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ELECCIONES EUROPEAS MAYO

Iniciado por RM, 04 Febrero, 2014, 21:31:25 PM

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BRUSELAS, 26 Jun. (EUROPA PRESS)


El eurodiputado y líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha elogiado este jueves la "dignidad" del eurodiputado de Izquierda Unida Willy Meyer por dimitir por haber participado en un fondo de pensiones del Parlamento Europeo formalizado a través de una SICAV y ha instado al PP, al PSOE y a UpD a "tomar ejemplo" de este paso.

"La dimisión del eurodiputado Willy Meyer ha sido un ejemplo de dignidad y de coherencia que quiero saludar desde aquí. Ojalá en el PSOE, en el PP o Unión, Progreso y Democracia, supieran tomar ejemplo de la coherencia de alguien que no ha cometido ninguna ilegalidad, pero que ha estado a la altura política de las circunstancias", ha defendido en rueda de prensa en la Eurocámara para explicar su candidatura a la presidencia del Parlamento Europeo por el grupo de la Izquierda Unitaria Europea.

Iglesias ha considerado "una barbaridad" y "terrible" que "una institución pública" como la Eurocámara "pueda contribuir a financiar planes de pensiones ideados para defraudar al fisco".

"Las SICAV son sociedades pensadas para que los ricos no paguen impuestos y es terrible que una institución pública pueda contribuir a financiar planes de pensiones ideados para defraudar al fisco. Que existan las SICAV tiene una traducción muy clara. Se cierran hospitales, se cierran escuelas, disminuyen los subsidios de paro. Es inaceptable", ha argumentado.

PRIVILEGIOS DE EURODIPUTADOS

Preguntado si ha renunciado a la pensión que le garantiza la Eurocámara por ocupar un escaño, Iglesias ha dejado claro que "todos los eurodiputados de Podemos" han firmado "un protocolo" en que se comprometen a "renunciar a los planes de pensiones que puedan implicar un privilegio respecto a los que podrán recibir los ciudadanos, los trabajadores en nuestro país".

"Estamos estudiando todos los privilegios de los que gozan los eurodiputados que entraran en contradicción con el código de conducta que nos hemos autoimpuesto. No nos parece adecuado que alguien por ocupar un cargo público disfrute de una suerte de privilegios de los que carecen los trabajadores de nuestro país. Seremos absolutamente coherentes y transparente", ha explicado.

Por lo pronto, ya ha dejado claro que los eurodiputados de Podemos "van a viajar siempre en clase turista" porque entienden que es "una vergüenza que representantes de la soberanía popular viajen en clase business", incluido "aunque pueda salir muy barato por los diferentes convenios" de la Eurocámara.

También ha dejado claro que "hasta ahora" se han desplazado en taxi en sus viajes desde el aeropuerto a la sede de la Eurocámara pero ha matizado que utilizarán el coche que les pone a disposición el propio Parlamento Europeo para estos viajes "si sale más barato". "Utilizaremos lo represente un gasto menor a los contribuyentes", ha recalcado, preguntado si renunciarán al 'chofer' que les pone la Eurocámara.

El eurodiputados de Podemos no podrán cobrar al mes "más de tres veces el salario mínimo interprofesional español, 930 euros" y "el resto del dinero" hasta los 8.000 euros de suelo bruto mensual que ganan los podrán "donar a diferentes iniciativas, siempre que estas no entren en contradicción con los fines de Podemos", ha explicado Iglesias.

"Por poner un ejemplo la diputada Teresa Rodríguez señaló su voluntad de utilizar esa parte de su salario para apoyar causas de resistencia de trabajadores cuando estén en situación de huelga", ha explicado.

"Por desgracia, nos sobran causas justas a las que los diputados de Podemos puedan dedicar esa parte del salario si hubiera alguna dificultad jurídica en que ello fuera para la organización", ha precisado, preguntado por la imposibilidad de destinar parte del suelo de eurodiputado a financiar el partido, según el reglamento dela Eurocámara. En todo caso, harán "las consultas jurídicas pertinentes" cuando se pretenda destinar parte del dinero a "actividades concretas de Podemos".

NO SE HAN MERENDADO A IU

Iglesias ha rechazado la interpretación en todo caso de que Podemos se ha 'merendado' a Izquierda Unida en las elecciones europeas y con el que comparten grupo en la Eurocámara.

"Evidentemente no. Consideramos a Izquierda Unida compañeros y por eso estamos además en el mismo grupo parlamento en este Parlamento Europeo y las relaciones tanto aquí como en nuestro país van a ser relaciones de camaradería, compañerismo y de franca colaboración", ha subrayado.

Iglesias también ha querido saludar "la pronta llegada" de "un amigo" como es Javier Couso a la Eurocámara para ocupar el escaño de Meyer y que ha calificado de "magnífica noticia" porque es "un ejemplo en la lucha contra la impunidad" y con su presencia ganarán "mucho" los que "luchan contra las guerras injustas".

VENEZUELA

Preguntado por su presunto apoyo a regímenes considerados menos democráticos como Venezuela, Iglesias ha dejado claro que aunque puede ser "muy legítimo estar en desacuerdo con el Gobierno de Venezuela" las organizaciones internacionales califican al país de "democracia formal".

Ha dejado claro que en "muchas" alcaldías gobierna la oposición y se ha mostrado convencido de que "tarde o temprano" habrá un cambio de Gobierno, pero ha rechazado "alentar golpes de Estado" desde fuera porque es "poco democrático" y ha criticado "la obsesión de algunos" medios por querer presentarle como un régimen totalitario.

- Cuando todos piensan igual, ninguno está pensando -

Albariza

¿Honradez de Willy Meyer? ¿Por suscribir un plan de pensiones privado gestionado por una sicav? ¿Un comunista de pura cepa? ¿Honradez? Perdón, ¿me he perdido en alguna parte del razonamiento?
La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.


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- El lobby ultraderechista distribuye una carta solicitando dinero a los españoles para "detener la ofensiva de la ultra-izquierda y de los secesionistas"


P.O.S. Madrid


Tengo que confesarte que estoy muy preocupado por la situación que atraviesa España... Con este argumento comienza la agresiva carta que la organización HazteOir.org ha distribuido pidiendo dinero a los ciudadanos con el objetivo de "parar la ofensiva de la ultra-izquierda y de los secesionistas y fortalecer la democracia y la unidad de España". El sobre incluye la carta, un resguardo para realizar donativos, una postal en color ya completada dirigida al rey y una bandera española.

