma gratuita un trabajo de cuidados (hogar y familia) de 30.237 euros, casi el doble del generado por un hombre (18.822 euros).

   En este sentido, el estudio contribuye a transformar la percepción del trabajo doméstico no remunerado, así como del propio trabajo remunerado, considerado tradicionalmente como única base económica de la sociedad.

   Tal y como ha recordado la consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, el avance de la mujer en el mercado laboral no se ha visto acompañado al mismo ritmo de la introducción del hombre en el ámbito doméstico, quizás "por ser la sociedad consciente de la importancia del trabajo remunerado, pero no del trabajo familiar, tradicional y erróneamente adjudicado a la naturaleza femenina, con la consecuente desigualdad de género".

   En este sentido, ha destacado la importancia de este estudio por dar a conocer el peso económico del trabajo de cuidados no remunerado, así como por mostrar la doble carga de trabajo de las mujeres, que, como consecuencia de ello, tienden a renunciar a su promoción profesional en pro de la familia.


TIEMPO DEDICADO

   Así, respecto a la distribución del tiempo dedicado al trabajo de cuidados no remunerado, la investigación destaca que las mujeres andaluzas dedican una media diaria de cuatro horas y 30 minutos, frente a las dos horas y cinco minutos de los hombres (dos horas y media más al día). Sumando la jornada laboral remunerada y no remunerada, el trabajo de una andaluza ocupada a tiempo completo es de once horas y diez minutos, dos horas más que la de los hombres.

   De media, el porcentaje de hombres que participan en tareas del hogar es del 78,4 por ciento, frente al 94,5 por ciento de mujeres. Por edades, el análisis refleja una tendencia positiva hacia el futuro, dado que el tramo de edad más joven (16 a 24 años) es donde se registran menos diferencia, tanto en el nivel de participación (93,1% mujeres y 84,76% hombres) como en el tiempo dedicado (las mujeres dedican 1,28 horas más). Asimismo, el nivel educativo también repercute: a medida que aumenta la formación, las diferencias en cuanto a participación disminuyen.


INCREMENTO EN LA PARTICIPACIÓN AL VIVIR EN PAREJA

   Una de las conclusiones más destacadas del estudio es la influencia de la situación de convivencia de la mujer en la disposición del tiempo. Así, mientras que los hombres que viven en pareja disminuyen la participación en casa respecto a los solteros, en las mujeres se produce el fenómeno contrario: el gran incremento en cuanto a dedicación se produce por el hecho de vivir en pareja (no por cuidar a dependientes). Según la investigación, cuando las mujeres pasan de vivir solas a vivir en pareja sin hijos ni mayores dependientes aumenta el tiempo de trabajo de cuidados en una hora ocho minutos, un incremento mucho mayor que cuando a su convivencia en pareja se suma un menor.

   El estudio concluye, por tanto, que la pérdida de disponibilidad de tiempo de las mujeres se da en el paso de vivir en pareja, y no con la maternidad. Además, se destaca que la época de máxima dedicación femenina al hogar está entre los 40 y 50 años (con más de cinco horas diarias), coincidiendo con la etapa clave en la carrera profesional.

   Respecto al empleo, cuando las mujeres tienen un trabajo remunerado, no se reduce el porcentaje de participación, pero sí el tiempo dedicado (aunque sólo en una hora). En cambio, en los hombres sí se reduce la participación (en 13 puntos porcentuales).

   Por tipo de ocupación, el grupo de profesionales científicos e intelectuales es donde existe menos diferencia tanto en participación como en tiempo de dedicación, frente al sector agrícola, ganadero y pesquero, donde más brecha hay (100% de mujeres dedicadas frente al 43% de hombres, y con una diferencia de tiempo de 5,46 horas).


CONTRA LA DESIGUALDAD

   La Junta de Andalucía viene trabajando, desde hace años, para lograr la conciliación social y una mayor corresponsabilidad entre hombres y mujeres. De esta forma, a través del I Plan Estratégico para la Igualdad de Mujeres y Hombres en Andalucía, se han desarrollado hasta 30 líneas de actuación dirigidas a concienciar a la sociedad contra la desigualdad y lograr un mayor equilibrio en el reparto de responsabilidades familiares y laborales.

   Como recomendación, el estudio plantea aumentar la oferta de servicios públicos en el ámbito de los cuidados, pero sobre todo introducir la perspectiva de género en la ordenación del tiempo del trabajo remunerado e incentivar las medidas de conciliación para los hombres.

- Cuando todos piensan igual, ninguno está pensando -

jmcala

Si mi pareja pretendiese rascarse la barriga y que yo me ocupase de todas las tareas domésticas, o la mayor parte de ellas, la mandaría a paseo. Esa es mi parte en cuanto al fomento de la igualdad. Si los demás no lo hacen es problema de cada cual, digan lo que digan las encuestas.

