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Excelencia profesorado

Iniciado por Makka Pakka, 22 Febrero, 2014, 15:38:16 PM

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jmcala

¿Quién dice que la excelencia sea dada por un expediente académico? ¿El ministro inútil del ramo? ¿El que firma el pestiño que abre el tema?

A mí es que me parece que excelencia es otra cosa. Pero sí que estoy de acuerdo con que mucha culpa de lo que pasa es nuestra, de los profesionales. En este gremio hay mucha, demasiada gente, que ha llegado a la educación por azares varios pero no por vocación. Un problema enorme que se transforma en profesores que se aburren y se queman a la vez que los alumnos con los que trabajan.

Para dar clases en la ESO hacen falta muchas habilidades y tácticas que no se aprenden en ninguna carrera universitaria. El paso por la universidad, para hacer el trabajo que tenemos que hacer en la actualidad, podría ser prescindible aunque no es lo deseable. Lo que urge, en mi opinión, es un buen sistema de acceso. Un sistema SUBJETIVO, por supuesto. Un sistema en el que se valorasen las ganas, la actitud ante las dificultades, la capacidad de buscar soluciones a los problemas cotidianos, el arte de motivar y despertar la curiosidad, la facilidad para empatizar, el sentido estricto de la justicia, el respeto y la equidad... Por eso que abogo por un sistema de acceso subjetivo, porque no hay forma humana de valorar estas capacidades, que creo esenciales para desarrollar nuestro trabajo, a partir de cualquiera de las pruebas que se han usado hasta ahora.

Estoy hasta la coronilla de que se pretenda que la mejor forma de acceder a ser educador sea la forma que se crea mejor para los propios educadores. ¿Desde cuándo? ¡Debe ser la mejor para los educandos! Todo el mundo en este gremio se mira en el espejo de Finlandia; ¿y qué hay allí? Pues precisamente gente con vocación que debe GANARSE un puesto en un centro educativo a base de currar como un mulo y demostrar que es el candidato ideal para las necesidades que los alumnos de ese centro tienen. Y el proceso es completamente subjetivo, como no puede ser de otro modo. Aquí no, aquí seguimos con las exigencias del tipo examen tipo test, prueba A y B ponderadas, accesos diferenciados... Le damos vueltas a cómo asegurarnos el pan pero no cómo conseguir que quienes pagan los impuestos tengan el mejor servicio posible. Y no me refiero solo a los docentes. ¿Alguien se ha parado a mirar cómo se selecciona a los inspectores? Da pena ver los requisitos y el modo de acceso. De los políticos que son responsables de la Educación mejor mi hablamos.

Excelencia sí, por supuesto. Pero excelencia de verdad, de la que algunos compañeros hacen gala y que se nota cuando los alumnos te hablan de ellos y te dicen que son cojonudos por tal o cual cosa, porque se sienten a gusto en sus clases, porque los animan a aprender, porque saben que son justos aunque los hayan llegado a suspender... Yo he escuchado a alumnos hablar así de otros profesores y he tenido claro que esos profesores son excelentes. También los hay que parece que los adolescentes les molestan, que cualquier cosa que hagan enseguida la tachan de "tontería", que se han creído dioses que están regando con su sabiduría el mundo real antes de volver a su particular olimpo. Ese tipo de gente también pulula por nuestro gremio y son, aparte de mediocres, completamente inútiles para la profesión, aunque tengan veinte titulaciones, tres doctorados y hablen catorce idiomas.

ChusCyL

Aun estando de acuerdo contigo en el meollo, jmcala, ¿no crees que es la subjetividad, precisamente, por donde hace agua nuestro sistema de acceso? ¿No deberíamos equilibrar objetividad y justicia en la selección de los docentes?
 