En la misiva de cuatro páginas, fechada el pasado 19 de junio y firmada por Ignacio Arsuaga, presidente de este lobby ultracatólico, se remarca la preocupación "por la irrupción, en las últimas elecciones europeas, de partidos que quieren destruir nuestra democracia y romper España", asegurando que "esta parte de la población española -todavía minoritaria- está consiguiendo tener una visibilidad en los medios de comunicación que les aumenta aún mucho más su fuerza real", una clara alusión a Podemos. Además, se habla del "clima de inseguridad" que se vive en España y de la "espiral de violencia que están generando algunos grupos anti-sistema", asegurando que "la unidad de España corre peligro por la acción de una minoría secesionista". Arsuaga pide así apoyo para "contrarrestar esta ofensiva anti-España" y "promover una movilización masiva de la sociedad española para defender la democracia y para frenar la destrucción del país".

La asociación se muestra convencida de que España "estos días vive su crisis más grave desde la guerra civil" y que "una III República española heredaría todos los vicios de la II República, de tan desgraciada memoria". Piden que los españoles reivindiquen la bandera de España que, aseguran, está en peligro de desaparecer. "La calle está en manos de extremistas violentos y peligrosos decididos a imponer sus minoritarias ideas a la fuerza", aseguran, reiterando que la unidad nacional está gravemente amenazada y la ruptura "ya tiene fecha en Cataluña y se prepara en el País Vasco". Así, se alarman con que "podríamos celebrar esta Navidad con un país dividido, fraccionado y ¡roto!".

Por ello, piden a los ciudadanos que envíen una tarjeta postal al recién proclamado Felipe VI para solicitarle "salvaguardar la unidad de España y afianzar nuestra frágil democracia, amenazada por la demagogia y el populismo". Y, por supuesto, solicitan también apoyo económico: donativos de 25, 50, 100, 150 euros o más. "Salvar España" parece que sólo costaría 85.000 euros, el presupuesto de esta singular campaña.
Un futuro pesimista: Podemos

"Si dejamos que las corrientes anti-sistema y anti-España vayan copando nuestras instituciones, la calle y los medios de comunicación, corremos el riesgo de que repitamos las terribles situaciones que ya sufrimos en un pasado no tan lejano", argumentan en la misiva, antes de pasar a hablar de la formación Podemos. Arsuaga habla de la democracia en peligro, pero ataca precisamente las bases democráticas que suponen que la ciudadanía es la que decide. "Te imaginas qué sucederá cuando la suma de los votos de todas las formaciones de izquierda radical sumen la mitad más uno", se pregunta, apuntando a una encuesta reciente, que daba a Podemos 58 escaños en el Congreso y recordando que "el propio Podemos sugería un frente amplio con IU y PSOE para derribar el actual sistema".

La asociación no se arruga en hacer su particular interpretación del programa político del 'frente de izquierdas' que lideraría Podemos, con Pablo Iglesias: "España como tal dejará de existir, será el fin de la libertad religiosa, se reducirá el ejército y las fuerzas de seguridad, la nación entrará en suspensión de pagos, habrá una quiebra de las familias, desaparecerá la sanidad por bancarrota, el aborto será libre y gratuito, se legalizará la eutanasia y se cerrarán los colegios concertados".

- Cuando todos piensan igual, ninguno está pensando -

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- Diputado de Izquierda Unida por Málaga es, a sus 28 años, un referente en su organización para quienes reclaman otra forma de hacer política, mayor democracia interna y confluir con otras fuerzas

- "Hay que estar abierto a cualquier fórmula que permita construir una izquierda a la izquierda del PSOE sólida, cohesionada y fuerte", afirma en esta entrevista realizada a finales de mayo y publicada en la revista Cuadernos de eldiario.es sobre el futuro de la izquierda

- Los periodistas Olga Rodríguez y Javier Gallego presentarán la revista con Iñigo Errejón (Podemos), Tania Sánchez (IU) y Joan Herrera (ICV) el lunes 30 de junio a las 19.30 en la sede de Ecooo (calle Escuadra, 11, Lavapiés. Madrid)


Andrés Gil


Izquierda Unida se encuentra en uno de los momentos más decisivos de su historia. Aunque está creciendo electoralmente, no ha sido capaz de convertir en votos toda la indignación que existe en un país con un 26% de paro y un hartazgo en muchos sectores con el bipartidismo y el sistema político y económico. Podemos sí ha logrado conectar con buena parte de ese electorado en tres meses y ha sumado 1,2 millones de votos y cinco diputados en las elecciones europeas, a 300.000 votos de IU y con un escaño menos.

El diputado de IU Alberto Garzón analiza una situación que requiere –y lo repite varias veces– "audacia", y que ha recibido un nuevo impulso con la exigencia de un referéndum sobre monarquía o república a raíz de la abdicación de Juan Carlos. Garzón reclama una refundación que comprenda la constitución de un "frente popular o amplio" a la izquierda del PSOE, "sólido, cohesionado y fuerte", en el que las primarias abiertas no sean un problema: "Hay que estar abierto a cualquier fórmula".

¿Qué momento está atravesando la izquierda?

Las europeas nos han mandado un mensaje: hay un espacio cada vez mayor a la izquierda del PSOE. Un 20% vota políticas contra la austeridad, antitroika y por una nueva forma de entender la política. Eso es positivo. Ahora bien, en las próximas elecciones la ley electoral es distinta y favorece una dispersión que puede perjudicar a la izquierda, y hay que trabajar para evitarlo.

Su último libro, La Tercera República (Península), salió a la calle al día siguiente de la abdicación de Juan Carlos. ¿Qué supone para la izquierda?

La república no es solo una forma de Estado, sino unos principios, unos valores y una nueva forma de hacer política. Hay que hacer pedagogía para explicar que monarquía es vieja política: monarquía es corrupción, es amiguismo y enchufismo. Casos hay de sobra para acreditarlo. Y república es una nueva política: es participación, es deliberación; una forma de involucrar a la ciudadanía en las actividades políticas. Esa será la tarea de IU.

¿Estamos en un momento fundacional?

