¡CUIDAMOS LA PÚBLICA!

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LA CASTA

Iniciado por RM, 10 Octubre, 2014, 17:25:32 PM

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Uleti

Cita de: RM en 04 Junio, 2015, 18:00:48 PM
uleti: Pues leyendo a cervantes o a respublica no veo yo que IU tenga muchos deseos de integrarse en Podemos y desaparecer.

Oyendo a Anguita y a Garzón en el cierre de campaña electoral de las andaluzas, diciendo lo que dijeron en la cara de Maíllo, no hace falta oír ya nada más.

respublica




Juan Torres


Una de las rémoras más grandes que siempre ha tenido la izquierda más radical (la que suele autodefinirse como auténticamente transformadora) a la hora de lograr confianza y apoyo social es su falta de experiencia en la gestión de los asuntos ordinarios de la gente normal y corriente. Un problema que se agrava al hacerse más general con las nuevas generaciones de líderes políticos que aspiran a gobernar a un país entero sin haber tenido nunca experiencia profesional o solo muy precaria dadas las pocas alternativas que proporciona hoy día el mercado laboral.

Tengo colegas de universidad que llevan treinta o cuarenta años promoviendo cambios sociales profundos, reclamando la superación del capitalismo y abogando por avanzar cuanto antes hacia nuevas forma de organización social pero que nunca en su vida han asumido la responsabilidad de dirigir un departamento, una facultad, vicerrectorados o ni siquiera la presidencia de su comunidad de vecinos, por no hablar de dirigir empresas o cualquier tipo de organización. Le dicen a la gente que hay que cambiar el mundo de arriba a abajo pero ellos no han sido capaces de cambiar nada para que las cosas sean de otro modo en la práctica diaria, para que la vida de los demás sea más cómoda, más feliz y liberadora. Por lo general, consideran que ocuparse de ese tipo de tareas, dedicar tiempo y esfuerzo a tratar de mejorar a corto plazo la existencia de la gente, es "reformismo" que en lugar de acabar con el sistema lo refuerza. O que esas tareas (gracias a las cuales investigan o se abren día a día sus centros de trabajo o las escuelas y hospitales a donde llevan a sus hijos) solo son propias de burócratas o políticos profesionales.

A mí me parece, por el contrario, que ese reformismo que se detesta es un ingrediente imprescindible de la actividad política y que sin él es imposible que un proyecto político consiga suficiente apoyo social, por muy atractivas que puedan ser sus propuestas teóricas o doctrinales. ¿Cómo se va a creer alguien que somos capaces de transformar lo más profundo de la sociedad si no hacemos que cambien sus procesos más elementales? ¿Cómo vamos a poder cambiar el sistema en su conjunto, y cómo vamos a hacerle creer a la gente que lo podemos conseguir, si no mostramos que somos capaces de hacer que cambien las cosas día a día, minuto a minuto? ¿Quién puede creerse que uno puede con lo mucho cuando no puede con lo poco? ¿Y en virtud de qué va a creer la gente que nuestras propuestas mejorarán su vida si no ven con sus propios ojos que lo que proponemos se traduce en la práctica en un modo diferente de ser, de vivir y de relacionarse mejor y más satisfactoriamente con los demás y con la sociedad en su conjunto?

La izquierda que tradicionalmente rechaza ese tipo de reformismo es la que, precisamente por ello, también suele tener una gran reserva a la hora de formar parte de las instituciones y la que ha generado un discurso ad hoc para justificar estar fuera de ellas: hay que cambiar tan radicalmente todo que nada se puede hacer si no es cambiarlo todo de una vez. Y las instituciones desde donde se gobierna solo se entienden como un espacio de prebendas, de sillones cómodos y de cargos privilegiados que viven a costa de los demás. Cuánto más lejos de ellos, por lo tanto, mucho mejor.

La consecuencia es que no se trabaja para estar en las instituciones y que, por tanto, se deja en manos de otros la posibilidad de decidir y de establecer las normas que, desde ellas, condicionan el desarrollo de la vida social.

