¡CUIDAMOS LA PÚBLICA!

'

Reflexión al aire.

Iniciado por zocter, 27 Noviembre, 2013, 17:47:20 PM

Tema anterior - Siguiente tema

0 Miembros y 1 Visitante están viendo este tema.

analista

Cita de: arundesa en 03 Diciembre, 2013, 16:19:01 PM

No dudo que la noticia en los periódicos pueda ser esa, pero ¿oposiciones con contenidos de la eso y bachilllerato?? , mira el temario de matemáticas, hay temas que no se dieron ni en el plan del 73 de la Licenciatura de Matemáticas.
Y algunos que son temas de los que se dan en pre-escolar, siiii, por supuesto, pero entenderemos todos que como desarrolles un tema de matemáticas con contenidos de la eso... me da que no pasas el primer examen jajjaja.

Suerte para todos y todas, como dicen los optimistas, convocando una plaza, con esa tengo bastante.

arundesa compañera yo también soy de mates.  ;D

Se perfectamente como es el temario de mates y en especial el examen practico, digo que los periodistas escribirán esos titulares que no quiere decir que sean verdad, pero así nos desprestigian aun más.

Como nos lo vamos a pasar en el examen, vamos a caer como moscas   :-\

arundesa

No me lo tome como si fuera una opinión tuya, mas bien pensé lo contrario, que también te sientes ofendida cuando la gente piensan que no estudiamos, que no trabajamos y que somos los que mas vacaciones tenemos...

Echaremos ánimos, que si los alumnos disrruptivos y sus educados padres no pueden con nosotros, no van a poder unas oposiciones. Un saludo


Almella

Cita de: chesspir en 28 Noviembre, 2013, 10:53:35 AM
Siguiendo con las reflexiones, me parece muy llamativo que en tiempos de crisis, con los recortes imperantes y teniendo en cuenta que la Junta ha priorizado las especialidades más numerosas de nuestro sistema educativo, se convoquen 170 plazas de especialidades del campo de las artes y las humanidades y 50 de ciencias. Creo que nuestro sistema educativo no se ajusta a una sociedad del siglo XXI.

No quiero decir que no haya que tener una buena cultura en artes y humanidades; por supuesto que sí, pero cuando se nos agranda la boca diciendo que hay que cambiar nuestro modelo productivo de sol y playa y (antes) ladrillo por otro tecnológico, tenemos cero plazas convocadas en física y química, biología y geología, informática, tecnología, etc. que se supone que son la base para ese cambio tecnológico.

En este país nunca ha existido una cultura científica; siempre ha sido más prestigioso ser jurista, por ejemplo, que científico; ha sido más admirado, por ejemplo, conocer de memoria el código civil que explicar los misterios del universo. De hecho, con la LOE se intentó paliar este déficit con la materia de Ciencias para el mundo contemporáneo, pero tengo entendido que con la LOMCE desaparece. Está claro que para nuestros políticos hacer o dedicarse a la ciencia en este país es de bichos raros y no se apoya desde la base del sistema educativo. Así que nada, Eurovegas para todos, que la tecnología ya no la traen desde Alemania.

He percibido que se repite este discurso victimista por parte de "gente de ciencias" en muchos ámbitos, no necesariamente ligados a la educación. Por ejemplo, el circo ambulante que montó Carlos Elías pregonando y denunciando el supuesto acoso a las ciencias en España. Leyendo entre líneas, debajo de su proclama solo encontrábamos un "queremos más salario y más reconocimiento". Todo este movimiento, como tantos otros, se volatilizó en la vorágine de la crisis o, mejor dicho, quedó solapado por problemas más acuciantes.

Nadie puede negar que la cultura hispánica es una cultura de artes y letras, que llegó tarde y mal a la Revolución Científica y a la Industrial. Tampoco se podrá negar que se da una pésima estructuración de los estudios de Bachillerato, donde un estudiante de Letras puede salir siendo un "anumérico" funcional y sin conocimientos propios de la cultura general científica. Por tanto, puedo convenir contigo con facilidad en que sería necesario aumentar la presencia educativa y social de las ciencias.