La clave para que IU siga sumando es que se entienda que la gente está harta de las políticas de recortes y austeridad, las políticas neoliberales que nos han conducido a esta crisis. Eso está claro. Pero es que también está harta de una vieja forma de hacer política, de la corrupción, el caciquismo, las redes clientelares, la de la burbuja inmobiliaria, el amiguismo y el enchufismo. Y yo creo que todo esto está vinculado al sistema político de la Transición, que está agotado, y todavía hay sectores de la izquierda que creen en él. Hace falta hacer más pedagogía, y apostar por un proceso constituyente, nuevas reglas del juego político, nuevas formas de hacer política, que no sólo hacen referencia al programa electoral, sino al discurso, a la imagen, a quiénes comunican... Todo esto es algo que en IU debemos afrontar con más claridad. El discurso de izquierdas es nítido, pero si no se acompaña de lo que estoy diciendo, la gente nos va a visualizar como un partido un poco más a la izquierda del PSOE, pero en las mismas coordenadas. Y para que sean otras coordenadas hace falta una regeneración profunda en IU en muchos aspectos, no sólo comunicativos, sino de métodos de organización, de forma de articular un discurso que llegue a las clases populares.

Esto significa hablar de personas.

Los programas son lo más importante en política, porque expresan lo que queremos hacer, nuestra ideología. Las personas, sus caras, sus discursos, su oratoria, eso también es política, también expresa un mensaje que se envía a la población. Creo que ya no son tiempos de liderazgos individuales, sino colectivos. Hay que elegir a quiénes comunican, no a uno, sino a muchos. Creo que tenemos que salir de la política que entiende que la solución viene por parte de uno; viene de liderazgos colectivos. Eso es algo que mostró claramente el 15M. No había un portavoz, sino que había muchos, que representaban una idea. IU tiene que aspirar a construir eso; IU no se va a reformar por cambiar de líder, necesita cambiar muchas cosas, pero también tener muchos líderes, y eso dará una sensación de que somos un proyecto colectivo y no individual.

Pero el cabeza de cartel sólo puede ser uno.

Por eso hay que elegirlo de acuerdo a esos criterios y sabiendo que la toma de decisiones tiene que ser colectiva y colegiada. Tampoco te obligan a poner en el cartel sólo al número uno, puedes poner a dos o tres, y optar por esa forma. Hay que ser audaces y acertar, saliendo de la idea del liderazgo único.

¿El proceso de la elección de candidatos puede hacerse también de forma abierta si se confluye con otras organizaciones como Podemos?

Por principios, hay que ampliar los mecanismos de democracia interna. Todos. Las primarias son elementos de profundización democrática, pero también los revocatorios y la rendición de cuentas. Si viene una fuerza como Podemos con la que hablas de tú a tú para conformar un frente popular o amplio, como queramos llamarlo, hay que poner reglas. Si una de las condiciones son las primarias abiertas, habrá que discutirlas y ver cómo se configuran, quiénes participan, si son los simpatizantes, y el diseño concreto de ese mecanismo. Hay que estar abierto a cualquier fórmula que permita construir una izquierda a la izquierda del PSOE sólida, cohesionada y fuerte. Habría que inspeccionarlo con detalle, porque las primarias abiertas tienen muchas ventajas, pero según cómo se diseñen pueden funcionar con éxito o no. Hasta el momento, con otras fuerzas con las que hemos llegado a acuerdos no ha hecho falta. Pero puede ser que otro momento político nos empuje a ello. Habrá que ser audaces.

¿Es el momento en el que IU, igual que en 1986 se convirtió en un sujeto político, ahora construya uno nuevo con otros aliados, como ha pasado con Syriza en Grecia o con AGE (Anova-IU-Equo) en Galicia?

La política la determinan las ideas, y las siglas y las banderas son algo secundario, prescindibles frente a las ideas: la ideología y el programa no se pueden negociar, pero las formas en las que se envuelven esas ideas es distinto. Nosotros tenemos que ver si es más fácil hablar de IU o de otra formulación que integre otras formaciones. En Galicia ya se ha hecho. La gente sabe quiénes somos; lo importante no es mantener la pureza de las banderas, sino transformar la sociedad. Si una de las formas para constituir un frente popular supone ir a unas elecciones con otro nombre, pero representando las mismas ideas, no tengo ningún problema y creo que podría ser positivo.

¿Es una suma de siglas u otra cosa?

En IU se intentó una refundación en 2008, se aprobaron unos documentos, y no se llevó a cabo, por las razones que fuera. Y eso es lo que tenemos que superar, que lo que aprobamos, lo hagamos. Nuestra última asamblea estableció que si hay otras fuerzas y unas alianzas con los ciudadanos tenemos que constituirnos en un bloque social y político, y que cómo se llame es otra cuestión. El problema es que no se cristaliza. Necesitamos hacer esa reflexión crítica y tomar decisiones para que se haga.

Es decir, ¿abrir la organización?

Se trata de unirse con gente que opina lo mismo que nosotros, más allá de matices. Hay que abrir la organización hacia dentro, con métodos democráticos que permitan que los militantes de IU tomen esas decisiones, porque son quienes aprueban esos documentos que no son llevados a la práctica por las cúpulas de la organización. Si hay métodos democráticos plenos, las bases tomarán las decisiones y animarán a que entre más gente. IU no tiene que desaparecer, pero puede integrarse en otras fórmulas como un Frente Amplio.

¿Es el PCE una rémora en este proceso?

Al contrario. El PCE tiene que ser el motor de este proceso, como lo fue de IU. Y ahora tiene que actuar con generosidad. Además, las ideas comunistas tienen mayor cabida ahora que nunca, porque estamos en la crisis más grave del capitalismo desde los años 30. Un sistema que devora al ser humano y el planeta tiene que ser frenado y ese freno se llama socialismo y el PCE es el instrumento.

Muchas veces, por la existencia de partidos en IU (el PCE, la Izquierda Abierta de Gaspar Llamazares, etc), la organización se ha regido por el intercambio de cromos en función del porcentaje de cada uno.

Esa es la vieja política, la que habla de negociación entre tropas y cupos. La nueva política debe hablar de deliberación: usar la razón para debatir argumentos. Eso implica generosidad y una noción noble de política, que tiene que ser un instrumento para transformar la sociedad. No obstante, las corrientes son consustanciales al ser humano, y su existencia no es un problema, el problema es que la gente vote dogmáticamente contra sus compañeros en vez de pensar quién tiene razón. Ha pasado en IU y seguro que pasa en otros partidos, incluso en los nuevos. Hay que luchar contra eso, y no tener miedo en reconocer que alguien del PCE o de Izquierda Abierta, que no es mi organización, puede tener razón. Pero el funcionamiento antidemocrático de los partidos desanima a decir la verdad, porque te penaliza y presiona en una dirección determinada de hacer política. Si no se es democrático, la verdad tiene difícil cabida y sincerarse te puede costar la cabeza. La democracia interna hace que la gente sea sincera.

Antes de las europeas, en IU se planteó una candidatura en un proceso abierto, pero al final fue una negociación entre partidos y corrientes. ¿Qué lección se aprende con unas elecciones en un año?