¿Quién rellena esos datos necesarios para otorgar al candidato el calificativo de excelente? Cargar el peso en la opinión del alumnado no debería ser válido: juez y parte en el mismo procedimiento. No todos tienen la edad/capacidad de aislar los intereses de la realidad de forma objetiva. Los resultados académicos dependen de muchas variables, no solo de la labor –implicación, dedicación, preparación...- del docente. La familia no suele ser objetiva si no coinciden las expectativas sobre su retoño con las calificaciones "otorgadas". El equipo docente que nos toca en suerte es eso, una suerte. Muchas vías que atender con criterios personalísimos, que pueden ser muy válidos, pero no para lo que se trata de arreglar.
¿Con qué criterios? ¿Con los de rendimiento académico objetivamente evaluable? ¿Nos dejarán alguna vez establecer los objetivos y su desarrollo en contenidos a los que nos manejamos en el aula? ¿O seguirán poniendo reválidas como la panacea del saber? Tenemos un grave problema entonces. Los grupos son heterogéneos [gracias a diosa], irrepetibles en el tiempo y el espacio, ¿qué sería del docente excelente un año que no consigue llevar hasta el éxito a la mayor parte del grupo asignado el curso siguiente [trabajando a destajo, diseñando, empleando más tiempo, ganas y esfuerzo que el año anterior]?

La forma adecuada de diseñar el acceso es la gran duda constante en mi trayectoria en la enseñanza (y no es corta). No es fácil, no. Te aseguro que admiro a los compañeros excelentes que hay por esta geografía escolar, de ellos aprendí lo que quiero ser y lo que no haré jamás mientras me dedique a la Educación.
Iam tempus est agi res


Juanma82

Cita de: jmcala en 23 Febrero, 2014, 10:09:43 AM
¿Quién dice que la excelencia sea dada por un expediente académico? ¿El ministro inútil del ramo? ¿El que firma el pestiño que abre el tema?

A mí es que me parece que excelencia es otra cosa. Pero sí que estoy de acuerdo con que mucha culpa de lo que pasa es nuestra, de los profesionales. En este gremio hay mucha, demasiada gente, que ha llegado a la educación por azares varios pero no por vocación. Un problema enorme que se transforma en profesores que se aburren y se queman a la vez que los alumnos con los que trabajan.

Para dar clases en la ESO hacen falta muchas habilidades y tácticas que no se aprenden en ninguna carrera universitaria. El paso por la universidad, para hacer el trabajo que tenemos que hacer en la actualidad, podría ser prescindible aunque no es lo deseable. Lo que urge, en mi opinión, es un buen sistema de acceso. Un sistema SUBJETIVO, por supuesto. Un sistema en el que se valorasen las ganas, la actitud ante las dificultades, la capacidad de buscar soluciones a los problemas cotidianos, el arte de motivar y despertar la curiosidad, la facilidad para empatizar, el sentido estricto de la justicia, el respeto y la equidad... Por eso que abogo por un sistema de acceso subjetivo, porque no hay forma humana de valorar estas capacidades, que creo esenciales para desarrollar nuestro trabajo, a partir de cualquiera de las pruebas que se han usado hasta ahora.

Estoy hasta la coronilla de que se pretenda que la mejor forma de acceder a ser educador sea la forma que se crea mejor para los propios educadores. ¿Desde cuándo? ¡Debe ser la mejor para los educandos! Todo el mundo en este gremio se mira en el espejo de Finlandia; ¿y qué hay allí? Pues precisamente gente con vocación que debe GANARSE un puesto en un centro educativo a base de currar como un mulo y demostrar que es el candidato ideal para las necesidades que los alumnos de ese centro tienen. Y el proceso es completamente subjetivo, como no puede ser de otro modo. Aquí no, aquí seguimos con las exigencias del tipo examen tipo test, prueba A y B ponderadas, accesos diferenciados... Le damos vueltas a cómo asegurarnos el pan pero no cómo conseguir que quienes pagan los impuestos tengan el mejor servicio posible. Y no me refiero solo a los docentes. ¿Alguien se ha parado a mirar cómo se selecciona a los inspectores? Da pena ver los requisitos y el modo de acceso. De los políticos que son responsables de la Educación mejor mi hablamos.