Sin embargo, una buena parte de la izquierda que ha mantenido en España este tipo de argumentos acaba de promover con éxito candidaturas municipales y autonómicas y ante ella se abre un escenario inusitado. Ahora no será suficiente con elaborar proclamas o convocar manifestaciones para decir que todo está mal y que hay que cambiarlo. Cientos de personas que hasta ahora solo se consideraban a sí mismas como activistas van a tener que dejar a un lado la épica del asalto al cielo para ocuparse de asuntos mucho más prosaicos y hasta ahora seguramente intrascendentes para ellas: asegurar que los bomberos cuenten con recursos, que las alcantarillas estén despejadas, los cementerios limpios y las calles bien aseadas cada mañana, o garantizar que los quirófanos abran y que haya médicos o profesores en todos los lugares donde son necesarios. Y ahora tendrán que hacer frente a una clase trabajadora que no es la de las grandes gestas proletarias sino la que solo y a cualquier precio busca mejores condiciones en la relación de puestos de trabajo; por no hablar de que habrá que ajustarse a presupuestos que a todos resultarán escasos y cuyo incremento no estará posiblemente en manos de nadie, o de que habrá que manejar impuestos comprobando que no es tan fácil subirlos sin afectar a muchas actividades que crean empleo y riqueza. También los activistas tendrán que disponerse ahora a hacer recortes y muchos descubrirán que los cargos que creían sinecuras son más bien pesadas cargas ("quien gobierna, mal descansa", decía Lope de Vega").

Hay que cambiar el chip. Para transformar la sociedad hay que tener la posibilidad de escribir negro sobre blanco en el Boletín Oficial del Estado, hay que estar en las instituciones y hay que construir desde ellas un modelo de sociedad diferente en todas y cada una de esas actividades que se nos antojan nimias y que están tan alejadas de los grandes discursos doctrinarios pero que son, al fin y al cabo, de las que depende que la gente viva peor o mejor. Y eso significa que hay que empezar a moverse en el mundo real, allí donde no hay dinero suficiente, ni donde se puede hacer todo lo que se quiere, porque no puedes o porque no te dejan, donde has de negociar cada acción, medir cada palabra y pensar cien veces cada paso antes de darlo. Donde no se interactúa solo con afines porque se está siempre rodeado de personas que piensan, dicen y deciden de modo diferente a ti.

Lo llaman también meterse en el barro. Algunas izquierdas se meten en él sin protegerse, sin la gente de la mano y sin controles, y suelen terminar embarradas para nada. Otras tienen miedo a hacerlo y a ensuciarse y se limitan a ofrecer a la sociedad un horizonte, una utopía (en el mejor sentido del término) sin apenas hacer nada para que la gente al menos intuya de qué va realmente, en la práctica, ese futuro. En el primer caso, la acción institucional mata la vida de la calle. En el segundo, la gente no tiene a esa izquierda como referente porque no le es útil para nada. Y en ambos casos se deja sin poner en marcha lo esencial: ¿dónde están las cooperativas promovidas por las izquierdas que nos piden el voto para que la gente vea que hay otros modos de propiedad? ¿dónde sus ejemplos de finanzas descentralizadas y colaborativas para que la gente compruebe que los bancos que conocemos no son imprescindibles?, ¿dónde han creado escuelas populares o centros de formación que permitan constatar que hay formas alternativas de enseñar y aprender a vivir? ¿qué experiencias de consumo, producción, vivienda o cuidados sostenibles han promovido las izquierdas que nos dicen que van a cambiar el mundo?...

Las izquierdas y movimientos sociales transformadores no pueden presentarse a las gentes solo como portadores de banderas o de narraciones heroicas y llenas de venturas pero que nadie sabe cuándo podrán hacerse realidad ni de qué forma. Tienen que "anticipar" ese futuro poniendo en marcha experiencias y prácticas que muestren desde ya que el mundo puede funcionar de otro modo. El mundo no se transforma pidiendo a la gente que haga actos de fe. La radicalidad transformadora más auténtica y efectiva es la que pone en marcha reformas en el día a día que la gente puede identificar como el anticipo de un mañana diferente y con cuyo diseño, promoción, defensa y disfrute se organiza y empodera.

La buena noticia es que ya hay en marcha experiencias de ese tipo en muchos sitios, aunque no precisamente promovidas por las izquierdas doctrinarias y convencionales. Ahora hace falta que se hilen entre ellas y que las instituciones se asalten no, como tantas veces ocurre, como si eso fuera un fin en sí mismo sino precisamente para promover y fortalecer esas nuevas formas de producción, de consumo y de relaciones sociales que generan contrapoder y un modo de vivir más humano y placentero.


- Cuando todos piensan igual, ninguno está pensando -


respublica

Una vez más queda claro quién está a favor de candidaturas de unidad popular para hacer frente al bipartidismo y la ley electoral y quién busca únicamente su interés partidista y personal.