Hay que hacer una reflexión crítica con optimismo, porque los resultados son buenos. Nos hemos identificado bien en el eje izquierda-derecha, pero en el eje del 15M, de sistema político actual frente a uno nuevo –lo que llaman erróneamente casta política–, la gente nos ha identificado en gran medida con el PP y el PSOE, como si fuéramos lo mismo. Y esa es la autocrítica, por qué no llegamos a un sector que teníamos al lado, después de años decidiendo si ocupábamos ese espacio. Ha pasado el tiempo y han entrado otros porque no hemos querido o no hemos podido. Hemos parecido para mucha gente, aunque no lo somos, un partido del régimen. Y han votado a otros que no lo parecen.

A un año para las locales y autonómicas, ¿hay tiempo para modificar el discurso, profundizar en la democracia interna y confluir con otras fuerzas?

Hay que resolver ese problema. Hay que profundizar en los mecanismos internos, el discurso 15M... Es una transformación profunda que venimos reivindicando muchísima gente desde dentro desde hace mucho tiempo. Se avanza, nadie podría imaginar hace siete años que pudiera existir este discurso en IU, aunque va más lento de lo que quisiéramos. Somos mayoría en IU los que pensamos así.

¿Es una urgencia?

El momento del país es de emergencia social y eso implica tener urgencia política, pero con serenidad y rigor. No podemos quedarnos esperando ni 10 años, ni dos años ni uno, porque entonces serán otros los que ocupen el espacio. Ahora podemos estar tranquilos entre comillas porque el espacio lo ha ocupado otra fuerza de izquierdas, pero podría haber sido perfectamente la extrema derecha, como ha pasado en Francia, que ha ocupado el espacio del discurso contra un sistema que no nos representa.

¿Qué es necesario para esta transformación?

Hay que cambiar el rumbo, lo que no significa ir al rumbo inverso. Hace falta mucho debate, muchas reuniones de asambleas de IU; cuanto más debate haya, mejor; cuanto más pedagogía política haya, mucho mejor.

¿Se puede hacer esto con la actual dirección de IU?

No lo sé, no tengo una bola mágica, pero creo que sí, de momento, sí. Igual que los mejores resultados que hemos tenido en este tiempo han sido con Cayo Lara y la actual dirección, técnicamente pueden hacer el cambio. Que sea más difícil o menos, dependerá del futuro. Si se quiere, se puede, pero no sé si va a ocurrir. Espero que sí. Cayo es un hombre abierto y tiene buena perspectiva política y sabe que somos gente que lucha contra la forma de política corrupta y caciquil, y simpatizamos con el 15M, y aunque haya habido casos en IU como el de Bankia, Cayo ha sido el primero en combatirlo. No sé si es más o menos fácil. Técnicamente se puede. Decir otra cosa es hacer política ficción.

¿Cayo Lara podría ser candidato ante Pablo Iglesias y un socialista de la generación de Eduardo Madina o Susana Díaz?

IU en su conjunto tendrá que evaluar en una asamblea y en unas primarias, que tenemos por estatutos, si es Cayo el que se presenta o no. No será algo que decida yo, ni tampoco Cayo, lo decidirá la militancia. Y espero que cuando se haga, sea con un debate sano; y se vea si es bueno o es malo para IU y para un programa de izquierdas. IU será la que decida si es una oportunidad o no repetir toda la candidatura. Es un proceso que toca en su momento, que todavía está lejos pero sin duda será importante para IU.

En lugares como Madrid, donde IU ha sido superada por Podemos en las europeas, las dos fuerzas juntas suman más porcentaje de voto que el PSOE. ¿El momento para la confluencia es ahora el más propicio?

Es un momento de oportunidad donde la audacia nos puede dar la victoria, tenemos un potencial enorme desde la izquierda y eso tiene que ir hacia adelante. Ahora bien, no creo que se puedan sumar todos los votos de Podemos a IU, creo que representan lo mismo, pero aún hay gente que cree que IU es del antiguo régimen. Hay que plantear qué porcentaje ha votado candidaturas que están contra el bipartidismo, la troika y este régimen: un 20%. Y eso hay que construirlo sin que lo que sume por un lado te reste por el otro. Está claro que en Madrid, en un país centralista como este, hay que trabajar en esa dirección.

¿Cómo influye que IU pacte con el PSOE en Andalucía y permita al PP gobernar Extremadura?

Cuando participas en el sistema bipartidista tu abstención y voto, a favor o en contra, siempre tiene repercusión en uno de los dos, hay que ser realistas. Pero eso no significa que seas el otro partido al que estás favoreciendo, ya sea de forma coyuntural como en Andalucía o por inacción, como en Extremadura. No eres ni el PP ni el PSOE, los combates a los dos. ¿Cómo convencer de que eso no es ser ninguno de los dos? Es difícil, pero no imposible, hace falta mucha pedagogía. Soy partidario de pactos si hay programa y estrategia, si son por el juego de sillones, no voy a estar de acuerdo. Y si no hay pactos porque eres irreal y no quieres gobernar nunca, no entiendo para qué estamos en política. Es utópico pensar que la primera vez que te presentas vas a llegar al 50% de los votos. Antes te vas a ver obligado a abstenerte o votar y, de una manera o de otra, favorecer a uno de los partidos mayoritarios.

- Cuando todos piensan igual, ninguno está pensando -


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- A partir de ahora pilotará la macroárea de Proceso Constituyente y Convergencia, la encargada de la interlocución con partidos y movimientos sociales y de elaborar un programa alternativo como salida social a la crisis

- Hará tándem con otra joven dirigente, Clara Alonso, nueva responsable de Comunicación Externa.



Juanma Romero



El diputado Alberto Garzón será uno de los nuevos hombres fuertes de la dirección federal de Izquierda Unida. Estaba claro casi desde que se abrieron las urnas de las elecciones europeas. Y el tiempo lo ha confirmado. Él será, a partir de ahora, el encargado de la Secretaría Ejecutiva del Proceso Constituyente y Convergencia. O sea, el responsable de la interlocución con los movimientos sociales y los partidos políticos. Una macroárea que tendrá un enorme peso dentro de la cúpula, la que pilotará el rediseño de IU. La que ensanchará su base y comandará el diálogo hacia el exterior.