No obstante, lo dicho es solo una parte del discurso. Por otra parte, se encuentra la suposición de que hay una posición de privilegio por parte de la gente de letras. Ahí es donde me pierdo soberanamente. Es una buena argucia comparar a un jurista con un científico, y decir que el primero tiene más prestigio social que el otro. Pero la comparación y los ejemplos falsean la realidad. ¿Por qué nombramos a un jurista y no a un filósofo o a un antropólogo, por ejemplo? El jurista puede ser valorado en tanto que buen abogado o juez, no en tanto que erudito de las leyes. Del mismo modo, el ingeniero será valorado en tanto que aplica conocimientos, no en tanto que poseedor de un conocimiento teórico de física o química. El conocimiento per se de las letras es condenado en un mundo abocado a juzgar la rentabilidad de todo. Y ahora podríamos pasar a ver qué inversión estatal se lleva la investigación humanística respecto a la científica. Por ejemplo, tomado como patrón la cantidad de becas FPI ofertadas, perfectamente el ratio puede ser de 9 a 1 a favor de las ciencias. Gente relativamente mediocre de ciencias accede a becas solo restringidas para el mejor de varias promociones en las letras. Y este es un ejemplo menudo de lo que ocurre en fases posteriores de la carrera investigadora en cada ámbito. Los científicos noveles se quejan de la falta de inversión, los de letras directamente están de camareros en Reino Unido.

Se podría hablar de muchas cosas más, como el afán reduccionista de los de ciencias a la visión más simplista de las letras como meras descriptoras de la realidad, sin llegar al estadio de la formulación de leyes, como se puede vislumbrar en tu afirmación de que el jurista memoriza el código civil. Siempre se señala el mismo estereotipo, cuando existe investigación teórica cuando menos equiparable en las letras a las ciencias "menos científicas" (en el sentido de menos formalizadas), como pueda ser la biología. Pero gusta más pensar que, cuando se ignoran el contenido de las disciplinas humanísticas, lo que uno se pierde es saber la lista de todos los reyes godos y no, por ejemplo, saber cómo la ecología determina en buena medida la evolución de las sociedades o conocer la formulación de las reglas gramaticales universales, en lenguaje simbólico, que rigen todas las lenguas particulares. Cuestión esta, de todos modos, atribuible también a la infinita mediocridad de buena parte del profesorado de letras, especialmente en España.

En fin, perdonad la digresión. Solo quería mostrar mi acuerdo matizado con el mensaje citado.

respublica

ANPE - 29 de enero de 2014

Un año más sin apenas oposiciones

Desde que el Estado señaló la cifra del 10% como tasa de reposición de efectivos docentes, la oferta de empleo público ha bajado hasta mínimos tanto que ya, en muchas comunidades autónomas, son equivalentes a la desaparición. Cuando las palabras “calidad educativa” llenan la boca de los responsables políticos y los titulares de prensa, hay que decir alto y claro que sin una amplia oferta de empleo público docente que permita la adecuada renovación de las plantillas no hay calidad educativa posible.

En primer lugar porque el 10% de la tasa de reposición es un porcentaje tan exiguo e insuficiente que no es capaz de cubrir las necesidades mínimas del sistema educativo: no permite ajustar las plantillas según las vacantes que se producen en cada una de las especialidades, ni renovar los efectivos ni cubrir las vacantes. Lo único que logra esa tasa de reposición es que, con una ligereza inusitada y una falta de visión de futuro preocupante, no se convoquen oposiciones y se acumulen plazas para unas próximas convocatorias que permanecen en el ámbito de los buenos deseos. Mientras tanto, el sistema educativo se está llenando de profesores interinos, un colectivo necesario en su medida justa pero, no lo olvidemos, vulnerable y en situación de precariedad laboral, como hemos comprobado los último años, a merced de las Administraciones Educativas que han suprimido y amortizado miles de puestos de trabajo por el aumento de ratios o incremento de horarios a los funcionarios docentes o  simplemente al  albur de cambios de criterios de formación de las listas de interinos que amenazan su estabilidad laboral.

