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PARA LOS MIEMBROS DE LOS TRIBUNALES

Iniciado por ines_ita, 07 Julio, 2016, 13:51:49 PM

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ines_ita

Para mi desgracia llevo unas cuantas oposiciones encima y siempre me he quedado con las ganas de hablar con algunos de ellos sobre el proceso. Como nunca procede ni me los he encontrado después dando clase, aprovecho este medio para expresar un par de ideas.

Como todos han pasado por el proceso, creo que todos deben conocer por experiencia propia cómo se pasa de mal. Nervios, inseguridades, ansiedad, insomnio, irritabilidad, impotencia, frustración... forman parte de la experiencia de casi todos. Para aquellos para los que solo representó un examen más en su vida sin nervios ni dificultad especiales, creo que tampoco es necesario explicarles gran cosa porque todo el mundo ha oído experiencias traumáticas de compañeros interinos en los centros. Cuento con que ningún miembro de tribunal se toma el proceso a la ligera ni desconoce que estamos muy nerviosos ni que está juzgando para determinar el futuro laboral, y muchas veces personal, de mucha gente.

Sin embargo, las actitudes de las personas que actúan de tribunal son muy diferentes; así que quería agradecer de todo corazón y de forma anónima, porque si no puede haber malentendidos, las sonrisas y frases amables de muchos de ellos.

La mayoría están allí obligados y no disfrutan en absoluto del proceso. Cierto es que alguno se siente importante de repente con el poder que se le ha otorgado, pero la mayoría continúa comportándose de la misma manera que en los centros: de forma humilde y dispuestos a ayudar. Pese a que todos conocemos a compañeros que son la antítesis de lo que acabo de escribir, creo de verdad que la inmensa mayoría de mis compañeros está siempre dispuesto a ayudar y son muy responsables con su trabajo. Obviamente siempre hay diferencias de enfoque en las situaciones problemáticas, pero forman parte de la rica diversidad humana que nos ayuda a descubrir nuevos puntos de vista y nos obliga al diálogo y al entendimiento.

Quiero dar las gracias a esos tribunales empáticos, que dejan las normas claras para que no estemos más nerviosos con todas las dudas, a esos tribunales simpáticos que siempre sonríen, que te tratan con amabilidad y que atienden y asientan con la cabeza cuando estás exponiendo, que se levantan para dejarte una silla, que te traen folios con la sonrisa en boca, que te dicen cuando te has equivocado en algo o vas al servicio que es normal con los nervios. Quiero agradecer a aquellos miembros de tribunal que no quieren estar ahí, pero ya que les ha tocado, se ponen de nuestra parte en lo emocional porque saben lo duro que es.

También quiero dar las gracias a los compañeros opositores de mi tribunal que me han resuelto dudas de última hora pese a que eran mis competidores directos y a aquellos con los que para distendir el ambiente he hablado de todo un poco.

La oposición es un proceso psicológicamente duro, y creo que hay que valorar todas estas actitudes que lo hacen más llevadero. Sin duda, e independientemente del resultado de la oposición, esos son y serán los buenos docentes porque demuestran que quieren entender y ayudar a los alumnos y a los compañeros.

Muchas gracias.  :D

Sin embargo, toda mi indeferencia, que ni siquiera desprecio, hacia los miembros de tribunal que no son claros aunque preguntes dudas concretas, que se salen en medio de la exposición oral, que se ríen, que se pasan notitas, que contestan con cajas destempladas y que se encargan de demostrar sus circunstancial posición jerárquica de superioridad a cada momento.

Apruebe con plaza o sin ella, o suspenda, yo me llevo un buen recuerdo de este proceso porque me he sentido respetada. Nos vemos en los institutos.

Tocqueville

¡Cuánta sensatez! Yo, en cambio, nunca me llevaré un buen recuerdo de este proceso, consiga la plaza o no, porque el agotamiento físico, anímico y psicológico es brutal cuando lo das todo. Se me pone en cuerpo malo sólo de imaginar que en 2018 tengo que pasar de nuevo por este calvario.


Galileo840

Cita de: Tocqueville en 07 Julio, 2016, 15:05:57 PM
¡Cuánta sensatez! Yo, en cambio, nunca me llevaré un buen recuerdo de este proceso, consiga la plaza o no, porque el agotamiento físico, anímico y psicológico es brutal cuando lo das todo. Se me pone en cuerpo malo sólo de imaginar que en 2018 tengo que pasar de nuevo por este calvario.

¿No has tenido la suerte de aprobar?
Si es así, ánimo.

Tocqueville

Sí, aprobé, pero una cosa no quita la otra...


jmcala

Es duro.

En mi caso lo duro no fue la oposición, que me parece un trámite, sino el proceso de preparación de la misma. La preparación en lo mental y en lo físico, el enorme sacrificio que supone tener que desatender a tus hijos, los míos eran muy pequeños, para sacar horas de estudio y reflexión. Para mí fue lo verdaderamente duro.

Cuando no se consigue el fin por el que se han sacrificado cosas tan importantes se siente dolor. Pero creo que se puede mitigar cuando uno analiza y se da cuenta de que ha hecho todo lo que estaba en su mano, que ha dado todo lo que ha podido, y no ha sido suficiente.

Mi opción fue afrontar el proceso de oposición como una de las competiciones que tuve que hacer en la facultad: entrenar e ir a pelear lo mejor que pudiera. Ganar animaba a seguir mejorando. Perder requería analizar los errores y tomar nota para el siguiente combate.

Ánimo a los que no han podido ver recompensado tanto esfuerzo y sacrificio.

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