Garzón, como ya había avanzado infoLibre, pasa a asumir el área que dejó vacante Enrique Santiago, pero con mucho más poder y margen de maniobra. La otra cartera que se había quedado libre, la de Comunicación Externa, que dejó el diputado Ricardo Sixto, recaerá en manos de la periodista Clara Alonso, otra joven dirigente (30 años) de la confianza del coordinador, Cayo Lara, y del propio Alberto Garzón, de 28 años.

Estos dos cambios significativos, junto con el resto, serán sometidos mañana sábado a debate en la reunión del Consejo Político Federal, el máximo órgano de poder de IU, del que forman parte 200 dirigentes. Y serán propuestos por el propio Lara. Se aprobarán, previsiblemente, sin problemas, ya que ya han sido pactados, según fuentes de la federación. La cita es decisiva, porque con ella IU quiere lanzar tanto las primarias abiertas para la elección de sus candidatos –inéditas en la historia de la organización federal– y una renovación de sus cuadros dirigentes, para aportar una imagen de mayor frescura, de relevo generacional. Para hacer frente, entre otras cosas, al efecto Podemos, que mermó y deslució su crecimiento en las europeas del 25-M.

De hecho, Garzón será el responsable, desde su nueva cartera, del diálogo con la formación de Pablo Iglesias, de la convergencia con el partido emergente, que considera posible y en la que ha hecho especial ahínco en las últimas semanas. Pero el diputado por Málaga gozará a partir de ahora de más visibilidad, un trampolín perfecto para el que todos en IU presumen que será su siguiente reto: competir en las primarias abiertas para lograr la candidatura a la Presidencia del Gobierno.

Los relevos más notables figuran en el informe político que mañana defenderá Lara, y al que ha tenido acceso infoLibre. El coordinador describe en él por qué cree que el parlamentario andaluz ha de gozar de un papel preeminente. "Hace tres años llenamos las plazas reivindicando una nueva forma de hacer política, y hoy necesitamos construir un nuevo país. Hoy comenzamos una etapa crucial. El Consejo Político Federal encarga a Alberto Garzón esta responsabilidad", la Secretaría Ejecutiva del Proceso Constituyente y Convergencia. "El proceso constituyente y el diseño de un nuevo proyecto de país desborda a IU y tiene como propósito pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones". Para ello, se da vida a esta macroárea, que tendrá a su servicio un gabinete técnico formado por expertos –sociólogos, economistas...–, que marcará las "líneas estratégicas" de la federación para los próximos años. Es decir, no se mira sólo a las generales de 2015, sino a la ampliación de IU.

La nueva secretaría "dirige, impulsa y desarrolla cuantas iniciativas políticas hacia el exterior puedan ser susceptibles de concretarse en acciones y campañas en torno a las mismas en el conjunto del Estado", describe el documento. Garzón será, por tanto, el portavoz de las propuestas sobre "la elaboración de un proceso constituyente de país como salida social de la crisis en clave republicana". Lo que IU ha venido llamando "revolución democrática y social", "con una IU a la ofensiva". Se encargará de preparar propuestas tanto a medio como a largo plazo, de carácter estratégico.

Garzón asume la parte más específica que conducía hasta ahora Santiago: la ayuda a la construcción de un bloque político y social alternativo para "disputar el poder político al neoliberalismo". En tres sentidos: hacia los partidos que podrían confluir con la federación, hacia los movimientos sociales y hacia la propia IU, para "impulsar la integración y acción social" en las localidades con sectores "más desfavorecidos y necesitados".

IU fichó a Garzón antes de las últimas generales. Aunque era militante del PCE y de IU, participó en el 15-M, y la dirección lo colocó de cabeza de lista en Málaga precisamente por eso, como guiño a los indignados. Su apuesta prosperó y con él recuperó un escaño por una provincia que había perdido en las elecciones de 2000. El diputado gozó desde el primer momento de protagonismo en el Congreso como portavoz de Economía. Tras la Asamblea Federal de diciembre de 2012, entró en la dirección de Lara, como responsable de Política Económica Global, un cargo de segunda línea, bajo el mando del secretario ejecutivo de Economía y Empleo, José Antonio García Rubio, un hombre de la máxima confianza del coordinador.

Lara explica en su informe que son necesarios nuevos equipos acorde con los nuevos tiempos, con una "dirección más ágil y flexible", capaz de responder "de manera audaz y valiente al momento histórico", una "dirección atrevida", que visualice que hay banquillo, que hay una "ruptura generacional", y que sea "transparente" y "rinda cuentas". La estrategia es articular un "liderazgo colectivo".

El Consejo Político no dará vida, previsiblemente, a toda la nueva cúpula, dado que no ha habido tiempo para negociar todos los flecos, así que lo que quede pendiente se aprobará en la Presidencia Federal –el órgano intermedio de poder, que componen unos 70 miembros– del 19 de julio. Entonces también se definirá el equipo de trabajo del día a día, el cogollo directivo, más pequeño que la ejecutiva. En él se sentarán Garzón y Alonso. Esta coordinará "en todos los niveles el trabajo de comunicación con las federaciones, activistas y profesionales de la comunicación". Es decir, que sumará a la tarea de Comunicación Interna (que tenía desde febrero de 2013) la competencia de portavoz y enlace con los medios. Carteras que en los últimos años estaban divididas.

- Cuando todos piensan igual, ninguno está pensando -

RM

Parece que el efecto 15 M y el efecto Podemos están afectando también a IU.

RM

"IU elige a Garzón como hombre fuerte para pactar con toda la izquierda"(El País)

Albariza

 


Carlos Fernández Liria
Rebelión
28/06/2014


Yo creo que PODEMOS va a gobernar. Por eso, es urgente que tengamos claro qué es lo que tenemos que "poder". ¿Qué podemos? ¿Podemos acaso lo imposible?
Tras las elecciones europeas escuché entre mis colegas del gremio de filosofía una muy interesante definición de populismo (pues, naturalmente, se veía en lo de PODEMOS una victoria del populismo). El populismo, se decía, es "presentarse a las elecciones prometiendo lo imposible a sabiendas de que es imposible". Es una definición muy interesante. A mí se me ocurrió una variación inmediata: "llamo populismo a prometer lo imposible a sabiendas de que yo voy a hacer todo lo posible para que sea imposible". O mejor aún: "a sabiendas de que si yo quiero que sea imposible será imposible, porque aquellos a los que yo voto tienen la sartén por el mango". En este sentido, el Frente Popular en el 36 habría sido populista: ganó las elecciones prometiendo lo imposible. Para demostrar que era imposible, algunos se movilizaron bastante y montaron una guerra civil y cuarenta años de franquismo. Y así resultó imposible.