Sabemos que algunas comunidades autónomas han duplicado las tasas de interinidad en los últimos años y que hay centros educativos en los que cada año la plantilla es completamente nueva. ¿Es compatible esta situación con la promulgación y desarrollo de una ley que lleva en su título las palabras “mejora de la calidad”? El hecho objetivo es que no se están convocando oposiciones en la mayoría de las CCAA. Sólo cuatro han anunciado oposiciones por un total de 350 plazas. En ANPE no nos vale la excusa de que no merece la pena convocar oposiciones porque el Estado autoriza  pocas plazas. Porque lo cierto y real es que si se convocan sólo el 10  %, que es insuficiente, es mejor que nada y además, esta ridícula tasa de reposición no produce ahorro económico, puesto que siguiendo la Directiva 1999/70/CE relativa al Acuerdo Marco sobre trabajo de duración determinada, los funcionarios interinos que se nombren para cubrir las vacantes reales existentes conforme a la demanda educativa tienen que percibir las mismas retribuciones (sueldo, trienios, sexenios, complementos…) que los funcionarios de carrera. No hay diferencias económicas entre convocar y ejecutar Oferta de Empleo o seguir con interinos.

                Tampoco es razonable la excusa de que se desordenan las listas de interinos porque, aunque haya que comprender las distintas situaciones del colectivo, lo que se está jugando el profesorado interino con esta falta de convocatorias es nada menos que formar parte de la función pública y transformar su empleo precario en definitivo. Voces interesadas parecen alertar a los interinos de los riesgos de convocar pocas plazas y les animan a aprobar la falta de convocatoria sin hacerles comprender que prolongar su situación de precariedad es algo parecido a lo que suele llamarse “pan para hoy y hambre para mañana”. El profesorado interino debe estar informado de la auténtica verdad: se está fragilizando el empleo docente a sus expensas. Los interinos nunca podrán desaparecer porque siempre serán necesarias las sustituciones, pero debe ser un colectivo cuyo número se ciña a proporciones razonables para que la mayoría de las plantillas docentes estén ocupadas por miembros de la función pública. ¿Qué proyecto educativo, qué sentimiento de pertenencia a un claustro puede desarrollar quien cada nuevo curso cambia de destino? Y por otro lado, ¿qué garantías tienen hoy los interinos, a los que fácilmente se les puede suprimir el puesto o rebajar sus derechos económicos y laborales en función de la temporalidad o de la planificación que haga cada Administración educativa.

Hay otra pregunta más, destinada al Ministerio de Educación y a las Consejerías: ¿Por qué no se puede gestionar la educación con sentido común? Es imprescindible que la oferta de empleo público docente reponga todas las plazas vacantes después de ajustar las plantillas y sacar todas las plazas a concurso de traslados. Es necesario abrir una horquilla de máximos y mínimos para la tasa de reposición que permita a las comunidades autónomas adecuarse a sus distintas realidades. El Ministerio debe coordinar y liderar la oferta de empleo y velar porque haya oferta de empleo en todas las comunidades.

Desde ANPE siempre hemos defendido el empleo docente estable como factor de calidad educativa y ahora, más que nunca, como condición laboral imprescindible ante algunas  medidas privatizadoras de la Educación y las potestades que la LOMCE atribuye a la dirección de los centros en materia de selección del personal docente.

Convertir a los docentes en un colectivo vulnerable e inestable  es un error que puede costar muy caro a la calidad de la educación en España.

- Cuando todos piensan igual, ninguno está pensando -


elmasca

Cita de: Almella en 09 Diciembre, 2013, 17:21:17 PM
Cita de: chesspir en 28 Noviembre, 2013, 10:53:35 AM
Siguiendo con las reflexiones, me parece muy llamativo que en tiempos de crisis, con los recortes imperantes y teniendo en cuenta que la Junta ha priorizado las especialidades más numerosas de nuestro sistema educativo, se convoquen 170 plazas de especialidades del campo de las artes y las humanidades y 50 de ciencias. Creo que nuestro sistema educativo no se ajusta a una sociedad del siglo XXI.

No quiero decir que no haya que tener una buena cultura en artes y humanidades; por supuesto que sí, pero cuando se nos agranda la boca diciendo que hay que cambiar nuestro modelo productivo de sol y playa y (antes) ladrillo por otro tecnológico, tenemos cero plazas convocadas en física y química, biología y geología, informática, tecnología, etc. que se supone que son la base para ese cambio tecnológico.