Excelencia sí, por supuesto. Pero excelencia de verdad, de la que algunos compañeros hacen gala y que se nota cuando los alumnos te hablan de ellos y te dicen que son cojonudos por tal o cual cosa, porque se sienten a gusto en sus clases, porque los animan a aprender, porque saben que son justos aunque los hayan llegado a suspender... Yo he escuchado a alumnos hablar así de otros profesores y he tenido claro que esos profesores son excelentes. También los hay que parece que los adolescentes les molestan, que cualquier cosa que hagan enseguida la tachan de "tontería", que se han creído dioses que están regando con su sabiduría el mundo real antes de volver a su particular olimpo. Ese tipo de gente también pulula por nuestro gremio y son, aparte de mediocres, completamente inútiles para la profesión, aunque tengan veinte titulaciones, tres doctorados y hablen catorce idiomas.



Aunque pienso que el sistema subjetivo de selección del profesorado que deseas es una utopía, estoy de acuerdo con todo lo que has dicho.

javielin69

Menudo tostón de informe.

En cuanto a lo que se dice sobre las oposiciones, si las sacaron los que más se las merecían o no, todos sabemos lo subjetivas que son unas oposiciones y el cúmulo de circunstancias que se deben dar para poder sacárselas, incluyendo el que un tribunal puntúe menos que otro. Lo del tiempo de servicio claro que es favorable para los que están trabajando. Pero es algo que hemos sufrido todos desde  que comenzamos a presentarnos una convocatoria tras otra ¿Cuántos de mis compañeros foreros han aprobado sin plaza, con buena nota y más de una vez? En mi caso concreto, aprobé en las últimas de 2010 con nota más baja que en anteriores convocatorias; así que, según el criterio de algunos, no merecía la plaza en esta ocasión, pero ¿y en anteriores con muy buena nota por qué no? ¿Por falta de tiempo de servicio o de cursos? Es un tema muy complejo, en el que cada uno tenemos seguramente miles de anécdotas que contar y lo único que tengo claro es que, pongas el sistema que pongas, siempre va a tener su puntito de injusticia.

UN SALUDO
Aún aprendo (Goya)


jmcala

Creo que la clave estaría en una selección temprana del personal. Con la reforma de la universidad se puede empezar con un buen punto de partida. El máster para educación lo harán aquellos que se quieran dedicar a esto y solo a esto de enseñar. Aprieta las tuercas en ese máster, en lugar de lo que se está haciendo ahora. Dedica un año a superar un máster en el que se tengan que demostrar aptitudes y actitud adecuadas para la enseñanza. Un máster de inmersión en la realidad de los centros educativos; codo con codo con los profesionales, participando en todas y cada una de las facetas de la vida de los centros, exigiendo demostrar que se sabe y se puede enseñar.

Una vez pasada esta parte de formación específica será el momento de que el candidato decida en qué se quiere especializar. Podrían proponerse perfiles docentes; personal para atender a alumnos con altas capacidades, con dificultades de aprendizaje, con discapacidades determinadas, alumnado de ambientes marginales o poca ayuda al estudio, alumnado inmigrante con dificultades con el español, educación de adultos, educación a distancia... Los perfiles pueden ser muchos y variados y siempre atendiendo a las necesidades REALES del alumnado de Andalucía (que es el caso que conozco). En función del campo al que se quiera dedicar el futuro docente, tendrá que formarse por un mínimo de dos o tres cursos haciendo las labores de docencia encomendadas por los tutores que le sean asignados en el centro que el haya elegido de los que necesiten personal. La colaboración y coordinación con esos tutores tendría que ser TOTAL y los tutores serían elegidos por la Administración entre profesionales que hayan demostrado solvencia en su buen hacer y tengan prestigio en la profesión. Pasado ese periodo de formación en el centro, aprendiendo el oficio y pudiendo demostrar si se está preparado para ser un buen docente, llegaría el momento de ingresar. Eso tendría que depender de la dirección del centro, que es la que conoce cómo ha sido la formación de ese candidato y si encaja o no en el Proyecto de Centro.