Ayer me tocó hacer el Mercadona, hacer el almuerzo, recoger a los peques del cole, darles la merienda y hacer la cena para luego acostarlos. ¿Por qué? Porque los miércoles termino temprano y mi pareja termina a última hora. Porque ella tenía preevaluaciones y porque luego va al gimnasio para sentirse bien. Y me parece de maravilla que lo haga porque los lunes y martes le toca a ella la pellejada porque soy yo el que vuelvo a casa tarde.

Que cada uno gestione su vida como le plazca pero, eso sí, que no se queje después. Empiezo a estar harto ya de gente que se ha creído que la vida es aquello que uno vive tutorizado por los demás, ya sea el Estado, la familia o su círculo de confianza. Existe el marco legal para que tanto mujeres como hombres podamos hacer con nuestra vida lo que queramos sin depender del otro. Pues pongámonos a la tarea y dejemos claro qué queremos hacer y qué no.

Albariza

Jmcala, ¿sabes lo que son los condicionantes sociales y culturales? Supongo que sí. Si yo hablo de mi caso particular tampoco encaja en esas estadísticas de las que habla el interesante estudio aportado por Respublica, pero mi mundo no es el mundo ni mi ombligo es el centro del universo. Entiendo que hay realidades muy distintas a la mía y que, precisamente, mi conciencia sobre lo que ocurre y sobre lo que no debería ocurrir debe contribuir a cambiarlas.

La voluntad no es ni mucho menos el único ni siquiera el principal factor que condiciona nuestro comportamiento. De hecho, eso que llamamos "voluntad" no es sino el reflejo de un montón de condicionantes que hay que valorar y tener en cuenta para transformar verdaderamente la realidad.
La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.

Albariza

Cita de: respublica en 03 Octubre, 2013, 16:07:52 PM

Cada andaluza realiza trabajo doméstico por valor de 30.237 euros al año

Este trabajo también revela que las mujeres dedican dos horas y media cada día más que los hombres al cuidado del hogar y la familia


SEVILLA, 3 Oct. (EUROPA PRESS) -


   Un estudio refleja que cada mujer andaluza realiza trabajo doméstico por valor de 30.237 euros al año. La consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio, ha presentado este jueves esta investigación, realizada por el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) y el Departamento de Economía, Métodos Cuantitativos e Historia Económica de la Universidad Pablo de Olavide. Se trata del primer análisis que determina el valor económico del trabajo de cuidados que mujeres y hombres realizan para el sostenimiento de los hogares y el bienestar de la sociedad. 

   El estudio 'El trabajo de cuidados de mujeres y hombres en Andalucía. Medición y Valoración', dirigido por la profesora de la UPO Lina Gálvez, también revela que el trabajo en el ámbito doméstico aporta a Andalucía "una riqueza no contabilizada de 167.500 millones de euros anuales, cifra que está muy por encima del PIB andaluz generado por el trabajo remunerado (140.000 millones en 2012) y de la que 104.800 millones (el 62,5%) serían aportados por las mujeres", ha señalado la consejera, quien ha precisado que en concreto, cada mujer andaluza realiza anualmente de forma gratuita un trabajo de cuidados (hogar y familia) de 30.237 euros, casi el doble del generado por un hombre (18.822 euros).

   En este sentido, el estudio contribuye a transformar la percepción del trabajo doméstico no remunerado, así como del propio trabajo remunerado, considerado tradicionalmente como única base económica de la sociedad.

   Tal y como ha recordado la consejera de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, el avance de la mujer en el mercado laboral no se ha visto acompañado al mismo ritmo de la introducción del hombre en el ámbito doméstico, quizás "por ser la sociedad consciente de la importancia del trabajo remunerado, pero no del trabajo familiar, tradicional y erróneamente adjudicado a la naturaleza femenina, con la consecuente desigualdad de género".

   En este sentido, ha destacado la importancia de este estudio por dar a conocer el peso económico del trabajo de cuidados no remunerado, así como por mostrar la doble carga de trabajo de las mujeres, que, como consecuencia de ello, tienden a renunciar a su promoción profesional en pro de la familia.


TIEMPO DEDICADO

   Así, respecto a la distribución del tiempo dedicado al trabajo de cuidados no remunerado, la investigación destaca que las mujeres andaluzas dedican una media diaria de cuatro horas y 30 minutos, frente a las dos horas y cinco minutos de los hombres (dos horas y media más al día). Sumando la jornada laboral remunerada y no remunerada, el trabajo de una andaluza ocupada a tiempo completo es de once horas y diez minutos, dos horas más que la de los hombres.