En este país nunca ha existido una cultura científica; siempre ha sido más prestigioso ser jurista, por ejemplo, que científico; ha sido más admirado, por ejemplo, conocer de memoria el código civil que explicar los misterios del universo. De hecho, con la LOE se intentó paliar este déficit con la materia de Ciencias para el mundo contemporáneo, pero tengo entendido que con la LOMCE desaparece. Está claro que para nuestros políticos hacer o dedicarse a la ciencia en este país es de bichos raros y no se apoya desde la base del sistema educativo. Así que nada, Eurovegas para todos, que la tecnología ya no la traen desde Alemania.

He percibido que se repite este discurso victimista por parte de "gente de ciencias" en muchos ámbitos, no necesariamente ligados a la educación. Por ejemplo, el circo ambulante que montó Carlos Elías pregonando y denunciando el supuesto acoso a las ciencias en España. Leyendo entre líneas, debajo de su proclama solo encontrábamos un "queremos más salario y más reconocimiento". Todo este movimiento, como tantos otros, se volatilizó en la vorágine de la crisis o, mejor dicho, quedó solapado por problemas más acuciantes.

Nadie puede negar que la cultura hispánica es una cultura de artes y letras, que llegó tarde y mal a la Revolución Científica y a la Industrial. Tampoco se podrá negar que se da una pésima estructuración de los estudios de Bachillerato, donde un estudiante de Letras puede salir siendo un "anumérico" funcional y sin conocimientos propios de la cultura general científica. Por tanto, puedo convenir contigo con facilidad en que sería necesario aumentar la presencia educativa y social de las ciencias.

No obstante, lo dicho es solo una parte del discurso. Por otra parte, se encuentra la suposición de que hay una posición de privilegio por parte de la gente de letras. Ahí es donde me pierdo soberanamente. Es una buena argucia comparar a un jurista con un científico, y decir que el primero tiene más prestigio social que el otro. Pero la comparación y los ejemplos falsean la realidad. ¿Por qué nombramos a un jurista y no a un filósofo o a un antropólogo, por ejemplo? El jurista puede ser valorado en tanto que buen abogado o juez, no en tanto que erudito de las leyes. Del mismo modo, el ingeniero será valorado en tanto que aplica conocimientos, no en tanto que poseedor de un conocimiento teórico de física o química. El conocimiento per se de las letras es condenado en un mundo abocado a juzgar la rentabilidad de todo. Y ahora podríamos pasar a ver qué inversión estatal se lleva la investigación humanística respecto a la científica. Por ejemplo, tomado como patrón la cantidad de becas FPI ofertadas, perfectamente el ratio puede ser de 9 a 1 a favor de las ciencias. Gente relativamente mediocre de ciencias accede a becas solo restringidas para el mejor de varias promociones en las letras. Y este es un ejemplo menudo de lo que ocurre en fases posteriores de la carrera investigadora en cada ámbito. Los científicos noveles se quejan de la falta de inversión, los de letras directamente están de camareros en Reino Unido.

Se podría hablar de muchas cosas más, como el afán reduccionista de los de ciencias a la visión más simplista de las letras como meras descriptoras de la realidad, sin llegar al estadio de la formulación de leyes, como se puede vislumbrar en tu afirmación de que el jurista memoriza el código civil. Siempre se señala el mismo estereotipo, cuando existe investigación teórica cuando menos equiparable en las letras a las ciencias "menos científicas" (en el sentido de menos formalizadas), como pueda ser la biología. Pero gusta más pensar que, cuando se ignoran el contenido de las disciplinas humanísticas, lo que uno se pierde es saber la lista de todos los reyes godos y no, por ejemplo, saber cómo la ecología determina en buena medida la evolución de las sociedades o conocer la formulación de las reglas gramaticales universales, en lenguaje simbólico, que rigen todas las lenguas particulares. Cuestión esta, de todos modos, atribuible también a la infinita mediocridad de buena parte del profesorado de letras, especialmente en España.

En fin, perdonad la digresión. Solo quería mostrar mi acuerdo matizado con el mensaje citado.

Da gusto leer mensajes como este: buenísima reflexión y mejor redacción.


¡CUIDAMOS LA PÚBLICA!

'