Europa Press - 05/06/2015 18:45

Podemos reafirma que concurrirá con sus siglas en las generales

Ignora la propuesta de IU


   Podemos no tiene intención de modificar la hoja de ruta aprobada por sus miles de simpatizantes durante su asamblea fundacional celebrada en otoño en Vistalegre, y por ello, se reafirma en que concurrirá con sus siglas en las próximas elecciones generales, según han confirmado a Europa Press fuentes de la Ejecutiva del partido.

   La formación liderada por Pablo Iglesias considera, según han explicado estas mismas fuentes, que son el único partido que está demostrando ser capaz de hacer posible el "cambio", por lo que no se plantea integrarse en una candidatura de unidad popular sin su marca, como ha pedido el candidato de Izquierda Unida a La Moncloa, Alberto Garzón.

   Así, las fuentes consultadas ha reiterado el aviso que el secretario general de Podemos lanzó el pasado jueves a Izquierda Unida, tras volver a proponer la coalición de izquierdas, un día después de las elecciones municipales y autonómicas, la posibilidad de construir una candidatura popular de confluencia de cara a las generales.

   "La apuesta por el cambio y por la unidad popular no tiene nada que ver con acuerdos entre partidos, y mucho menos con lo que podríamos llamar una balsa de salvamento para nadie. Cada uno tiene que asumir las consecuencias de la estrategia política que ha llevado a cabo", alertó entonces Iglesias.

   No obstante, la formación morada sí tiene claro que quiere afrontar este proceso con la "voluntad" de ser "lo más abiertos posibles". Para ello, quieren conseguir acoger bajo el "paraguas" de Podemos a fuerzas con las que tienen afinidad como Compromís o Mès, conscientes del apoyo que estos partidos tienen a nivel regional, en este caso en la Comunidad Valenciana y las Islas Baleares.

   Podemos todavía no ha definido el procedimiento que utilizarían para sumar a estas fuerzas a su proyecto. Una opción podría ser que los candidatos de estas formaciones participasen en sus primarias, como ya hicieron los de Equo o los de Convocatoria por Madrid --colectivo promovido por la exdiputada regional de IU Tania Sánchez tras dejar la coalición--.

   La "voluntad" de Podemos de ser más abiertos de cara a las generales también pasa también por intentar atraer a todos aquellos sectores y activistas que la formación considera "protagonistas del cambio" para que, sin integrarse necesariamente en el partido, puedan concurrir en sus listas en las generales.

   "Aunque Podemos se ha convertido en referencia fundamental del cambio, no podemos convertirnos en un partido más sino que tiene que ser una referencia de todos los sectores que apuesten por el cambio, tengan o no el carné de Podemos", explicó Iglesias durante la rueda de prensa en la que valoró los resultados de los comicios locales y autonómicos.

   En un escrito en su blog, dirigido a sus simpatizantes, el líder de Podemos ya pidió días antes "tomar nota" de las "lecciones" que han dejado las elecciones municipales y autonómicas, como por ejemplo, la "importancia" de los "liderazgos y los estilos" que van más allá "de una identidad de partido", en referencia a los éxitos de Ada Colau y Manuela Carmena.

- Cuando todos piensan igual, ninguno está pensando -

RM

respública:

Todo no es tan sencillo como decir que unos son los buenos(IU)y otros los malos(Podemos)

Yo estoy por candidaturas unitarias.

La marca Podemos va al alza en votos y la de IU a la baja,incluso podría restar votos en algunos sitios.

IU apuesta por la unidad,pero necesita una balsa de salvamento porque se está hundiendo.

Veo prepotencia en Podemos que creen que ellos sólos pueden protagonizar un cambio.

IU en mi ciudad,en las municipales,al igual que Podemos o Equo ha buscado su interés partidista y personal y no optó por candidaturas de unidad popular.

Que IU busque candidaturas unitarias al margen de Podemos(Equo,partidos progresistas regionalistas,ecologistas..)si puede.


RM

respublica,unas preguntas concretas sobre la unidad:

1)¿En tu opinión  qué pretende conseguir Podemos al no apoyar la unidad?

2)¿En qué se perjudicaría si fuese en candidatura unitaria?

3)¿Cuáles serían  los intereses concretos personales y partidistas de Podemos para negarse a la unidad?


respublica

¿Y tú qué crees RM? Si de verdad Podemos tuviera como principal objetivo cambiar las políticas se uniría con todas las fuerzas que buscaran el mismo objetivo.