Para mí, las direcciones serían las máximas responsables de los centros pero para lo bueno y lo malo. Si un director quiere contratar al hijo de su prima que lo haga. Si los resultados no son buenos y el centro no presta un buen servicio será él el primero en salir por la puerta. De ese modo, lo de los cortijeros sería algo que se extinguiría en poco tiempo.

¿Qué serían resultados buenos? Pues que las familias y los alumnos estuviesen contentos con el centro que les da el servicio. Se mediría en función de una serie de parámetros que ponderasen no solo las notas y los expedientes sino el número y tipo de actividades realizadas, la consecución de objetivos pactados en Consejo Escolar que han sido cubiertos, el ambiente del centro y el respeto a la normas de conducta del mismo...

keops77

Correcto jmcala, en 2008 no se publicaron asi. Pero el resultado fue igual. Inclusion de gran número de funcionarios interinos no valorandose el resultado de las pruebas de manera objetiva. Pues en el examen se daba mas importancia a las partes en las que los interinos iban a sacar mas nota. De hecho se eliminó la condición de aprobar la primera parte para pasar a la parte segunda. Se eliminó la parte practica......vamos, que había que meter a gente con calzador.....

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jmcala

La primera parte del ejercicio escrito era un 60% y la segunda parte un 40%, igual que en 2010. La ponderación de la parte escrita era mayor, también, que la de la parte oral. La clave para esas dos convocatorias estuvo en la parte del concurso, en la que se puntuó mucho la experiencia.

Tuve la suerte de poder escuchar al presidente del tribunal de mi mujer decir que ni mucho menos todas la unidades didácticas que tenían informe habían sido puntuadas con un 10 porque las había muy malas y otras con errores ortográficos garrafales. Recuerdo que no se podía hablar con los tribunales ni pedir ver los exámenes y demás. ¿Cómo se sabe entonces que se puntuó de tal o cual manera?

Hubo muchas plazas y la parte del concurso se diseño para que fuera más fácil entrar para los que acumulaban muchos años de servicio. ¿Es eso malo? Teniendo en cuenta que había sido la CEJA la que había provocado el problema de la precariedad laboral de su plantilla, me parece que era lo que debía hacer.

Makka Pakka

La cuestión es que si la gente que entró, todos con su carrera universitaria, están capacitados o no para dar clase en la ESO (etapa educativa donde se concentra el mayor fracaso escolar). En el artículo se insinúa que no. Se le echa la culpa a este profesorado del fracaso escolar cuando además de no tener culpa ni este ni otro profesorado, el fracaso escolar lleva años entre nosotros. Debería de señalarse con el dedo al verdadero culpable: el alumnado que no le da la gana de estudiar.


keops77

En 2010 la segunda parte (unidad y programación) era un 60%, beneficando al que llevaba tiempo trabajando. Se podia pasar a esta prueba sacando un cero!, en el primer examen.....¿que si esta mal?. Yo lo veo asi, pues siempre ha habido que aprobar la primera parte para acceder a la segunda, siempre ha habido parte práctica. ¿Por qué desaparecen esos años?. Porque el colectivo interino era grande y habia que reducir. No fueron unas oposiciones de verdad. Que este bien o mal, cada uno lo verá como quiera.

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Juanma82

Cita de: Makka Pakka en 24 Febrero, 2014, 14:26:25 PM
La cuestión es que si la gente que entró, todos con su carrera universitaria, están capacitados o no para dar clase en la ESO (etapa educativa donde se concentra el mayor fracaso escolar). En el artículo se insinúa que no. Se le echa la culpa a este profesorado del fracaso escolar cuando además de no tener culpa ni este ni otro profesorado, el fracaso escolar lleva años entre nosotros. Debería de señalarse con el dedo al verdadero culpable: el alumnado que no le da la gana de estudiar.

Me parece de una simpleza absoluta señalar al alumnado como el "verdadero culpable", en fin...


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