No deja de ser curioso, aunque sea anecdótico, que entre los que suelen subscribir esa definición, muchos saben de lo que hablan. Fueron ellos, precisamente, los que, de jóvenes, pidieron lo imposible siguiendo la estela del 68. "Pidamos lo imposible" y "La imaginación al poder" son unas divisas muy juveniles, pero se desgastan pronto con la edad. Pasan los años, y al final, eso suena a populismo.

El caso es que esa vía para desprestigiar a PODEMOS no les va a funcionar. Porque el diagnóstico no puede encajar peor. Ya les gustaría que PODEMOS fuera eso, pero no lo es. En muchos sentidos es más bien lo contrario. Los jóvenes de PODEMOS no han pedido ni piden lo imposible. Yo creo firmemente que el germen de PODEMOS remite a Juventud sin Futuro y después al 15M. Ahora bien, JSF no pedía lo imposible. Todo lo contrario, en cierta forma, sus reivindicaciones sonaban muy conservadoras: se reclamaba el derecho a un trabajo, a una pensión (¡y eran jóvenes!), a una vivienda, a una familia, a poder estudiar en una enseñanza estatal... Se trataba, más bien, de conservar todo aquello que los revolucionarios neoliberales estaban destruyendo, como por ejemplo, los derechos laborales más elementales. Unos jóvenes muy conservadores, por tanto, frente a unos revolucionarios muy poderosos. Ahora son ellos, la casta más rica del planeta, los que piden lo imposible. El 1% de la población mundial pide lo imposible al 99%. Y lo imposible se hace realidad todos los días. Eso lo comprobamos en facebook cotidianamente: no hay forma de distinguir ya las noticias en broma de las noticias de verdad. No aciertas ni una. El sólo hecho de que la estación de metro más emblemática de Madrid se llame Vodafone Sol es un experimento dadaísta irrealizable que, sin embargo, todos los días se hace realidad. La mera existencia de un ser como Cristobal Montoro a mí me parece científicamente imposible. No es posible que estemos gobernados por caricaturas. Pero lo estamos. Viéndolo ahora, uno diría que la existencia de Jose María Aznar es metafísicamente imposible, y, sin embargo, gobernó por dos legislaturas. Vivimos en un imposible cotidiano.

PODEMOS, en cambio, es de lo más normal. Será por eso que sorprende tanto. A mí no es que me sorprenda, es que estoy enamorado. Veo las fotos de las asambleas y de los actos de PODEMOS y veo a un montón de alumnos míos que el curso pasado estaban en primero. Gente de veinte años que, no se sabe cómo, han construido un acontecimiento histórico, seguramente el más importante que ha ocurrido en este país desde la transición. Veo a los muchachos de Juventud Sin Futuro, a los estudiantes que lucharon contra el Plan Bolonia durante diez años de derrotas continuas. Y veo mucho profesor universitario. Muchos alumnos y muchos colegas, sobre todo de la Universidad Complutense. Cuando comenzó a presentarse el Plan Bolonia, en un acto convocado por el rector Carlos Berzosa, yo apunté que la UCM era una ciudad muy poderosa y que si la UCM decía no a Bolonia, muchas otras universidades plantarían cara también. Ahora se ha demostrado que, en efecto, la Universidad tiene mucho poder. En cierta forma -lo ha dicho Jose Luis Villacañas hace poco- esto que ha pasado con PODEMOS puede considerarse una venganza de la Universidad. Más que una venganza, un levantamiento de una Universidad que está harta de ver cómo se toma el pelo a la ciudadanía. Lo que ya pasaba en la lucha contra Bolonia, está pasando ahora a nivel global. Durante años tuvimos que aguantar -como decía Juan José Millás el otro día (...)- el blablabla ininteligible, vacío y ñoño, de las autoridades académicas, vendiéndonos la privatización y mercantilización de la Universidad con un marketing ridículo de frases hechas y tópicos hippieprogres: "una Universidad al servicio de la sociedad" (entiéndase, vendida a las necesidades del mercado), un pomposo "Espacio Europeo Superior para una Economía del Conocimiento" (léase, una reconversión económica de la Universidad para suprimir todos los departamentos que no sirvan a las empresas para aspirar dinero público), "un nuevo modelo educativo de la formación a lo largo de toda la vida" (es decir, el despido libre para todos los que no se acomoden a un reciclaje continuo), "el primado de las prácticas en la enseñanza" (o sea, la formación de un ejército industrial de reserva que está dispuesto a trabajar sin cobrar, sólo para formarse), el "becario en prácticas" (el trabajador que ni sueña con cobrar), el bucólico "modelo educativo del aprendizaje", frente al caduco "modelo de la enseñanza magistral" (o lo que es lo mismo: la ocasión de desfuncionarizar la enseñanza, amortiguando cátedras y plazas de titular), el diseño flexible y personal -tan divertido y apasionante- del propio itinerario académico (es decir, la supresión de las profesiones protegidas por convenios colectivos), la "movilidad europea" como prioridad (al tiempo que se hace todo lo posible por suprimir las becas Erasmus), y blablabla y blablabla; "no se trata de poner a la Universidad al servicio de las empresas, sino al servicio de la ciudadanía", decía Gabilondo, cuando era ministro; pura palabrería; y luego muchas mentiras: los másteres tendrán precios públicos (ya se ha visto, sí), las tasas no subirán (idem); promesas y promesas de que lo no rentable tendrá un lugar de honor en la academia (sí: mientras que la financiación pública se condiciona a la previa obtención de financiación privada, en lo que, a la postre, no es si no una forma de financiar proyectos empresariales privados con dinero público, utilizando a la Universidad estatal como un cajero automático que permite a las empresas aspirar los euros de los impuestos y hacerse gratis con todo un ejército de trabajadores -a los que se llama, pomposamente, "becarios de investigación"- pagados con el dinero de los impuestos de otros trabajadores).

Durante diez años de lucha antibolonia, vimos que todo este blablabla, era respondido por estudiantes que lejos de pedir lo imposible (más bien pedían que se les permitieran conservar una Universidad normalita, con sus virtudes y defectos de toda la vida), habían hecho lo que parecía imposible: traducir las ponencias en inglés de las cumbres de la OMC sobre educación, estudiarse los BOEs, los libros blancos, los documentos sobre Universidad de las patronales europeas y del Círculo de empresarios español. Y habían llegado a la conclusión de que se les estaba tomado el pelo. El espectáculo fue patético y grandioso. En todos y cada uno de los debates que -con mucho trabajo- lograron forzarse, las autoridades gubernamentales de educación hacían el ridículo con sus frases hechas y sus palabras vacías de lameculos, mientras que estudiantes de veinte años les sacaban los colores citando profusamente en sus argumentos todos los documentos que esas autoridades, en muchas ocasiones, ¡ni siquiera sabían que habían firmado!