El motivo que yo veo por el que no quiere, es para que los diputados que saque sean todos suyos y obedezcan a su secretario general sin que éste tenga que negociar ni compartir las decisiones con los restantes líderes del resto de fuerzas. Es decir, que importa más el interés partidista que el interés general y lo que está en juego es quedar por delante o por detrás del PSOE, lo que marcaría una enorme diferencia.


Saludos


- Cuando todos piensan igual, ninguno está pensando -

respublica



Cita de: RM en 06 Junio, 2015, 13:17:14 PM
La marca Podemos va al alza en votos y la de IU a la baja, incluso podría restar votos en algunos sitios.

Muchos decían que si Podemos iba con IU y otras fuerzas le restaría más que le sumaría y además le marcaría como un partido de izquierdas, cuando ellos no lo son ni quieren que se les vea así.

Pues bien, Podemos sigue siendo visto como un partido a la izquierda del PSOE e incluso por algunos a la izquierda de IU; en sus listas no ha conseguido sumar nada sino dividir lo que antes tenía IU y un poco el PSOE y resulta que la excepción han sido las candidaturas de unidad popular en Madrid, Barcelona, Zaragoza y capitales gallegas donde se ha sobrepasado al PSOE y se puede gobernar y en cambio en esas comunidades Podemos con sus listas propias sin unirse con nadie no ha pasado del 14 % y su única función es ser la muleta del PSOE para que pese a su declive recupere comunidades y además sin tener que compartir el gobierno.

En las generales todos nos jugamos mucho más y la ley electoral hace que entre sacar un 15 % o un 22 % haya mucha diferencia de escaños, quizás los justos para sobrepasar al PSOE o poder tratarlo de tú a tú y por eso es importante aunar esfuerzos y olvidarse del interés partidista, pero parece que Podemos sólo busca lo último y ya nadie se ilusiona creyendo que ellos ganarán las elecciones generales y con mayoría absoluta para no tener que pactar con el PSOE.


Saludos


- Cuando todos piensan igual, ninguno está pensando -

respublica

Yo veo al partido morado como una amalgama de troskistas reconvertidos al centro político, cristianos de base que se sientan cómodos en un partido que no es proabortista ni laico, gente cabreada sin ideología que sigue sin tenerla, abstencionistas que hicieron una excepción y gente de izquierdas cansada de perder que pensó que esta vez se podría ganar, entre otros colectivos.

Todo ello forma un suflé basado en la ilusión del cambio, que una vez se compruebe que no era más que un efecto óptico inducido, y ya muchos lo están viendo, bajará hasta la horizontal.


Saludos


- Cuando todos piensan igual, ninguno está pensando -


RM

Algo habrá hecho Podemos mejor que IU para que su mensaje haya llegado  a más gente en un año mientras IU lo lleva intentando varias décadas sin conseguirlo.¿O no?

Si hoy se puede hablar de la posibilidad de que un partido supere en algunos casos al Psoe se debe a Podemos ya que IU nunca los superó.

Está claro que habrá que negociar o pactar algo con el Psoe,especialmente si hace cierto giro a la izquierda.

Ya te he comentado que yo veo bien las candidaturas de unidad pero si Podemos se niega tampoco se puede estar eternamente lamentándose .IU debe intentarlo con el resto de fuerzas:ecologistas,regionalistas progresistas.

la sorpresa puede ser que la gente se incline más por la marca Podemos que por la unitaria reducida de IU.

Para algunos el objetivo es mejorar un poco las cosas a través del instrumento que sea:se puede haber llamado antes IU y ahora Podemos.Para otros el partido puede ser  un fín en sí mismo:que no desaparezca,que no se funda con otros,que no desaparezcan sus siglas.Y este dilema y debate está dentro de IU(en Madrid,en Extremadura...)

RM

Según tu opinión Podemos es un partido de izquierda descafeinado pero según uleti es de extrema izquierda.

¿Por qué si es tan descafeinado y tan poco de izquierdas hay una campaña tan grande por  el PP contra Podemos acusándolo de extremísima izquierda?.Nunca ví antes una actitud así ni siquiera contra IU a la que veían como izquierda pero dentro de un orden.

Como dice Pablo Iglesias la derecha y el Psoe estaban muy cómodos con una IU minoritaria que no suponía ningún peligro para el sistema;sin embargo están ambos revolucionados y asustados con Podemos.

Puede desinflarse Podemos en el futuro?.Sí.Le ha pasado a UPyD.Yo creo que a IU no le ha pasado porque detrás está el PCE que le da igual ser minoría toda la eternidad pero no se rinde.


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