   De media, el porcentaje de hombres que participan en tareas del hogar es del 78,4 por ciento, frente al 94,5 por ciento de mujeres. Por edades, el análisis refleja una tendencia positiva hacia el futuro, dado que el tramo de edad más joven (16 a 24 años) es donde se registran menos diferencia, tanto en el nivel de participación (93,1% mujeres y 84,76% hombres) como en el tiempo dedicado (las mujeres dedican 1,28 horas más). Asimismo, el nivel educativo también repercute: a medida que aumenta la formación, las diferencias en cuanto a participación disminuyen.


INCREMENTO EN LA PARTICIPACIÓN AL VIVIR EN PAREJA

   Una de las conclusiones más destacadas del estudio es la influencia de la situación de convivencia de la mujer en la disposición del tiempo. Así, mientras que los hombres que viven en pareja disminuyen la participación en casa respecto a los solteros, en las mujeres se produce el fenómeno contrario: el gran incremento en cuanto a dedicación se produce por el hecho de vivir en pareja (no por cuidar a dependientes). Según la investigación, cuando las mujeres pasan de vivir solas a vivir en pareja sin hijos ni mayores dependientes aumenta el tiempo de trabajo de cuidados en una hora ocho minutos, un incremento mucho mayor que cuando a su convivencia en pareja se suma un menor.

   El estudio concluye, por tanto, que la pérdida de disponibilidad de tiempo de las mujeres se da en el paso de vivir en pareja, y no con la maternidad. Además, se destaca que la época de máxima dedicación femenina al hogar está entre los 40 y 50 años (con más de cinco horas diarias), coincidiendo con la etapa clave en la carrera profesional.

   Respecto al empleo, cuando las mujeres tienen un trabajo remunerado, no se reduce el porcentaje de participación, pero sí el tiempo dedicado (aunque sólo en una hora). En cambio, en los hombres sí se reduce la participación (en 13 puntos porcentuales).

   Por tipo de ocupación, el grupo de profesionales científicos e intelectuales es donde existe menos diferencia tanto en participación como en tiempo de dedicación, frente al sector agrícola, ganadero y pesquero, donde más brecha hay (100% de mujeres dedicadas frente al 43% de hombres, y con una diferencia de tiempo de 5,46 horas).


CONTRA LA DESIGUALDAD

   La Junta de Andalucía viene trabajando, desde hace años, para lograr la conciliación social y una mayor corresponsabilidad entre hombres y mujeres. De esta forma, a través del I Plan Estratégico para la Igualdad de Mujeres y Hombres en Andalucía, se han desarrollado hasta 30 líneas de actuación dirigidas a concienciar a la sociedad contra la desigualdad y lograr un mayor equilibrio en el reparto de responsabilidades familiares y laborales.

   Como recomendación, el estudio plantea aumentar la oferta de servicios públicos en el ámbito de los cuidados, pero sobre todo introducir la perspectiva de género en la ordenación del tiempo del trabajo remunerado e incentivar las medidas de conciliación para los hombres.

Muy interesante tu aportación, Respublica. Ya que no tenemos puntos, te doy un positivo con este mensaje.

Especialmente interesante me ha resultado esta conclusión del estudio:

CitarEl estudio concluye, por tanto, que la pérdida de disponibilidad de tiempo de las mujeres se da en el paso de vivir en pareja, y no con la maternidad.

Echa por tierra un montón de mitos que achacan a la maternidad toda la responsabilidad en el mal reparto del trabajo doméstico. Y ciertamente que las tareas asociadas a la maternidad siguen estando mal repartidas aún. Pero es relevante saber que el aumento del tiempo que las mujeres dedicamos a trabajar en la casa se produce al emparejarnos (con un hombre, se entiende) y no al tener hijos. Ese dato revela las profundas concepciones machistas que siguen condicionando nuestro comportamiento en torno a este asunto.
La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.


javielin69

Entonces ¿se deduce de todo esto que una pareja homosexual sin hijos tiene menos disponibilidad de tiempo que una madre soltera? Lo siento, pero no me lo creo.

UN SALUDO
Aún aprendo (Goya)

Albariza

Cita de: javielin69 en 03 Octubre, 2013, 18:59:38 PM
Entonces ¿se deduce de todo esto que una pareja homosexual sin hijos tiene menos disponibilidad de tiempo que una madre soltera? Lo siento, pero no me lo creo.

UN SALUDO

No dice eso el estudio. Dice que el aumento mayor del tiempo dedicado a las tareas domésticas se produce cuando las mujeres pasan de vivir solas o con su familia a convivir en pareja. También dice que hay un aumento de ese tiempo cuando se pasa de no tener hijos a tenerlos, pero que ese aumento es menor en porcentaje. Es decir, que el salto mayor se produce al convivir no al procrear.

Es cierto que el estudio (al menos en esta reseña que aporta Respublica) no especifica si se trata de parejas heterosexuales u homosexuales. Sería muy interesante estudiar cuál es el comportamiento de las parejas en esos casos respecto al reparto del trabajo en el hogar.
La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.


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