Bien. Muchos de esos estudiantes ahora se han volcado en PODEMOS. Y el fenómeno se está repitiendo pero, esta vez, a nivel de política general. ¿Por qué se piensan en el PSOE o en el PP que PODEMOS ha logrado surgir de este modo de la nada, con unos cuantos miles -y no millones- de euros? Pues por una sencilla razón. Porque la ciudadanía ha escuchado por primera vez argumentos sinceros y llenos de contenido, enfrentándose al ruido ininteligible del bla-bla-bla ininterrumpido de nuestra casta política. Lo dijimos ya mil veces con el asunto de Bolonia. Estudiantes y profesores nos pasamos diez años reclamando tres o cuatro horas de televisión para debatir en público sobre el asunto, convencidos de que no hacía falta más para demostrar que nos estaban estafando. Nunca nos concedieron esa oportunidad. Tras años de una continuada movilización en las calles, tras centenares de detenidos y un buen puñado de heridos, se nos concedió, por fin, la palabra, en un programa que se llamaba 59 segundos. Incluso esos segundos habrían bastado, pero, para entonces, el plan Bolonia ya era una realidad sin marcha atrás.

¿Quién iba a pensar que el mismo fenómeno se iba a repetir a nivel de política global en todo el país, de forma masiva, contundente y victoriosa? El peso de la Universidad en PODEMOS -y muy en especial de la Facultad de Filosofía y de Políticas de la UCM- es innegable. Alumnxs y profesorxs. Y de nuevo se repite el fenómeno: el bla-bla-bla de la casta no tiene nada que hacer frente a los argumentos que PODEMOS ha sacado a la luz. No se resiste una hora seguida de confrontación pública. En esto no es posible agradecer lo suficiente a Pablo Iglesias que durante años se haya dejado la piel discutiendo en solitario con todo tipo de malas bestias. El efecto ha sido incuestionable. Un grandísimo sector de la población ha sabido distinguir muy bien quién les estaba argumentando de verdad y quién les estaba vacilando. Y ese efecto político ha sido una bola de nieve: la población dará la victoria electoral a PODEMOS porque está harta de que la tomen por imbécil.

Volviendo a esa tan interesante definición de populismo. "Presentarse a las elecciones prometiendo lo imposible". O sea: algunos -y mira por dónde son, sobre todo, los discípulos de Fernando Savater, los sempiternos y autoproclamados defensores de la democracia parlamentaria y el estado de derecho- comienzan por considerar imposible que se cumpla la Ley. Por eso, durante toda una década, su hazmerreir favorito fue Anguita, ese peligroso izquierdista que se limitaba a pedir y pedir que se cumpliera la Constitución. Ahora repiten la jugada con PODEMOS. Porque, PODEMOS, la verdad, tampoco parece que esté pidiendo la Luna. En la mayor parte de los temas -por lo que yo puedo apreciar-, parece que PODEMOS se conformaría con que se cumpliera la Ley. Lo decía Luis Alegre hace unos días. Muchos puntos considerados utópicos en el programa de PODEMOS se pueden financiar con medidas tan insólitas, revolucionarias y radicales como, sencillamente, haciendo que se aplique la Ley. Para lograr la jubilación a los sesenta años, por ejemplo, bastaría con hacer que las 3000 empresas mayores de este país tributaran al tipo que tienen asignado por ley (es decir, al 30 %, cuando ahora logran mediante todo tipo de argucias tributar efectivamente al 3,5 %). ¿Esto es utópico? ¿Es utópico pedir que se cumpla la Ley? Quizás. Pero entonces ¡podían haberlo dicho antes! En lugar de escribir libros y columnas periodísticas cantando las alabanzas del imperio de la Ley, podía haberse advertido que el capitalismo de la sociedad capitalista funciona, sencillamente, al margen de la ley y que pedir cualquier otra cosa es utópico o populista. Que, por tanto, el imperio de la Ley está hecho para vigilar y disciplinar a los pobres, y que no se puede soñar con otra cosa. Si se hubiera dicho bien alto, a lo mejor la población habría sacado sus conclusiones. Se entiende que Emilio Botín o Florentino Pérez no tienen por qué desvelar las reglas del juego que los hace ricos. Pero esos intelectualillos bienintencionados que les hacen el juego sucio en los periódicos y los medios de comunicación, podían tener un poco más de dignidad, la verdad.

En este país -continuaba diciendo Luis alegre-, el fraude fiscal es del 24 % (y el 80 % de ese volumen corresponde a las grandes fortunas). El caso es que, la media europea es del 12 %. ¿Qué pasa? ¿Hace falta un Che Guevara, un Trotsky y un Bakunin? ¿Qué se necesita para hacer realidad esa fantasía utópica, para lograr que la media española de fraude fiscal sea la media europea? No hace falta ninguna revolución descerebrada ni insensata. Hacen falta inspectores de Hacienda. Los datos hablan por sí sólos: en España hay 1 inspector por cada 1958 trabajadores. En Francia, 1 por cada 942, en Alemania, 1 por cada 750. Los inspectores de este país, se quejan de que les faltan recursos. También se han quejado de que han recibido instrucciones de no intervenir. En realidad, los inspectores de Hacienda de este país están furiosos. Son un colectivo desesperado al que no se ha dejado trabajar.

¿Y cuántos colectivos hay en este país deseando poder hacer bien su trabajo? ¿Es una utopía insensata y populista crear las condiciones políticas para que puedan hacerlo? Me consta que hay un ejército de inspectores y subinspectores de Hacienda deseando que les den la orden de inspeccionar de verdad a los que de verdad defraudan. Del mismo modo, no me cabe duda de que hay un ejército de periodistas deseando ser periodistas de verdad, periodistas hartos de que se les obligue a mentir y a ocultar información. ¿Es un disparate utópico crear las condiciones estatales para el ejercicio libre de esa profesión? No, no lo es: bastaría con un sistema de acceso público a la profesión semejante al que siempre se ha practicado en la enseñanza estatal. Los periodistas gozarían así de tanta libertad de cátedra como los profesores (o sea, de mucha). Y entonces, el periodismo podría liberarse de las presiones empresariales y de las presiones gubernamentales. ¿Imposible o utópico? En absoluto: no creo que nadie pueda decir que la enseñanza estatal es gubernamental y lo que es posible para la enseñanza debería ser posible para el periodismo.

Seguro que existe, también, un ejército de peritos contables buscando trabajo que podrían perfectamente asesorar al poder judicial para resolver las demandas de delitos económicos. Y seguro que hay también un ejército de abogados en paro deseando ejercer su profesión para proteger judicialmente en el turno de oficio a los más necesitados y para demandar a los más invulnerables poderosos. Esto no puede ser el mundo al revés. No puede ser que mi amigo Tinito la Calma lleve seis años en la carcel por pasar unos gramos de hachís y resistirse a los malos tratos policiales, al tiempo que millares de bárcenas millonarios se pasean por el mundo como si fueran aforados de sangre azul. No se puede hablar de Estado de Derecho cuando la Justicia no sirve más que para meter en la cárcel a la gente pobre.

¿Y cuantos médicos y médicas, cuántos enfermeros y enfermeras, auxiliares de hospital están deseando poder hacer bien su trabajo? ¿Cuántos profesores y profesoras? ¿Cuántos jueces y juezas harían bien su trabajo si tuvieran más recursos? Son una marea de gente, una marea blanca, verde y negra. ¿Esta es la utopía populista de la que se hablaba? ¿Lograr que la gente que ama su profesión y sabe ejercerla tenga unas condiciones profesionales dignas para poder hacerlo?

¿Y los jóvenes? ¿Es una utopía lograr que los jóvenes mejor formados de la historia de España tengan que emigrar para trabajar de camareros en Alemania o en Laponia? ¿No es esto un increíble despilfarro de capital humano, como suele decirse? ¿Es una utopía lograr que haya profesores y médicos? ¿Es una utopía intentar, por ejemplo, que haya un verdadero turno de abogados de oficio en este país, que funcione con eficacia y dignidad? Quizás sea imposible, pero entonces que no se vuelva hablar jamás de Estado de Derecho ni de Imperio de la Ley. Sin abogados de oficio no puede haber justicia ninguna. Si ellos fallan, falla la Constitución.

Si yo tuviera que resumir en una sola frase el programa de PODEMOS -y creo que no ando desencaminado a la hora de interpretar el clamor popular que les votará-, diría que esa frase es "Que se cumpla la Ley". ¿Qué Ley? Por mi parte, me conformaría con que se cumpliera cualquier ley, con tal de que fuera una ley. Aspiraría a algo más, desde luego, aspiraría a que las leyes fueran buenas. Pero que se cumplieran las malas leyes ya sería un avance inédito. Para que las empresas tributen un 30 % no hace falta el comunismo, hace falta que se cumpla la ley. Si tributaran sólo un 25 %, según pretenden las nuevas malas reformas legales del PP, sería de todos modos un éxito social inimaginable. Cualquier ley es mejor que la ausencia de ley. Pero es que, además -Anguita tenía toda la razón-, nuestras leyes no son de las peores, sino que son, en realidad, bastante pasables. Si se cumplieran, el resultado sería asombroso.

El clamor popular que -no me cabe duda- dará la victoria a PODEMOS, ha caído en la cuenta de que, en este país, hay toda una casta que, sencillamente, vive fuera de la ley. No es que el rey sea inviolable, es que la mayor parte de las decisiones que determinan nuestra vida cotidiana, casi todas las cosas importantes, se deciden fuera del parlamento, en un espacio sin ley. Las personas normales viven sometidas a la ley. El dinero y sus propietarios viven en un vacío legal, en una franja de inviolabilidad, en un paraíso no sólo fiscal sino también legal. La ley no está hecha para la gente rica. Sólo cuando los ricos se pelean entre sí, ocurre que, a veces, alguno de ellos pasa algun rato por la cárcel. Mientras tanto, las cárceles están, como siempre lo han estado, llenas de pobres.

PODEMOS no se puede reducir a un partido político. Es un movimiento social muy hetergóneo que está pidiendo algo enteramente sensato: que se cumplan las leyes. Luego, a la hora de legislar y hacer leyes mejores, sin duda, surgirán en PODEMOS todo tipo de tendencias, todo tipo de confrontaciones de todos los colores, quizás varios partidos políticos distintos. Pero yo creo, que al final, el verdadero juego democrático de este país se va a jugar en el interior de PODEMOS. Y fuera de PODEMOS no va a quedar más que una oposición golpista, muy poderosa, sin duda, poderosísima, pero golpista. Porque no debemos engañarnos: esa gente no va a permitir así como así que los perroflautas del 15 M se hagan con el pastel que les ha hecho multimillonarios y se dediquen a administrarlo según las legislaciones de un verdadero Estado Social y de Derecho. No, claro que no, no van a mandar a un Tejero al Congreso. Pero recurrirán a otras tácticas, como ya se ha hecho en Grecia. Un gobierno de concentración nacional, un tecnócrata impuesto por la UE, una desestabilización continua con tintes de revolución naranja en las calles, sin descartar juegos más sucios aún. Yo, que Pablo Iglesias, intentaría hacerme con una escolta eficaz, la verdad.

No se puede decir que no sea un programa sensato. Hay que preguntase más bien, qué se quiere decir y qué se quiere defender -incluso a quién se está defendiendo- cuando se lanzan acusaciones de populismo. Hay que poner las cartas sobre la mesa: ¿es populismo pretender que la casta económica y política de este país tenga que cumplir la ley? ¿Era populista Eduardo Galeano cuando en los años setenta diagnosticaba el problema fundamental de América Latina diciendo que, ahí, para "dar libertad al dinero, las dictaduras encarcelan a la gente"? A Latinoamérica le ha costado mucho aprender la lección, muchos años, muchas muertes, muchos torturados y desaparecidos, mucha pobreza. Pero se reaccionó y el continente se ha llenado de esperanza. En Europa estamos ahora frente al mimo problema. Pero sabemos cuál es el antídoto. No es una utopía obligar a los poderosos a cumplir la ley. A veces se consigue. Y el efecto es una bola de nieve que no se detiene. En resumen, que sí se puede. Claro que se puede.
La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.


RM

Yo veo demasiado optimismo en los que piensan que Podemos va a  vencer al bipartidismo o incluso a gobernar en el 2015.Que sacará diputados parece que sí,pero que  va a barrer,me creo que no.


RM

Ya tenemos nuevo presidente en el parlamento europeo.Los socialistas en campaña decían que ellos eran la única alternativa a la derecha,pero luego se han puesto de acuerdo con la misma para repartirse el cargo,la mitad del período cada uno.Se reedita el bipartito nacional también a nivel europeo.


¡CUIDAMOS LA PÚBLICA!

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